Programa de TV “Marea Cultural”, desde este sábado 5 de abril a la 1 p.m. por Canal 41
A partir del sábado 5 de abril y en el horario de la 1 de la tarde, Canal 41 Real Televisión lanzará al aire “Marea Cultural”, programa de televisión de carácter educativo, abierto y plural que se presenta como una alternativa al debilitado marco de la televisión como servicio que no cede espacio alguno a la difusión de temas de cultura, artes, letras, valores y conocimientos. El mencionado espacio televisivo -de una hora de duración- contará con la dirección y conducción de este blogger y su emisión será doble en la medida que el programa será repetido los días domingo a las 8 de la mañana.
“Este es un nuevo esfuerzo por llegar a las mayoría carentes de acceso al mundo cultural de la ciudad y del país. `Marea Cultural` será básicamente un programa de conversación; vamos a hacer un magazine bien informado, coherente y atento a los problemas que son parte de la vida educativa y cultural de Chimbote. Tendremos segmentos dedicados a entrevistas con escritores, músicos, artistas plásticos, etcétera, pero también espacios destinados a comentarios de libros, eventos culturales y hasta un espacio musical. Es un pequeño ladrillo en la urgente construcción de nuestra nunca bien definida identidad”, señaló la producción del programa.
“Existe cierta vieja tradición que señala que en los medios de comunicación la cultura o el espacio cultural deben ser la última rueda del coche, porque no sirve o no merece el rol protagónico del cual gozan las páginas políticas, policiales y de espectáculos. Esto debe ser revertido a partir de una postura distinta de los propios artistas y gestores culturales. Con `Marea Cultural` esperamos llegar al gran público sin pensar en el rating y con un programa que tenga su propia personalidad, que vaya siempre en búsqueda de la autocrítica y de hacer balances de lo que sucede. Invitamos a todos a sintonizarnos”, añadió nuestro interlocutor.
Usted debe saber que…
“Marea Cultural” surge a inicios de 2003 como programa de radio vía las ondas de la desaparecida Radio Universidad San Pedro. Una segunda etapa del programa tuvo una duración de tres años (2004-2007) y se emitió vía Radio Santo Domingo. Paralelamente al trabajo de difusión de programas radiales, “Marea Cultural” se constituyó hace varios años como colectivo cultural y ha organizado diversas presentaciones de libros, recitales de cuento y poesía, encuentros nacionales de revistas de literatura, entre otras actividades lúdicas.
viernes, 28 de marzo de 2008
miércoles, 26 de marzo de 2008
París: pirámide de luz *
César Lévano
Estuve ayer en el museo de Louvre. A pesar de la lluvia y el frío, miles de personas circulaban por sus ambientes. Franceses, europeos de otros países, estadounidenses, japoneses, indios de la India y hasta del Perú (como el que te jedi).
Era la demostración de que la cultura puede ser, si se la cuida y renueva, un buen negocio.
Hace más de treinta años que no venía a París. En ese tiempo vivían aquí mis amigos Julio Ramón Ribeyro, Manuel Scorza y Rodolfo Hinostroza. Peruanos y latinoamericanos en general solíamos recalar en la casa de Désirée Liewen. Era Désirée una rusa de origen aristocrático, que en los años 20 y 30 del siglo pasado vivió la bohemia paupérrima y brillante. Fue entonces amiga de James Joyce, de Ezra Pound, del Hemingway joven. Y de los peruanos César Vallejo y Gonzalo More, pareja de Anaïs Nin.
Me contó Désirée cómo había vivido las dos revoluciones rusas del siglo XX. Era una niña cuando vio que cientos de campesinos marchaban al asalto del palacio familiar, en 1905: “A los niños nos prohibieron mirar por las ventanas. Pero yo asomé por una y vi cómo la nieve se teñía de sangre”.
Cuando en 1917 llegó la revolución de octubre, que ocurrió en noviembre, su padre dijo: “Vamos al exilio por poco tiempo. Esto va a terminar igual que en 1905”.
No terminó igual. Désirée marchó al exilio. Combatió a favor de los republicanos en la guerra civil española de 1936-1938.
Participó en la resistencia antinazi en la Segunda Guerra Mundial.
En la época en que yo visitaba Francia, gracias a un canje publicitario de Caretas con Air France, allá por los años 60, coincidimos una vez con Rodolfo Hinostroza. Recuerdo que pregunté a Désirée cuál era el carácter de Vallejo en la vida diaria.
–Era –me respondió– un hombre alegre. Salvo cuando bebía y se ponía a llorar. Como todos los peruanos, por lo demás...
–¡No todos los peruanos! interrumpió, con su voz ronca, Hinostroza. Era otro París. Eran otros peruanos.
En el Louvre me perdí en un vasto mundo de libros y discos. Vi esa pirámide de luz, pirámide invertida, hecha de plexiglás, que hace llegar claridad hasta el fondo de un amplio patio exterior. Es la Francia del arte, la ciencia y la técnica, siempre en la vanguardia.
De los peruanos de hoy en París, que son estudiantes, poetas, pintores, científicos, técnicos, hablaré más adelante. Espero verlos personalmente. (Desde Francia)
* Tomado de La Primera.
Estuve ayer en el museo de Louvre. A pesar de la lluvia y el frío, miles de personas circulaban por sus ambientes. Franceses, europeos de otros países, estadounidenses, japoneses, indios de la India y hasta del Perú (como el que te jedi).
Era la demostración de que la cultura puede ser, si se la cuida y renueva, un buen negocio.
Hace más de treinta años que no venía a París. En ese tiempo vivían aquí mis amigos Julio Ramón Ribeyro, Manuel Scorza y Rodolfo Hinostroza. Peruanos y latinoamericanos en general solíamos recalar en la casa de Désirée Liewen. Era Désirée una rusa de origen aristocrático, que en los años 20 y 30 del siglo pasado vivió la bohemia paupérrima y brillante. Fue entonces amiga de James Joyce, de Ezra Pound, del Hemingway joven. Y de los peruanos César Vallejo y Gonzalo More, pareja de Anaïs Nin.
Me contó Désirée cómo había vivido las dos revoluciones rusas del siglo XX. Era una niña cuando vio que cientos de campesinos marchaban al asalto del palacio familiar, en 1905: “A los niños nos prohibieron mirar por las ventanas. Pero yo asomé por una y vi cómo la nieve se teñía de sangre”.
Cuando en 1917 llegó la revolución de octubre, que ocurrió en noviembre, su padre dijo: “Vamos al exilio por poco tiempo. Esto va a terminar igual que en 1905”.
No terminó igual. Désirée marchó al exilio. Combatió a favor de los republicanos en la guerra civil española de 1936-1938.
Participó en la resistencia antinazi en la Segunda Guerra Mundial.
En la época en que yo visitaba Francia, gracias a un canje publicitario de Caretas con Air France, allá por los años 60, coincidimos una vez con Rodolfo Hinostroza. Recuerdo que pregunté a Désirée cuál era el carácter de Vallejo en la vida diaria.
–Era –me respondió– un hombre alegre. Salvo cuando bebía y se ponía a llorar. Como todos los peruanos, por lo demás...
–¡No todos los peruanos! interrumpió, con su voz ronca, Hinostroza. Era otro París. Eran otros peruanos.
En el Louvre me perdí en un vasto mundo de libros y discos. Vi esa pirámide de luz, pirámide invertida, hecha de plexiglás, que hace llegar claridad hasta el fondo de un amplio patio exterior. Es la Francia del arte, la ciencia y la técnica, siempre en la vanguardia.
De los peruanos de hoy en París, que son estudiantes, poetas, pintores, científicos, técnicos, hablaré más adelante. Espero verlos personalmente. (Desde Francia)
* Tomado de La Primera.
lunes, 24 de marzo de 2008
La pasión por escribir *
Es evidente que en Giancarlo Casusol Bernal hay madurez, agudeza y vocación literaria
Amigo personal del notable narrador peruano Carlos Calderón Fajardo, este joven autor chimbotano estuvo en Lima algunos días y fue entrevistado en varios medios de comunicación escrita y televisada. A continuación la breve entrevista realizada por la sección cultural de La Primera.
¿Desde qué edad escribes?-
Desde que conozco el uso de las grafías, debió haber sido a los siete años cuando escribí un cuento que trataba acerca de la realidad de Chimbote. Fue un ejercicio personal y después escribí cuentos referidos a la problemática de los seres humanos en un mundo en conflicto.
- ¿A qué escritores has leído?-
Un escritor que me ha educado es Julio Ramón Ribeyro, me gusta su sencillez para narrar, me fascina los cuentos referidos al realismo urbano. El otro escritor es Edgar Alan Poe, debido a que me impactó su narrativa, haciendo que mi condición de niño madurara de modo singular.
- ¿Cómo defines tu pasión por escribir?- Todo empieza con la observación de los hechos y la realidad. A pesar de mi corta edad, he tenido la necesidad de expresarme para vencer a todo temor, especialmente a los sueños que no se realizan.
- ¿Cuál tu meta como escritor?- Es transmitir a través de la literatura, todo lo que sucede en los seres humanos que vivimos en esta parte del Perú, cada escritor tiene que expresar su propia realidad. Mi realidad es Chimbote y Chimbote es parte del mundo.
-¿Por qué escribes?- Escribo porque siento la necesidad biológica de hacerlo, porque es parte de mi propia existencia, si no escribo no tiene sentido la vida. No me imagino haciendo otra cosa, es una pasión infinita que no acabará nunca.
EL DATO
Amistad temporal (2007) es el título del libro de cuentos, de un escritor adolescente (Chimbote-1991) que está en Lima debido a una invitación de Carlos Calderón Fajardo.
* Tomado de La Primera.
Amigo personal del notable narrador peruano Carlos Calderón Fajardo, este joven autor chimbotano estuvo en Lima algunos días y fue entrevistado en varios medios de comunicación escrita y televisada. A continuación la breve entrevista realizada por la sección cultural de La Primera.
¿Desde qué edad escribes?-
Desde que conozco el uso de las grafías, debió haber sido a los siete años cuando escribí un cuento que trataba acerca de la realidad de Chimbote. Fue un ejercicio personal y después escribí cuentos referidos a la problemática de los seres humanos en un mundo en conflicto.
- ¿A qué escritores has leído?-
Un escritor que me ha educado es Julio Ramón Ribeyro, me gusta su sencillez para narrar, me fascina los cuentos referidos al realismo urbano. El otro escritor es Edgar Alan Poe, debido a que me impactó su narrativa, haciendo que mi condición de niño madurara de modo singular.
- ¿Cómo defines tu pasión por escribir?- Todo empieza con la observación de los hechos y la realidad. A pesar de mi corta edad, he tenido la necesidad de expresarme para vencer a todo temor, especialmente a los sueños que no se realizan.
- ¿Cuál tu meta como escritor?- Es transmitir a través de la literatura, todo lo que sucede en los seres humanos que vivimos en esta parte del Perú, cada escritor tiene que expresar su propia realidad. Mi realidad es Chimbote y Chimbote es parte del mundo.
-¿Por qué escribes?- Escribo porque siento la necesidad biológica de hacerlo, porque es parte de mi propia existencia, si no escribo no tiene sentido la vida. No me imagino haciendo otra cosa, es una pasión infinita que no acabará nunca.
EL DATO
Amistad temporal (2007) es el título del libro de cuentos, de un escritor adolescente (Chimbote-1991) que está en Lima debido a una invitación de Carlos Calderón Fajardo.
* Tomado de La Primera.
sábado, 22 de marzo de 2008
Una palabra que puede ser sentencia de muerte *
Crónicas y ensayos
Guillermo Giacosa
Acertados o equivocados, los artículos que escribo solo están inspirados en mis convicciones. No puedo evitar, lo admito, que mis emociones estén presentes. Y no me arrepiento de ello pues estas complementan nuestra racionalidad y hacen que seamos la extraña y contradictoria criatura que es el ser humano.
Esta introducción, quizá innecesaria, la hago para subrayar que estoy profundamente preocupado -decir angustiado no sería una exageración- por la ligereza con la que políticos, periodistas y sus víctimas, que son los ciudadanos comunes, están utilizando el término 'terroristas'.
Lo leo y escucho en declaraciones o artículos y se le aplica a cualquiera que no comulgue con el credo económico vigente. Yo no creo -quienes me leen lo saben- en esta ilusión de que el mercado todo lo resuelve. Mucho menos creo que hayamos llegado al fin de la historia. Me resulta inconcebible que un Estado democrático satanice a quienes discrepan de sus métodos y objetivos, porque hacerlo desnaturaliza la esencia del concepto de democracia.
Estoy convencido de que las soluciones milagrosas se reducen al campo religioso, pero, en el área de lo político, lo social y lo económico, es decir, en las respuestas que nos damos para ordenar nuestra sociedad, no existen fórmulas que conduzcan al paraíso. Seguiremos acertando o equivocándonos, y no aceptarlo no es más que una forma de encubrir la defensa de intereses sectoriales o, simplemente, ceguera, fanatismo o estupidez.
Aunque los discursos lo oculten, el mundo anda muy, pero muy mal. Detrás de la crisis económica que atrae toda nuestra atención hay un planeta que se desintegra. No acertar en el establecimiento de prioridades indica que hemos perdido la brújula biológica esencial que apunta, ante todo, a un norte no geográfico cuya razón de ser es la defensa de la vida.
Todo eso parece no importar. Hoy, la voz de mando es dividir entre buenos y malos que, en el lenguaje del sistema actual, es colocar de un lado a quienes apoyan dicho sistema y, del otro, a quienes lo objetan. No hay términos medios: o estás conmigo o estás contra mí.
El gris ha sido abolido de la escala cromática, todo es blanco o negro. Y quienes están 'contra mí' pasan rápidamente, según el ejemplo dado por la conducta de maese Bush, de ser opositores a convertirse en 'terroristas'.
Insistir en esta postura puede conducir a adjetivar como tales a todos quienes, por la propia dinámica del sistema, quedan excluidos de sus beneficios. Y a quienes, como yo, por ejemplo, creemos profundamente que el actual sistema de explotación de la naturaleza y de los seres humanos conduce a un abismo del que difícilmente podamos regresar. ¿Somos terroristas por no compartir sus fantasías? ¿Debemos callar nuestras convicciones para no alterar el himno a la destrucción que entona gran parte del planeta?
Por favor, bajen el tono, reflexionen, tengan la hidalguía democrática de admitir las discrepancias y utilicen la palabra 'terroristas' cuando tengan pruebas reales de que alguien lo es.
* Tomado de Perú21
Guillermo Giacosa
Acertados o equivocados, los artículos que escribo solo están inspirados en mis convicciones. No puedo evitar, lo admito, que mis emociones estén presentes. Y no me arrepiento de ello pues estas complementan nuestra racionalidad y hacen que seamos la extraña y contradictoria criatura que es el ser humano.
Esta introducción, quizá innecesaria, la hago para subrayar que estoy profundamente preocupado -decir angustiado no sería una exageración- por la ligereza con la que políticos, periodistas y sus víctimas, que son los ciudadanos comunes, están utilizando el término 'terroristas'.
Lo leo y escucho en declaraciones o artículos y se le aplica a cualquiera que no comulgue con el credo económico vigente. Yo no creo -quienes me leen lo saben- en esta ilusión de que el mercado todo lo resuelve. Mucho menos creo que hayamos llegado al fin de la historia. Me resulta inconcebible que un Estado democrático satanice a quienes discrepan de sus métodos y objetivos, porque hacerlo desnaturaliza la esencia del concepto de democracia.
Estoy convencido de que las soluciones milagrosas se reducen al campo religioso, pero, en el área de lo político, lo social y lo económico, es decir, en las respuestas que nos damos para ordenar nuestra sociedad, no existen fórmulas que conduzcan al paraíso. Seguiremos acertando o equivocándonos, y no aceptarlo no es más que una forma de encubrir la defensa de intereses sectoriales o, simplemente, ceguera, fanatismo o estupidez.
Aunque los discursos lo oculten, el mundo anda muy, pero muy mal. Detrás de la crisis económica que atrae toda nuestra atención hay un planeta que se desintegra. No acertar en el establecimiento de prioridades indica que hemos perdido la brújula biológica esencial que apunta, ante todo, a un norte no geográfico cuya razón de ser es la defensa de la vida.
Todo eso parece no importar. Hoy, la voz de mando es dividir entre buenos y malos que, en el lenguaje del sistema actual, es colocar de un lado a quienes apoyan dicho sistema y, del otro, a quienes lo objetan. No hay términos medios: o estás conmigo o estás contra mí.
El gris ha sido abolido de la escala cromática, todo es blanco o negro. Y quienes están 'contra mí' pasan rápidamente, según el ejemplo dado por la conducta de maese Bush, de ser opositores a convertirse en 'terroristas'.
Insistir en esta postura puede conducir a adjetivar como tales a todos quienes, por la propia dinámica del sistema, quedan excluidos de sus beneficios. Y a quienes, como yo, por ejemplo, creemos profundamente que el actual sistema de explotación de la naturaleza y de los seres humanos conduce a un abismo del que difícilmente podamos regresar. ¿Somos terroristas por no compartir sus fantasías? ¿Debemos callar nuestras convicciones para no alterar el himno a la destrucción que entona gran parte del planeta?
Por favor, bajen el tono, reflexionen, tengan la hidalguía democrática de admitir las discrepancias y utilicen la palabra 'terroristas' cuando tengan pruebas reales de que alguien lo es.
* Tomado de Perú21
Poetas los de mi tierra
Chimbotanos Nelson Ramírez y Denisse Vega finalistas del Premio Copé de Poesía 2007
Augusto Rubio Acosta
La semana que pasó el jurado calificador de la XIII Bienal de Poesía "Premio Copé Internacional 2007", proclamó ganadora del cotizado premio a la poeta limeña Rocío Castro Morgado, por su poemario “El zoo a través del cristal”, y declaró finalistas a otros 19 poemarios entre los cuales se encuentran los trabajos de los chimbotanos Nelson Ramírez Vásquez-Caicedo y la joven poeta Denisse Vega Farfán.
La buena noticia en verdad no nos sorprende. Desde un principio supimos que –en el caso de Denisse Vega- nos encontrábamos ante una poeta de gran proyección; el tiempo sólo ha servido para confirmar la alta calidad de poesía que produce. El caso de Nelson Ramírez confirma también su reconocida valía; en casa guardamos sus poemarios “El polen de los helicópteros” (1998) y el viejo y primigenio “Azulejos de cerca” (1990), donde Vásquez da cuenta de su profunda identificación con Chimbote, a pesar de residir más de dos décadas en Berkeley.
Vega Farfán, autora del poemario “Euritmia” (2005), estudia Derecho en una universidad local y ha integrado el Taller de Artes Plásticas "Palamenco"; sus poemas han sido incluidos en las antologías 19 poetas peruanos. Generación del 2000 (2006) y en la muestra de poesía joven Generación del 2000? (Claroscuro, 2006). Dueña de una poesía límpida y existencial, la joven poeta (escasamente cuenta con 22 años) siempre entregó trabajos de gran factura; todavía recordamos el primer poema que publicó y que apareció en la página cultural de La Industria de Chimbote allá por el 2004.
En el caso de Nelson Ramírez, un viejo habitante de la poesía, este logro se suma a otros ya obtenidos. Aparecido en los noventas, su nombre vuelve al ruedo después de varios años de ausencia. Enhorabuena por su poesía.
OTROS FINALISTAS DEL COPÉ 2007
El jurado calificador decidió otorgar el segundo y tercer puesto del Copé a
Juan Carlos Lázaro y a Luzgardo Medina Egoavil, por los poemarios "Entre la
sombra y el fuego" y "Bajas pasiones para un otoño azul", respectivamente.
Lázaro, autor de tres libros publicados, recibirá 10.000 nuevos soles por
obtener el Premio Copé de Plata. Medina, autor de siete libros publicados,
recibirá 7.000 nuevos soles.
Entre otros autores conocidos, fueron declarados finalistas, Luis Eduardo García, José Pardo del Arco, Mauricio Piscoya, Alejandro Susti, Norman Mendoza, entre otros.
Usted debe saber que…
Los poemarios con los cuales Denisse Vega y Nelson Ramírez resultaron finalistas del Copé se titulan “Abre las manos” y “Rana que rumia”. En los próximos meses estará apareciendo el libro editado por Petróleos del Perú con la obra poética de los ganadores.
Augusto Rubio Acosta
La semana que pasó el jurado calificador de la XIII Bienal de Poesía "Premio Copé Internacional 2007", proclamó ganadora del cotizado premio a la poeta limeña Rocío Castro Morgado, por su poemario “El zoo a través del cristal”, y declaró finalistas a otros 19 poemarios entre los cuales se encuentran los trabajos de los chimbotanos Nelson Ramírez Vásquez-Caicedo y la joven poeta Denisse Vega Farfán.
La buena noticia en verdad no nos sorprende. Desde un principio supimos que –en el caso de Denisse Vega- nos encontrábamos ante una poeta de gran proyección; el tiempo sólo ha servido para confirmar la alta calidad de poesía que produce. El caso de Nelson Ramírez confirma también su reconocida valía; en casa guardamos sus poemarios “El polen de los helicópteros” (1998) y el viejo y primigenio “Azulejos de cerca” (1990), donde Vásquez da cuenta de su profunda identificación con Chimbote, a pesar de residir más de dos décadas en Berkeley.
Vega Farfán, autora del poemario “Euritmia” (2005), estudia Derecho en una universidad local y ha integrado el Taller de Artes Plásticas "Palamenco"; sus poemas han sido incluidos en las antologías 19 poetas peruanos. Generación del 2000 (2006) y en la muestra de poesía joven Generación del 2000? (Claroscuro, 2006). Dueña de una poesía límpida y existencial, la joven poeta (escasamente cuenta con 22 años) siempre entregó trabajos de gran factura; todavía recordamos el primer poema que publicó y que apareció en la página cultural de La Industria de Chimbote allá por el 2004.
En el caso de Nelson Ramírez, un viejo habitante de la poesía, este logro se suma a otros ya obtenidos. Aparecido en los noventas, su nombre vuelve al ruedo después de varios años de ausencia. Enhorabuena por su poesía.
OTROS FINALISTAS DEL COPÉ 2007
El jurado calificador decidió otorgar el segundo y tercer puesto del Copé a
Juan Carlos Lázaro y a Luzgardo Medina Egoavil, por los poemarios "Entre la
sombra y el fuego" y "Bajas pasiones para un otoño azul", respectivamente.
Lázaro, autor de tres libros publicados, recibirá 10.000 nuevos soles por
obtener el Premio Copé de Plata. Medina, autor de siete libros publicados,
recibirá 7.000 nuevos soles.
Entre otros autores conocidos, fueron declarados finalistas, Luis Eduardo García, José Pardo del Arco, Mauricio Piscoya, Alejandro Susti, Norman Mendoza, entre otros.
Usted debe saber que…
Los poemarios con los cuales Denisse Vega y Nelson Ramírez resultaron finalistas del Copé se titulan “Abre las manos” y “Rana que rumia”. En los próximos meses estará apareciendo el libro editado por Petróleos del Perú con la obra poética de los ganadores.
Fotoleyenda
NO HAY PRIMERA SIN SEGUNDA. A pesar de los problemas de energía suscitados el pasado martes 18 durante la presentación del libro “Mariátegui y la música de su tiempo”, el espectáculo lo pusieron el concertista de guitarra Víctor Camacho y el tenor lírico José Mendieta, quienes arrancaron prolongados aplausos del público presente. Que no sea la primera ni la última.
Lancha varada: la intimidad perniciosa
Entre la historia y la ficción
Juan Carlos Lucano
Se celebraba por aquel momento la fiesta de San Pedrito 2005 cuando me encargaron la presentación del libro de cuentos Mar de alucinados: Historias de pescadores (Arteidea Editores-Editorial del Pedagógico San Marcos, 2005). He tenido que rememorar aquella oportunidad porque fue ahí cuando planteé lo siguiente: “La existencia de cuentos que abarcan el mar como referente ornamental…y donde no va a tener un rol relevante, y aquellos donde el mar es referente esencial.”. No obstante también hacia notar:… “La descripción de las actividades pesqueras es la premisa para los autores…Y prosigo (nótese especial interés aquí):…por ello la caracterización de sus personajes y la historia misma se ven subordinadas”.
Ahora bien, en Lancha varada (Río Santa Editores-Ediciones Altazor 2005), Fernando Cueto no se aleja mucho de lo planteado, pues solo cambia el referente mar, faenas de pesca, y opta por encaminar su novela ejerciendo prioridad en la descripción del ambiente de la época e historia local, en desmedro de la libertad de los protagonistas y de la tradición novelesca.
Lancha varada pretende sumarse así a la narrativa local y nacional exponiendo un conjunto de existencias individuales que insinúan trascendentes los albores de los prostíbulos y la cotidianidad del profesor Montoro y sus alumnos: el teniente Caballero; Calambrito, el guardia civil Cachaco, el pescador Pellejón; el taxista Silvapato, Ignacio Brun Goycochea (el gringo), Gualbero Santos (Beto); Teresa y Agustina Regalado y el señor Germán Narro, entre otros.
La referencia a los prostíbulos en la narrativa nacional resulta frecuente y variada, pero escasa en la forma novelesca; en tal sentido, en Lancha varada la inclusión del bulín y las vicisitudes de los protagonistas se percibe con la nítida intención de sustentar y realzar el aspecto histórico, en perjuicio de la dimensión narrativa. A propósito, Miguel Gutiérrez señala: “…la doctrina socialista respondió a la necesidad de contar con una estética subordinada a las metas de la construcción del socialismo…el artista y la literatura son tuerca y tornillo de la revolución proletaria.” (o de la fundamentación histórica) Y continúa: “…En consecuencia, a los arquetipos (los protagonistas) le serán ajenos las complejidades y tormentos de los mundos subjetivos, su sexualidad deberá ser simple y pudorosa, desconociendo la oscuridad de las pulsiones y los requerimientos del eros; del mismo modo carecerán de vida cotidiana o su cotidianidad quedará restringida a sus relaciones con la Comunidad”. Como se puede apreciar, salvando los asuntos, Fernando Cueto comete así un gran error, pero no porque trate de incendiar alguna pradera ni subvertir el orden, sino al insistir en la capitalización del aporte histórico en menoscabo de los aspectos artísticos.
En cuanto a la proliferación de las historias, podemos mencionar que éstas pretenden cruzarse y entretejerse como si fueran “cajas chinas”. Sin embargo, nunca logran tal propósito, pues la suma de las voces quedan fluctuantes, intermitentes y sobretodo divorciadas y sueltas en la estructura novelesca. En contraposición se registra una intervención –en el plano netamente de la organización, particularidad y naturaleza– que difiere y marca la pausa, pues no persigue justificar ni servir a la causa histórica. Se trata en nuestra opinión de la descripción de Germán Narro, quien con su accionar sumerge al lector en una historia emocionante, salpicada de pasajes apasionantes, derivados del torrente intimo de la naturaleza humana.
Por otro lado, presumimos que Cueto considera la multiplicidad de personajes, esperando conseguir una novela que se inmiscuya en los recovecos más inusitados del puerto, para tratar de abarcar no solo la realidad circundante sino nacional. Su intento es encomiable, sin embargo lo que perenniza es una titubeante ficción.
En suma, Lancha varada es una novela embrionaria y pretenciosa, que destaca una situación histórica (la génesis de los prostíbulos, el terremoto del 70 y la situación social de la localidad y del Perú), y que no obstante ha sido aleccionadora y útil para demarcar los linderos entre la historia y la ficción.
Juan Carlos Lucano
Se celebraba por aquel momento la fiesta de San Pedrito 2005 cuando me encargaron la presentación del libro de cuentos Mar de alucinados: Historias de pescadores (Arteidea Editores-Editorial del Pedagógico San Marcos, 2005). He tenido que rememorar aquella oportunidad porque fue ahí cuando planteé lo siguiente: “La existencia de cuentos que abarcan el mar como referente ornamental…y donde no va a tener un rol relevante, y aquellos donde el mar es referente esencial.”. No obstante también hacia notar:… “La descripción de las actividades pesqueras es la premisa para los autores…Y prosigo (nótese especial interés aquí):…por ello la caracterización de sus personajes y la historia misma se ven subordinadas”.
Ahora bien, en Lancha varada (Río Santa Editores-Ediciones Altazor 2005), Fernando Cueto no se aleja mucho de lo planteado, pues solo cambia el referente mar, faenas de pesca, y opta por encaminar su novela ejerciendo prioridad en la descripción del ambiente de la época e historia local, en desmedro de la libertad de los protagonistas y de la tradición novelesca.
Lancha varada pretende sumarse así a la narrativa local y nacional exponiendo un conjunto de existencias individuales que insinúan trascendentes los albores de los prostíbulos y la cotidianidad del profesor Montoro y sus alumnos: el teniente Caballero; Calambrito, el guardia civil Cachaco, el pescador Pellejón; el taxista Silvapato, Ignacio Brun Goycochea (el gringo), Gualbero Santos (Beto); Teresa y Agustina Regalado y el señor Germán Narro, entre otros.
La referencia a los prostíbulos en la narrativa nacional resulta frecuente y variada, pero escasa en la forma novelesca; en tal sentido, en Lancha varada la inclusión del bulín y las vicisitudes de los protagonistas se percibe con la nítida intención de sustentar y realzar el aspecto histórico, en perjuicio de la dimensión narrativa. A propósito, Miguel Gutiérrez señala: “…la doctrina socialista respondió a la necesidad de contar con una estética subordinada a las metas de la construcción del socialismo…el artista y la literatura son tuerca y tornillo de la revolución proletaria.” (o de la fundamentación histórica) Y continúa: “…En consecuencia, a los arquetipos (los protagonistas) le serán ajenos las complejidades y tormentos de los mundos subjetivos, su sexualidad deberá ser simple y pudorosa, desconociendo la oscuridad de las pulsiones y los requerimientos del eros; del mismo modo carecerán de vida cotidiana o su cotidianidad quedará restringida a sus relaciones con la Comunidad”. Como se puede apreciar, salvando los asuntos, Fernando Cueto comete así un gran error, pero no porque trate de incendiar alguna pradera ni subvertir el orden, sino al insistir en la capitalización del aporte histórico en menoscabo de los aspectos artísticos.
En cuanto a la proliferación de las historias, podemos mencionar que éstas pretenden cruzarse y entretejerse como si fueran “cajas chinas”. Sin embargo, nunca logran tal propósito, pues la suma de las voces quedan fluctuantes, intermitentes y sobretodo divorciadas y sueltas en la estructura novelesca. En contraposición se registra una intervención –en el plano netamente de la organización, particularidad y naturaleza– que difiere y marca la pausa, pues no persigue justificar ni servir a la causa histórica. Se trata en nuestra opinión de la descripción de Germán Narro, quien con su accionar sumerge al lector en una historia emocionante, salpicada de pasajes apasionantes, derivados del torrente intimo de la naturaleza humana.
Por otro lado, presumimos que Cueto considera la multiplicidad de personajes, esperando conseguir una novela que se inmiscuya en los recovecos más inusitados del puerto, para tratar de abarcar no solo la realidad circundante sino nacional. Su intento es encomiable, sin embargo lo que perenniza es una titubeante ficción.
En suma, Lancha varada es una novela embrionaria y pretenciosa, que destaca una situación histórica (la génesis de los prostíbulos, el terremoto del 70 y la situación social de la localidad y del Perú), y que no obstante ha sido aleccionadora y útil para demarcar los linderos entre la historia y la ficción.
jueves, 20 de marzo de 2008
También su infancia la atraviesa un río . . .
... Fui un niño como todos.
También mi infancia
la atravezaba un río
y tenía una hora misteriosa
en la cual las palomas
a mi alma obedecían.
Pero me preguntaba
¿por qué en mi calle
la alegría es un viento
fugaz e inesperado?,
¿Por qué no siembran trigo
también sobre mi pecho,
si aquí en mi corazón,
todas las noches
se desbordan los ríos? ...
* Tomo prestados algunos versos de Carta a María Teresa de Juan Gonzalo Rose (el entenderá), para dejar constancia de mi emoción. También tu infancia Josemaría, también tu infancia...
También mi infancia
la atravezaba un río
y tenía una hora misteriosa
en la cual las palomas
a mi alma obedecían.
Pero me preguntaba
¿por qué en mi calle
la alegría es un viento
fugaz e inesperado?,
¿Por qué no siembran trigo
también sobre mi pecho,
si aquí en mi corazón,
todas las noches
se desbordan los ríos? ...
* Tomo prestados algunos versos de Carta a María Teresa de Juan Gonzalo Rose (el entenderá), para dejar constancia de mi emoción. También tu infancia Josemaría, también tu infancia...
sábado, 15 de marzo de 2008
Juan Villoro: "Soy un cronista de la ideas"
Entrevista a uno de los mayores exponentes de la crónica literaria
Ganó el premio Herralde por su novela, El testigo. Como periodista, cubrió tres mundiales de fútbol, el alzamiento chapatista en Chiapas y la visita secreta de Salman Rushdie al Distrito Federal. Tradujo a Georg Christoph Lichtenberg, Arthur Schintzler y Truman Capote, entre otros. Del cuento a la novela y del ensayo a la literatura infantil, el escritor mexicano domina todos los géneros y es una de las grandes figuras literarias del continente. A continuación el condensado de una entrevista cedida por el cronista al periodista Leonardo Tarifeño, del diario La Nación.
-Uno que usted cultivó hasta rejuvenecerlo es el de la crónica futbolística. Muchas de las mejores que ha escrito se compilan en Dios es redondo, "una exploración narrativa de las pasiones que suscita el fútbol". En tanto experto, ¿con qué figura de la cancha se queda de todas las que ha conocido?
-Suena oportunista decirlo para un medio argentino, pero para mí Maradona es la figura más singular del fútbol, no solo por sus logros individuales sino por la capacidad de levantar a todo un equipo. Diego generó la sensación de que cualquier equipo podía lograr algo inaudito con él en la cancha. Es lo más cerca que el fútbol ha estado de tener a Espartaco en una cancha. O más aún: al Espartaco de Kubrick.
-Acerca del presunto auge de la crónica, y la también presunta decadencia de la ficción, Juan Forn señaló que "imponerle a alguien una historia inventada resulta cada vez más arbitrario, porque el poder alegórico y metafórico de la ficción ya no es comparable con el que tuvo en el XIX y hasta mediados del XX. Esa potencia de la literatura parece haberse trasladado a la no ficción". ¿Está de acuerdo?
-Pues mira, en la adolescencia yo leía la revista Duda , publicación esotérica sobre misterios mayas, extraterrestres o egipcios cuyo lema era "Lo increíble es la verdad". En una sociedad autoritaria como la mexicana, las causas políticas se parecían a los enigmas que esa revista descifraba en la tumba de Tutankamón. Crecer en un régimen de impunidad, que duró 71 años, creó una fuerte ansiedad por conocer verdades. En mi país, esto explicaría, en parte, la necesidad de la crónica. Pero hay razones más de fondo.
-¿Cuáles?
-La mayor es que la vigencia de la no ficción no deriva de un decaimiento de los mecanismos de la ficción, sino de la necesidad de crear sentido en la sociedad de la información. La marea de las noticias no explora ni agota el sentido de lo que pasó. La oposición más significativa no se da entre la verdad y la mentira, sino entre la información y la narración; por eso, la narración entra a la jugada para crear un problema, para investigar las causas privadas de los hechos, que muchas veces no tienen una solución definida.
Se trata de convertir la respuesta del noticiero en una pregunta que le otorgue un sentido más amplio. Hemos llegado a una saturación en que los datos son omnipresentes y nos llegan sin que sepamos cómo. De pronto, nos enteramos de que Pamela Anderson desea nuevos implantes. ¿Por qué sabemos eso? La saturación mediática permite que los datos fácticos construyan un discurso delirante. ¿Cómo curarnos de la inconexa información? Con la narración, que admite la duda y la cordura de lo imaginario. Es ahí donde veo la relevancia contemporánea de la no ficción.
-Sobre los límites del cronista, en Safari accidental usted se pregunta: "¿Qué espacio puede tener la palabra llegada desde fuera para narrar el horror que solo se conoce desde dentro?". En esa duda suya, ¿no se podría ver la imposibilidad del periodismo -y tal vez, de todo arte- para representar y restituir "el intento de darles voz a los demás", que usted mismo menciona como la meta principal del periodismo narrativo?
-Digamos que hay límites claros para toda forma expresiva. El "testigo absoluto", como dice Giorgio Agamben, es el que vive la experiencia hasta el final. En muchos casos queda destruido por lo que sucedió. Acerca de la fotografía de guerra, Robert Capa dijo: "Si no funciona es que no estás suficientemente cerca". Fiel a su condición de testigo extremo, murió en acción en Vietnam. ¿Hasta dónde podemos acercarnos a los hechos? La única forma de resolver el desafío es aclarar la perspectiva desde la que escribes.
-¿Cómo se lograría eso?
-Una manera posible es tener claro que la ética de la crónica depende de transmitir sus condiciones de ejercicio. A lo largo del texto se crea un pacto de credibilidad con el lector, esa es la única autoridad que puede reclamar la narración. Me parece válido narrar desde el desconocimiento o incluso desde la incomprensión, siempre y cuando así lo aclares. Ser un testigo que no entiende también es una forma de la elocuencia. De manera sutil, las grandes crónicas incluyen su making of , y con eso sabes qué tan cerca o qué tan lejos está el testigo.
-¿Cuál sería un ejemplo?
-A su manera, Relato de un náufrago , de Gabriel García Márquez, que ofrece un caso límite: el narrador se borra para que hable el protagonista, no hay una voz externa que comente los sucesos, pero el texto no es posible sin el cronista. El náufrago sabía que se había jodido en el mar, pero solo supo que era un personaje cuando leyó la crónica. En este caso el making of son las preguntas que no leemos, pero que están implícitas en lo que responde el personaje.
-¿Cuál ha sido la crónica que más le gustó hacer?
-Por razones de idolatría, la que hice sobre Ángel Fernández, el Víctor Hugo Morales mexicano, un locutor de fútbol que marcó a mi generación y me reveló que la palabra era un placer en sí mismo, ajeno a todo sentido utilitario. Lo visité en su casa y atrás de mí venía un jardinero, que cargaba una guadaña para segar el pasto. "¡Ahí viene Excálibur!", exclamó el cronista ante el jardinero armado. Ángel estaba invadido por la narración, no podía decir nada de modo simple, solo hablaba con parábolas y metáforas. Después de esa crónica nos hicimos amigos y años después me invitó a un homenaje que le hacían. Para contar su vida en un documental había escogido mi crónica.
-¿Y en cuál se ha sentido menos a gusto?
-La más desagradable ocurrió a bordo de un helicóptero. Tenía que narrar la ciudad de México desde las alturas y solo vi azoteas, muerto de miedo. Creo que, más que una crónica, escribí un electrocardiograma.
-Durante un buen tiempo dirigió La Jornada Semanal, el suplemento cultural del diario mexicano La Jornada. ¿Qué enseñanzas le dejó esa experiencia?
-Mi mayor aprendizaje fue que no tengo madera de editor. Prefiero colaborar antes que administrar el talento ajeno. De cualquier forma, trabajar en una redacción me permitió atestiguar psicodramas muy variados. Eso fue antes de que existiera Internet, cuando los autores llevaban sus textos a la redacción y te los daban como quien te confía su destino y hasta su posteridad. Había tertulias y trifulcas épicas. Fue como estar en un bombardero en misión de combate: las turbulencias eran buena señal, pues demostraban que seguías vivo.
-Consultado sobre la escasez de lectores en Hispanoamérica, Carlos Fuentes precisó que "lo llamativo es que al mismo tiempo que se reduce la cantidad de lectores, aumenta el número de escritores. En América latina hay como cien escritores interesantes. En cada país hay diez o doce. No sé si acabaremos por leernos los unos a los otros". ¿Coincide?
-Tiene toda la razón. En el fútbol mexicano, el verdadero espectáculo está en el público. En nuestra literatura es al revés: las proezas ocurren en secreto. El problema es social y educativo, no depende de la calidad de nuestra prosa.
-¿Qué lo inspira? ¿Cuándo y por qué siente que debe contar una cierta historia?
-Todo llega como una fotografía: dos o tres personajes reunidos en una situación que me intriga. ¿Qué pasó antes, qué pasará después? Entre la foto y el revelado pueden pasar días o años.
-¿Cuál es el personaje de sus libros que más lo atrae, y por qué?
-El profesor Zíper, personaje de dos novelas mías para niños. Es un desaforado que fue niño en los años sesenta y se comunica muy bien con los niños actuales. Será porque no les dice lo que deben escuchar, sino solo aquello que él quiere contarles. En esencia es un inmaduro con currículum.
-¿Cómo es usted en el momento de la escritura? ¿Qué hábitos o cábalas ha desarrollado para la famosa lucha contra la página/pantalla en blanco?
-La principal cábala es la misma que la de la atracción erótica: hay que estar en el lugar de los hechos para que ocurra, y lejos del escritorio las ideas me sirven de poco. Aparte de tener un horario de trabajo bastante rígido, juego mucho con mis llaves. No puedo escribir si no agito un llavero. Esto desvía las ideas en forma imprevista. Leí que el zen utiliza técnicas parecidas, pero lo mío es menos trascendente: la meditación de un cerrajero.
-Es un intelectual de activa participación en la política de su país. ¿Cómo se vive, en su opinión, el "compromiso" político del escritor en pleno siglo XXI?
-Es un asunto de ética individual, que pertenece a lo que un escritor hace como ciudadano. Las novelas que quieren mejorar la vida de los sindicatos suelen ser pésimas, pero resulta provechoso aclarar y debatir temas desde la prensa. Participo en los debates como lo que soy, un cronista de las ideas que trata de aclararse temas. Más que intervenir en la coyuntura, el cronista interviene en las lecturas por venir: busca que la sinrazón del presente se convierta en el sentido común del futuro. Vivo de la escritura en un país con pocos lectores y millones de analfabetos. Es un privilegio y un enigma social que en ocasiones me lleva a tratar de acercar la discusión política a gente que no pasa por los libros.
-¿A qué autores vuelve una y otra vez, y por qué?
-Vladimir Nabokov, Anton Chejov, Jorge Luis Borges, Raymond Carver, Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández, Ramón López Velarde, Fernando Pessoa, Juan Rulfo, Franz Kafka. Es imposible resumir en unas palabras el influjo de estas eminencias. He tratado de acercarme a ellos en ensayos -y al poeta López Velarde en mi novela El testigo -. Al abordar esas pasiones siempre me acuerdo de otro favorito, un escritor vencido y entrañable, Francis Scott Fitzgerald: "Solo puedes hablar de lo que más te gusta con la autoridad del fracaso". Es la opinión de un romántico de la era del jazz, que nos autoriza a seguir improvisando.
Tomado de La Nación.
Ganó el premio Herralde por su novela, El testigo. Como periodista, cubrió tres mundiales de fútbol, el alzamiento chapatista en Chiapas y la visita secreta de Salman Rushdie al Distrito Federal. Tradujo a Georg Christoph Lichtenberg, Arthur Schintzler y Truman Capote, entre otros. Del cuento a la novela y del ensayo a la literatura infantil, el escritor mexicano domina todos los géneros y es una de las grandes figuras literarias del continente. A continuación el condensado de una entrevista cedida por el cronista al periodista Leonardo Tarifeño, del diario La Nación.
-Uno que usted cultivó hasta rejuvenecerlo es el de la crónica futbolística. Muchas de las mejores que ha escrito se compilan en Dios es redondo, "una exploración narrativa de las pasiones que suscita el fútbol". En tanto experto, ¿con qué figura de la cancha se queda de todas las que ha conocido?
-Suena oportunista decirlo para un medio argentino, pero para mí Maradona es la figura más singular del fútbol, no solo por sus logros individuales sino por la capacidad de levantar a todo un equipo. Diego generó la sensación de que cualquier equipo podía lograr algo inaudito con él en la cancha. Es lo más cerca que el fútbol ha estado de tener a Espartaco en una cancha. O más aún: al Espartaco de Kubrick.
-Acerca del presunto auge de la crónica, y la también presunta decadencia de la ficción, Juan Forn señaló que "imponerle a alguien una historia inventada resulta cada vez más arbitrario, porque el poder alegórico y metafórico de la ficción ya no es comparable con el que tuvo en el XIX y hasta mediados del XX. Esa potencia de la literatura parece haberse trasladado a la no ficción". ¿Está de acuerdo?
-Pues mira, en la adolescencia yo leía la revista Duda , publicación esotérica sobre misterios mayas, extraterrestres o egipcios cuyo lema era "Lo increíble es la verdad". En una sociedad autoritaria como la mexicana, las causas políticas se parecían a los enigmas que esa revista descifraba en la tumba de Tutankamón. Crecer en un régimen de impunidad, que duró 71 años, creó una fuerte ansiedad por conocer verdades. En mi país, esto explicaría, en parte, la necesidad de la crónica. Pero hay razones más de fondo.
-¿Cuáles?
-La mayor es que la vigencia de la no ficción no deriva de un decaimiento de los mecanismos de la ficción, sino de la necesidad de crear sentido en la sociedad de la información. La marea de las noticias no explora ni agota el sentido de lo que pasó. La oposición más significativa no se da entre la verdad y la mentira, sino entre la información y la narración; por eso, la narración entra a la jugada para crear un problema, para investigar las causas privadas de los hechos, que muchas veces no tienen una solución definida.
Se trata de convertir la respuesta del noticiero en una pregunta que le otorgue un sentido más amplio. Hemos llegado a una saturación en que los datos son omnipresentes y nos llegan sin que sepamos cómo. De pronto, nos enteramos de que Pamela Anderson desea nuevos implantes. ¿Por qué sabemos eso? La saturación mediática permite que los datos fácticos construyan un discurso delirante. ¿Cómo curarnos de la inconexa información? Con la narración, que admite la duda y la cordura de lo imaginario. Es ahí donde veo la relevancia contemporánea de la no ficción.
-Sobre los límites del cronista, en Safari accidental usted se pregunta: "¿Qué espacio puede tener la palabra llegada desde fuera para narrar el horror que solo se conoce desde dentro?". En esa duda suya, ¿no se podría ver la imposibilidad del periodismo -y tal vez, de todo arte- para representar y restituir "el intento de darles voz a los demás", que usted mismo menciona como la meta principal del periodismo narrativo?
-Digamos que hay límites claros para toda forma expresiva. El "testigo absoluto", como dice Giorgio Agamben, es el que vive la experiencia hasta el final. En muchos casos queda destruido por lo que sucedió. Acerca de la fotografía de guerra, Robert Capa dijo: "Si no funciona es que no estás suficientemente cerca". Fiel a su condición de testigo extremo, murió en acción en Vietnam. ¿Hasta dónde podemos acercarnos a los hechos? La única forma de resolver el desafío es aclarar la perspectiva desde la que escribes.
-¿Cómo se lograría eso?
-Una manera posible es tener claro que la ética de la crónica depende de transmitir sus condiciones de ejercicio. A lo largo del texto se crea un pacto de credibilidad con el lector, esa es la única autoridad que puede reclamar la narración. Me parece válido narrar desde el desconocimiento o incluso desde la incomprensión, siempre y cuando así lo aclares. Ser un testigo que no entiende también es una forma de la elocuencia. De manera sutil, las grandes crónicas incluyen su making of , y con eso sabes qué tan cerca o qué tan lejos está el testigo.
-¿Cuál sería un ejemplo?
-A su manera, Relato de un náufrago , de Gabriel García Márquez, que ofrece un caso límite: el narrador se borra para que hable el protagonista, no hay una voz externa que comente los sucesos, pero el texto no es posible sin el cronista. El náufrago sabía que se había jodido en el mar, pero solo supo que era un personaje cuando leyó la crónica. En este caso el making of son las preguntas que no leemos, pero que están implícitas en lo que responde el personaje.
-¿Cuál ha sido la crónica que más le gustó hacer?
-Por razones de idolatría, la que hice sobre Ángel Fernández, el Víctor Hugo Morales mexicano, un locutor de fútbol que marcó a mi generación y me reveló que la palabra era un placer en sí mismo, ajeno a todo sentido utilitario. Lo visité en su casa y atrás de mí venía un jardinero, que cargaba una guadaña para segar el pasto. "¡Ahí viene Excálibur!", exclamó el cronista ante el jardinero armado. Ángel estaba invadido por la narración, no podía decir nada de modo simple, solo hablaba con parábolas y metáforas. Después de esa crónica nos hicimos amigos y años después me invitó a un homenaje que le hacían. Para contar su vida en un documental había escogido mi crónica.
-¿Y en cuál se ha sentido menos a gusto?
-La más desagradable ocurrió a bordo de un helicóptero. Tenía que narrar la ciudad de México desde las alturas y solo vi azoteas, muerto de miedo. Creo que, más que una crónica, escribí un electrocardiograma.
-Durante un buen tiempo dirigió La Jornada Semanal, el suplemento cultural del diario mexicano La Jornada. ¿Qué enseñanzas le dejó esa experiencia?
-Mi mayor aprendizaje fue que no tengo madera de editor. Prefiero colaborar antes que administrar el talento ajeno. De cualquier forma, trabajar en una redacción me permitió atestiguar psicodramas muy variados. Eso fue antes de que existiera Internet, cuando los autores llevaban sus textos a la redacción y te los daban como quien te confía su destino y hasta su posteridad. Había tertulias y trifulcas épicas. Fue como estar en un bombardero en misión de combate: las turbulencias eran buena señal, pues demostraban que seguías vivo.
-Consultado sobre la escasez de lectores en Hispanoamérica, Carlos Fuentes precisó que "lo llamativo es que al mismo tiempo que se reduce la cantidad de lectores, aumenta el número de escritores. En América latina hay como cien escritores interesantes. En cada país hay diez o doce. No sé si acabaremos por leernos los unos a los otros". ¿Coincide?
-Tiene toda la razón. En el fútbol mexicano, el verdadero espectáculo está en el público. En nuestra literatura es al revés: las proezas ocurren en secreto. El problema es social y educativo, no depende de la calidad de nuestra prosa.
-¿Qué lo inspira? ¿Cuándo y por qué siente que debe contar una cierta historia?
-Todo llega como una fotografía: dos o tres personajes reunidos en una situación que me intriga. ¿Qué pasó antes, qué pasará después? Entre la foto y el revelado pueden pasar días o años.
-¿Cuál es el personaje de sus libros que más lo atrae, y por qué?
-El profesor Zíper, personaje de dos novelas mías para niños. Es un desaforado que fue niño en los años sesenta y se comunica muy bien con los niños actuales. Será porque no les dice lo que deben escuchar, sino solo aquello que él quiere contarles. En esencia es un inmaduro con currículum.
-¿Cómo es usted en el momento de la escritura? ¿Qué hábitos o cábalas ha desarrollado para la famosa lucha contra la página/pantalla en blanco?
-La principal cábala es la misma que la de la atracción erótica: hay que estar en el lugar de los hechos para que ocurra, y lejos del escritorio las ideas me sirven de poco. Aparte de tener un horario de trabajo bastante rígido, juego mucho con mis llaves. No puedo escribir si no agito un llavero. Esto desvía las ideas en forma imprevista. Leí que el zen utiliza técnicas parecidas, pero lo mío es menos trascendente: la meditación de un cerrajero.
-Es un intelectual de activa participación en la política de su país. ¿Cómo se vive, en su opinión, el "compromiso" político del escritor en pleno siglo XXI?
-Es un asunto de ética individual, que pertenece a lo que un escritor hace como ciudadano. Las novelas que quieren mejorar la vida de los sindicatos suelen ser pésimas, pero resulta provechoso aclarar y debatir temas desde la prensa. Participo en los debates como lo que soy, un cronista de las ideas que trata de aclararse temas. Más que intervenir en la coyuntura, el cronista interviene en las lecturas por venir: busca que la sinrazón del presente se convierta en el sentido común del futuro. Vivo de la escritura en un país con pocos lectores y millones de analfabetos. Es un privilegio y un enigma social que en ocasiones me lleva a tratar de acercar la discusión política a gente que no pasa por los libros.
-¿A qué autores vuelve una y otra vez, y por qué?
-Vladimir Nabokov, Anton Chejov, Jorge Luis Borges, Raymond Carver, Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández, Ramón López Velarde, Fernando Pessoa, Juan Rulfo, Franz Kafka. Es imposible resumir en unas palabras el influjo de estas eminencias. He tratado de acercarme a ellos en ensayos -y al poeta López Velarde en mi novela El testigo -. Al abordar esas pasiones siempre me acuerdo de otro favorito, un escritor vencido y entrañable, Francis Scott Fitzgerald: "Solo puedes hablar de lo que más te gusta con la autoridad del fracaso". Es la opinión de un romántico de la era del jazz, que nos autoriza a seguir improvisando.
Tomado de La Nación.
¡Este martes es la gran cita cultural en Chimbote!
CITA. Libro de Ernesto Toledo Bruckmann se presenta este martes 18 de marzo en el auditorio de la UPSP. Invitados especiales: Víctor Camacho, concertista de guitarra; y José Mendieta, tenor lírico. El ingreso es libre. Comentan: Segundo Montoya Chuquipoma y José Reyes Carranza. Modera: Augusto Rubio Acosta.
El 'blog' y la literatura del siglo XXI *
Las fronteras de los recursos literarios se amplían
Edmundo Paz Soldán
La literatura es parte de una ecología de medios que compiten entre sí. Esa competencia puede producir diálogos tensos o estimulantes, apropiaciones constantes de los efectos producidos por otros medios. La llegada del cine, la televisión y el ordenador no significó, como algunos críticos apocalípticos llegaron a sugerir, el fin de las novelas, de los poemas. Los escritores se han ido adaptando a la convivencia con estos medios: los novelistas incorporaron a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine; los poetas experimentaron con la tipografía de la máquina de escribir; hoy, gracias a internet y las facilidades tecnológicas del ordenador, ha aparecido el blog como un nuevo género literario; una nueva generación de autores lo utiliza como parte fundamental de su proyecto narrativo, a la vez que busca incorporar en su escritura procedimientos aprendidos en la diaria convivencia con los medios y las tecnologías emergentes.
Cuando aparece un nuevo medio, al principio se tiende a remedar a otro ya existente: por ejemplo, el cine mudo de comienzos del siglo XX tenía deudas con el teatro; hubo que esperar hasta fines de la década del veinte para que hallara su propio lenguaje y se distanciara del teatro. Debido a que el medio es aún muy joven, el tipo de blog que predomina es el de posts que en realidad son columnas de opinión o críticas que no desentonarían en un medio impreso. También están los que tienen algo del diario, del cuaderno de apuntes o del microrrelato. El formato blog es nuevo, pero el lenguaje todavía pertenece a otro medio y a otro género.
El blog que utiliza las múltiples posibilidades interactivas de internet es el que se anuncia como un nuevo género literario. La literatura de los siglos XIX y XX ha tratado de salir de la dictadura del texto e incorporar otros medios; era común ver en las novelas clásicas del siglo XIX y XX gráficos que acompañaban al texto (es famosa la negativa de Kafka a que se ilustrara La metamorfosis, bajo el argumento de que el poder sugerente del texto era suficiente para el lector); recientemente, W. G. Sebald puso de moda la incorporación de fotografías como parte esencial del texto y no como simple ilustración. Son ejemplos son tímidos si se los compara con las posibilidades que despliega el blog para hacer que el texto incorpore imágenes, vídeos, comentarios de lectores. Como dice el crítico mexicano Heriberto Yepez, el blog es también "una obra de arte visual, que el autor puede rediseñar o perfeccionar con un conocimiento mínimo de HTML o simple copy-paste... Lo que sigue de aquí es el multimedia".
El blog debe abrirse al diálogo con las múltiples posibilidades interactivas de la red, hacer navegar al lector: un post debe contener muchos enlaces que nos lleven de aquí para allá (artículos, noticias, foros, blogs, vídeos). También permite que los lectores comenten los posts. Algunos blogueros lo impiden, lo cual va contra la naturaleza misma del blog: la posibilidad de interactuar de forma inmediata y sin filtros con los lectores, de hacer que los comentarios conviertan al post en un foro de discusión. Algunos señalan el peligro de que el blog se convierta en una suerte de dictadura de la opinión pública, que sean los lectores y no el autor quienes determinen la versión final del texto. Pero eso no es nuevo. El diálogo de un autor con los lectores ha ocurrido siempre; el blog lo intensifica, y hace más factible que la opinión de un lector llegue al autor.
El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autoedición de escritores que no siguen los mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como premio por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando otros medios o la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también la idea que tenemos de la literatura. Pronto, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un vídeo en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, este decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafíos de otros medios.
* Tomado de El País.
Edmundo Paz Soldán
La literatura es parte de una ecología de medios que compiten entre sí. Esa competencia puede producir diálogos tensos o estimulantes, apropiaciones constantes de los efectos producidos por otros medios. La llegada del cine, la televisión y el ordenador no significó, como algunos críticos apocalípticos llegaron a sugerir, el fin de las novelas, de los poemas. Los escritores se han ido adaptando a la convivencia con estos medios: los novelistas incorporaron a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine; los poetas experimentaron con la tipografía de la máquina de escribir; hoy, gracias a internet y las facilidades tecnológicas del ordenador, ha aparecido el blog como un nuevo género literario; una nueva generación de autores lo utiliza como parte fundamental de su proyecto narrativo, a la vez que busca incorporar en su escritura procedimientos aprendidos en la diaria convivencia con los medios y las tecnologías emergentes.
Cuando aparece un nuevo medio, al principio se tiende a remedar a otro ya existente: por ejemplo, el cine mudo de comienzos del siglo XX tenía deudas con el teatro; hubo que esperar hasta fines de la década del veinte para que hallara su propio lenguaje y se distanciara del teatro. Debido a que el medio es aún muy joven, el tipo de blog que predomina es el de posts que en realidad son columnas de opinión o críticas que no desentonarían en un medio impreso. También están los que tienen algo del diario, del cuaderno de apuntes o del microrrelato. El formato blog es nuevo, pero el lenguaje todavía pertenece a otro medio y a otro género.
El blog que utiliza las múltiples posibilidades interactivas de internet es el que se anuncia como un nuevo género literario. La literatura de los siglos XIX y XX ha tratado de salir de la dictadura del texto e incorporar otros medios; era común ver en las novelas clásicas del siglo XIX y XX gráficos que acompañaban al texto (es famosa la negativa de Kafka a que se ilustrara La metamorfosis, bajo el argumento de que el poder sugerente del texto era suficiente para el lector); recientemente, W. G. Sebald puso de moda la incorporación de fotografías como parte esencial del texto y no como simple ilustración. Son ejemplos son tímidos si se los compara con las posibilidades que despliega el blog para hacer que el texto incorpore imágenes, vídeos, comentarios de lectores. Como dice el crítico mexicano Heriberto Yepez, el blog es también "una obra de arte visual, que el autor puede rediseñar o perfeccionar con un conocimiento mínimo de HTML o simple copy-paste... Lo que sigue de aquí es el multimedia".
El blog debe abrirse al diálogo con las múltiples posibilidades interactivas de la red, hacer navegar al lector: un post debe contener muchos enlaces que nos lleven de aquí para allá (artículos, noticias, foros, blogs, vídeos). También permite que los lectores comenten los posts. Algunos blogueros lo impiden, lo cual va contra la naturaleza misma del blog: la posibilidad de interactuar de forma inmediata y sin filtros con los lectores, de hacer que los comentarios conviertan al post en un foro de discusión. Algunos señalan el peligro de que el blog se convierta en una suerte de dictadura de la opinión pública, que sean los lectores y no el autor quienes determinen la versión final del texto. Pero eso no es nuevo. El diálogo de un autor con los lectores ha ocurrido siempre; el blog lo intensifica, y hace más factible que la opinión de un lector llegue al autor.
El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autoedición de escritores que no siguen los mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como premio por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando otros medios o la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también la idea que tenemos de la literatura. Pronto, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un vídeo en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, este decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafíos de otros medios.
* Tomado de El País.
miércoles, 12 de marzo de 2008
Virginie Despentes: conjeturas sobre el desastre
Diálogo con novelista francesa autora de “Fóllame” e indiscutible destroy-punk o ícono contracultural europeo
Tras la controversia provocada por "Fóllame", su primera novela, la autora ha logrado ampliar su público más allá del underground francés. Traducida a varios idiomas y reconocida como ícono contracultural europeo, habla sobre "Teoría King Kong", su nuevo libro de ensayos. "Hay que dinamitarlo todo", señaló Despentes a Patricio Jara, del Diario El Mercurio de Chile. Aquí, parte de la entrevista para los lectores de nuestro blog cultural.
La primera escena es el revés del canon: una mujer gigante acecha la ciudad encaramada en un rascacielo; es una criatura rubia, de vestido rojo escotado y labios gruesos que en su mano sostiene a un pequeño orangután que llora y grita de miedo.
La segunda escena, también: ahora la mujer y el orangután, que ha crecido y es tan gigante como ella, destruyen juntos la ciudad premunidos de macanas. Es un festival de apaleos; nadie se salva, o al menos eso se propone, en ambos casos, la puesta en práctica de Teoría King Kong, el explosivo libro de ensayos de la novelista francesa Virginie Despentes, que llega a las librerías nacionales, como se diría en la rimbombante jerga policial, arrastrando una estela de destrucción y muerte para todos los conceptos tradicionales del feminismo.
La autora, quien se ha ganado el apelativo de "la diva destroy-punk de las letras francesas", se dio a conocer con la novela Fóllame y el escándalo que provocó su versión cinematográfica. Ahora regresa para desplegar un ideario en las antípodas de la solemnidad del feminismo académico, a la vez que rompe la imagen de la Francia esplendorosa y romántica que vendió Cortázar en Rayuela.
Teoría King Kong plantea, en clave de guerrilla urbana, nuevos juicios a la influencia neoliberal y a la industria globalizada del sexo y del machismo como estribos de toda manifestación cultural. "No querer a las mujeres, cuando se es hombre, es una actitud. No querer a los hombres, cuando se es mujer, es una patología", apunta.
La autora, quien colaboró con la banda rock Placebo y escribió en Rock & Folk un memorable perfil sobre el líder de Motörhead, no viene del mundo burgués ni menos del universitario. Habla de la calle porque la conoce; habla de la prostitución porque ocasionalmente la ejerció y del mercado del porno, porque trabajó administrando una red telefónica del rubro previo a internet.
Por eso sus ensayos también valen como la trastienda de una realidad que fue capaz de novelar y de allí su autoridad moral; un proceso de combustión espontánea sustentado en la experiencia con la violación (Fóllame, 1994), con el mundo de los clubes nocturnos de Lyon donde fue bailarina (Perras sabias, 1996) y el terreno difuso que suma lo anterior mediante la impostura de dos hermanas (Lo bueno de verdad, 1998). Todo convergente en un relato, más que manidamente urbano, frontalmente hamponesco, sin matices ni demasiado amigo de los sentimentalismos. En los libros de Despentes, las mujeres furiosas saben disparar. Las sometidas y humilladas, tarde o temprano, también aprenderán.
"Hay hombres que están hechos para ocuparse del jardín, de la decoración interior y para llevar a los niños al parque; y mujeres con un cuerpo capaz de agujerear la cabeza de un mamut, de hacer ruido y de tender emboscadas", afirma, y luego remata: "No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo".
Tambores en la jungla
Teoría King Kong le tardó dos años de apuntes y uno de escritura. El oficio adquirido redactando artículos de rock y la mantención de un blog durante una temporada fue el entrenamiento gradual para su paso desde la ficción a las ideas, si es que en su caso vale la diferencia. "Los temas también fueron graduales y se iniciaron en las conversaciones con Coralie (Trinh Thi, la ex actriz porno con quien codirigió Fóllame) y también con una adolescente hija de una amiga con la que viví un tiempo. Pero no fue simple, el ensayo da menos espacio para la ansiedad, porque sabes lo que quieres tratar y en qué marco te mueves, aunque, por otro lado, tienes menos libertad y más formalismos", dice la autora desde Barcelona, donde vive hace un año, empeñada en aprender español mientras afina los detalles de Bye bye Blondie, su segunda película, inspirada en su novela del mismo título.
"Será una punk-dike-love-story", adelanta.
-¿Cómo calzan los temas que tratas en tu libro con los intereses de las generaciones más jóvenes?
-La nuevas chicas francesas tienen otra mirada respecto de temas como la pornografía, la prostitución, el dinero y la violencia femenina. Ellas han crecido en un medio distinto al de mi adolescencia, pero no diría que es mejor. Lamentablemente, no puedo hablar por ellas. Sin embargo, me desalienta ver que los chicos sigan iguales. La mujer ha pasado por cuatro décadas de intensa reinvención y, mientras, los hombres siguen igual, incapaces de cualquier otra reacción que no sea "antes era mejor, antes era más fácil para nosotros". Son absolutamente pasivos acerca de su masculinidad y fácilmente victimizables por cualquier discurso feminista.
-¿Crees que "Teoría King Kong" puede ser leído de modo distinto ahora que tienen en el gobierno a una persona como Sarkozy?
-La indudable exclusión de Ségolène Royal como un "buen" candidato sólo evidencia lo difícil que sigue siendo para los periodistas franceses tratar a una mujer de la misma manera en que tratan a un hombre. Es gracioso pensar lo importante que fue para ellos subrayar que Ségolène Royal no podía ser Presidenta por ser tan estúpida e incompetente para el cargo... y creían que Sarkozy sí lo sería sólo porque tiene bolas. Qué divertido. Ahora sabemos que las pelotas no tienen nada que ver con el cerebro, pero tal vez sea un poco tarde.
-Tu narrativa tiene muchas referencias al underground, especialmente al punk, algo que para muchos es una moda pasajera, casi un pecado de juventud.
-Todo depende de cómo te hayas transformado en adulto. En mi caso, no he evolucionado mucho. El punk ha sido realmente importante para mí mientras era joven y cuando cumplí 25 pensé que estaba en el instante para dejarlo y convertirme en adulta, pero no fue así. Me di cuenta de que aún me era fácil entenderme con gente que supiera quién era Poison Ivy, lo que significa Crass Records o de qué hablan las letras de Suicidal Tendencies. Es una cultura muy fuerte y sirve para entender y sobrevivir en el tipo de mundo donde estamos.
Tras la controversia provocada por "Fóllame", su primera novela, la autora ha logrado ampliar su público más allá del underground francés. Traducida a varios idiomas y reconocida como ícono contracultural europeo, habla sobre "Teoría King Kong", su nuevo libro de ensayos. "Hay que dinamitarlo todo", señaló Despentes a Patricio Jara, del Diario El Mercurio de Chile. Aquí, parte de la entrevista para los lectores de nuestro blog cultural.
La primera escena es el revés del canon: una mujer gigante acecha la ciudad encaramada en un rascacielo; es una criatura rubia, de vestido rojo escotado y labios gruesos que en su mano sostiene a un pequeño orangután que llora y grita de miedo.
La segunda escena, también: ahora la mujer y el orangután, que ha crecido y es tan gigante como ella, destruyen juntos la ciudad premunidos de macanas. Es un festival de apaleos; nadie se salva, o al menos eso se propone, en ambos casos, la puesta en práctica de Teoría King Kong, el explosivo libro de ensayos de la novelista francesa Virginie Despentes, que llega a las librerías nacionales, como se diría en la rimbombante jerga policial, arrastrando una estela de destrucción y muerte para todos los conceptos tradicionales del feminismo.
La autora, quien se ha ganado el apelativo de "la diva destroy-punk de las letras francesas", se dio a conocer con la novela Fóllame y el escándalo que provocó su versión cinematográfica. Ahora regresa para desplegar un ideario en las antípodas de la solemnidad del feminismo académico, a la vez que rompe la imagen de la Francia esplendorosa y romántica que vendió Cortázar en Rayuela.
Teoría King Kong plantea, en clave de guerrilla urbana, nuevos juicios a la influencia neoliberal y a la industria globalizada del sexo y del machismo como estribos de toda manifestación cultural. "No querer a las mujeres, cuando se es hombre, es una actitud. No querer a los hombres, cuando se es mujer, es una patología", apunta.
La autora, quien colaboró con la banda rock Placebo y escribió en Rock & Folk un memorable perfil sobre el líder de Motörhead, no viene del mundo burgués ni menos del universitario. Habla de la calle porque la conoce; habla de la prostitución porque ocasionalmente la ejerció y del mercado del porno, porque trabajó administrando una red telefónica del rubro previo a internet.
Por eso sus ensayos también valen como la trastienda de una realidad que fue capaz de novelar y de allí su autoridad moral; un proceso de combustión espontánea sustentado en la experiencia con la violación (Fóllame, 1994), con el mundo de los clubes nocturnos de Lyon donde fue bailarina (Perras sabias, 1996) y el terreno difuso que suma lo anterior mediante la impostura de dos hermanas (Lo bueno de verdad, 1998). Todo convergente en un relato, más que manidamente urbano, frontalmente hamponesco, sin matices ni demasiado amigo de los sentimentalismos. En los libros de Despentes, las mujeres furiosas saben disparar. Las sometidas y humilladas, tarde o temprano, también aprenderán.
"Hay hombres que están hechos para ocuparse del jardín, de la decoración interior y para llevar a los niños al parque; y mujeres con un cuerpo capaz de agujerear la cabeza de un mamut, de hacer ruido y de tender emboscadas", afirma, y luego remata: "No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo".
Tambores en la jungla
Teoría King Kong le tardó dos años de apuntes y uno de escritura. El oficio adquirido redactando artículos de rock y la mantención de un blog durante una temporada fue el entrenamiento gradual para su paso desde la ficción a las ideas, si es que en su caso vale la diferencia. "Los temas también fueron graduales y se iniciaron en las conversaciones con Coralie (Trinh Thi, la ex actriz porno con quien codirigió Fóllame) y también con una adolescente hija de una amiga con la que viví un tiempo. Pero no fue simple, el ensayo da menos espacio para la ansiedad, porque sabes lo que quieres tratar y en qué marco te mueves, aunque, por otro lado, tienes menos libertad y más formalismos", dice la autora desde Barcelona, donde vive hace un año, empeñada en aprender español mientras afina los detalles de Bye bye Blondie, su segunda película, inspirada en su novela del mismo título.
"Será una punk-dike-love-story", adelanta.
-¿Cómo calzan los temas que tratas en tu libro con los intereses de las generaciones más jóvenes?
-La nuevas chicas francesas tienen otra mirada respecto de temas como la pornografía, la prostitución, el dinero y la violencia femenina. Ellas han crecido en un medio distinto al de mi adolescencia, pero no diría que es mejor. Lamentablemente, no puedo hablar por ellas. Sin embargo, me desalienta ver que los chicos sigan iguales. La mujer ha pasado por cuatro décadas de intensa reinvención y, mientras, los hombres siguen igual, incapaces de cualquier otra reacción que no sea "antes era mejor, antes era más fácil para nosotros". Son absolutamente pasivos acerca de su masculinidad y fácilmente victimizables por cualquier discurso feminista.
-¿Crees que "Teoría King Kong" puede ser leído de modo distinto ahora que tienen en el gobierno a una persona como Sarkozy?
-La indudable exclusión de Ségolène Royal como un "buen" candidato sólo evidencia lo difícil que sigue siendo para los periodistas franceses tratar a una mujer de la misma manera en que tratan a un hombre. Es gracioso pensar lo importante que fue para ellos subrayar que Ségolène Royal no podía ser Presidenta por ser tan estúpida e incompetente para el cargo... y creían que Sarkozy sí lo sería sólo porque tiene bolas. Qué divertido. Ahora sabemos que las pelotas no tienen nada que ver con el cerebro, pero tal vez sea un poco tarde.
-Tu narrativa tiene muchas referencias al underground, especialmente al punk, algo que para muchos es una moda pasajera, casi un pecado de juventud.
-Todo depende de cómo te hayas transformado en adulto. En mi caso, no he evolucionado mucho. El punk ha sido realmente importante para mí mientras era joven y cuando cumplí 25 pensé que estaba en el instante para dejarlo y convertirme en adulta, pero no fue así. Me di cuenta de que aún me era fácil entenderme con gente que supiera quién era Poison Ivy, lo que significa Crass Records o de qué hablan las letras de Suicidal Tendencies. Es una cultura muy fuerte y sirve para entender y sobrevivir en el tipo de mundo donde estamos.
sábado, 8 de marzo de 2008
Himno a Vitarte obrero actualizado*
Concertista de guitarra Víctor Camacho y tenor José Mendieta estarán presentes este martes 18 de marzo en Chimbote para la presentación de libro "Mariátegui y la música de su tiempo"
Ernesto Toledo, en su libro Mariátegui y la música de su tiempo, incluyó un estudio referente al Himno a Vitarte. Con ocasión de la presentación de ese texto, Víctor Camacho y el tenor José Mendieta lo reinterpretaron para un público que nunca lo habría escuchado.
–¿Fue difícil hacer un arreglo de piano para guitarra?
–El piano trabaja en claves de Fa y Sol, y la guitarra sólo trabaja en esta última; el himno en la partitura primigenia tiene una sola línea melódica y con el acompañamiento marcado, lo difícil fue obrarlo para guitarra, y para esto algunas notas eran ininteligibles. Lo bueno de la música es que funciona como un todo y uno ya prevé la nota que viene a continuación, yo no quería que este himno se escuchara como una sola línea melódica, sino por el contrario suene orquestado, con melodía bajos y armonía respectivamente.
–¿La melodía es menos sofisticada que de las composiciones actuales?–En absoluto. Este himno tiene una melodía hermosa de aquellas que conquistan con solo escucharlas la primera vez, tanto la estructura de su armonía como su letra cuajan a la perfección, y no tiene en nada que envidiar a los himnos mundialmente conocidos, es tan hermoso como escuchar la Marsellesa el Himno Nacional.
–¿Te imaginas en 1930 interpretando el Himno de Vitarte en un teatro para obreros?–Es una época de grandes convulsiones sociales, la coyuntura política y social pasaba por momentos álgidos, pero inspiraba a muchas manifestaciones tanto en la música como en literatura por parte de obreros e intelectuales de nuestro país. Sí me imagino en un gran auditorio acompañando a Julio Portocarrero, quien interpretó por primera vez el himno.
–¿Los obreros lo entonaban?–Sin duda alguna, era parte de la identidad, de la educación, de la cultura política.
–¿Qué importancia tiene rescatar estas marchas e himnos?
–Ricardo Reyes, quien es artífice musical de este himno, tuvo la virtuosa labor de plasmarlo en una partitura para Amauta y publicarla, sin estos aportes sería imposible que este himno tan importante se inmortalice.
–¿Te dedicas a la enseñanza de la guitarra?–A la docencia hace diez años y mis alumnos son intérpretes de la guitarra peruana como solistas, ellos saben la importancia de conocer el lenguaje musical. Los invito a visitar la web: www.victorcamacho.tk
EL DATO
Víctor Camacho, estudió filosofía en la UNMSM y en la Escuela de Periodismo “Jaime Bausate y Meza”. Además, es profesor del curso de Música Aplicada a la Guitarra en la UNMSM.
* Tomado de La Primera.
Ernesto Toledo, en su libro Mariátegui y la música de su tiempo, incluyó un estudio referente al Himno a Vitarte. Con ocasión de la presentación de ese texto, Víctor Camacho y el tenor José Mendieta lo reinterpretaron para un público que nunca lo habría escuchado.
–¿Fue difícil hacer un arreglo de piano para guitarra?
–El piano trabaja en claves de Fa y Sol, y la guitarra sólo trabaja en esta última; el himno en la partitura primigenia tiene una sola línea melódica y con el acompañamiento marcado, lo difícil fue obrarlo para guitarra, y para esto algunas notas eran ininteligibles. Lo bueno de la música es que funciona como un todo y uno ya prevé la nota que viene a continuación, yo no quería que este himno se escuchara como una sola línea melódica, sino por el contrario suene orquestado, con melodía bajos y armonía respectivamente.
–¿La melodía es menos sofisticada que de las composiciones actuales?–En absoluto. Este himno tiene una melodía hermosa de aquellas que conquistan con solo escucharlas la primera vez, tanto la estructura de su armonía como su letra cuajan a la perfección, y no tiene en nada que envidiar a los himnos mundialmente conocidos, es tan hermoso como escuchar la Marsellesa el Himno Nacional.
–¿Te imaginas en 1930 interpretando el Himno de Vitarte en un teatro para obreros?–Es una época de grandes convulsiones sociales, la coyuntura política y social pasaba por momentos álgidos, pero inspiraba a muchas manifestaciones tanto en la música como en literatura por parte de obreros e intelectuales de nuestro país. Sí me imagino en un gran auditorio acompañando a Julio Portocarrero, quien interpretó por primera vez el himno.
–¿Los obreros lo entonaban?–Sin duda alguna, era parte de la identidad, de la educación, de la cultura política.
–¿Qué importancia tiene rescatar estas marchas e himnos?
–Ricardo Reyes, quien es artífice musical de este himno, tuvo la virtuosa labor de plasmarlo en una partitura para Amauta y publicarla, sin estos aportes sería imposible que este himno tan importante se inmortalice.
–¿Te dedicas a la enseñanza de la guitarra?–A la docencia hace diez años y mis alumnos son intérpretes de la guitarra peruana como solistas, ellos saben la importancia de conocer el lenguaje musical. Los invito a visitar la web: www.victorcamacho.tk
EL DATO
Víctor Camacho, estudió filosofía en la UNMSM y en la Escuela de Periodismo “Jaime Bausate y Meza”. Además, es profesor del curso de Música Aplicada a la Guitarra en la UNMSM.
* Tomado de La Primera.
viernes, 7 de marzo de 2008
Mariátegui, con sus virtudes y limitaciones
Entrevista al escritor y periodista Ernesto Toledo Bruckmann, a propósito de su libro sobre el Amauta que se presenta este 18 de marzo en Chimbote
Augusto Rubio Acosta
La soleada mañana de marzo en el jirón Miró Quesada, en el centro de Lima, nos obliga a descansar en una fonda y apagar nuestra sed. Al frente tenemos a Ernesto Toledo Bruckmann, que recientemente publicó y presentó en Lima su libro Mariátegui y la música de su tiempo: cuatro ensayos históricos sobre la influencia musical en el Amauta (Editorial San Marcos, 2008). Esta es parte de la breve entrevista que sostuvimos con este joven autor peruano que el martes 18 de marzo próximo presenta su libro en el auditorio de la Universidad Privada San Pedro. El ingreso será libre, como es posible imaginar. Pero mejor dejemos que Ernesto hable y nos dé algunas pistas sobre su nuevo trabajo bibliográfico.
Ernesto, ¿Qué tan preocupado estuvo Mariátegui en la difusión de la música peruana y cómo se deja traslucir esto a través de Amauta y otras publicaciones?
La música no estaba entre sus prioridades, si de cultura hablamos; él reconoció sus limitaciones y permitió a intelectuales como Modesto Villavicencio, José Uriel García, María Huyese y Percy Gibson que se ocuparan de ello, priorizando todos ellos el carácter de clase social de los productores y consumidores de música.
¿Es justo el mote de eurocentrista que se le atañe a Mariàtegui cuando se valora su aporte y sus gustos en la difusión de la música peruana?
Es duro calificarlo de eurocentrista pero lo cierto es que sus gustos no eran los mismos que los de la clase obrera a la que defendía. Su condición de marxista y revolucionario no está en función a los ritmos escuchados pero sí en su capacidad para entender que la cultura en general es un factor importante en el desarrollo de los pueblos.
¿Cuando Mariàtegui aún no era marxista -o sea en su edad de piedra- escribía el Amauta sobre música?, ¿sobre qué música escribía?
Mariátegui, cuando escribía con el seudónimo de Juan Croniqueur, hacía crónicas sobre operas, operetas y zarzuelas, géneros de moda, aunque mayormente destacaba el ambiente de los teatros y la belleza física de las coupleteras de paso por Lima.
¿Cómo esperas que deba ser recibido e interpretado tu libro?
Como un aporte para conocer mejor a Mariátegui, un trabajo objetivo que busca destacar sus virtudes y limitaciones. Quiero desmitificar al Amauta, evitar sobredimensiones y verlo como un hombre de carne y hueso, sin seguirle el juego a quienes buscan desprestigiarlo.
¿Cuál es la imagen y la impresión que tienes de Chimbote y su cultura?
Chimbote es una plaza muy importante en la costa norte. Es la primera vez que estaciono en esta ciudad y sé de su cultura cosmopolita por mi amigo huarasino Omar Robles, además del escritor Ricardo Ayllón que es natural de ahí.
Augusto Rubio Acosta
La soleada mañana de marzo en el jirón Miró Quesada, en el centro de Lima, nos obliga a descansar en una fonda y apagar nuestra sed. Al frente tenemos a Ernesto Toledo Bruckmann, que recientemente publicó y presentó en Lima su libro Mariátegui y la música de su tiempo: cuatro ensayos históricos sobre la influencia musical en el Amauta (Editorial San Marcos, 2008). Esta es parte de la breve entrevista que sostuvimos con este joven autor peruano que el martes 18 de marzo próximo presenta su libro en el auditorio de la Universidad Privada San Pedro. El ingreso será libre, como es posible imaginar. Pero mejor dejemos que Ernesto hable y nos dé algunas pistas sobre su nuevo trabajo bibliográfico.
Ernesto, ¿Qué tan preocupado estuvo Mariátegui en la difusión de la música peruana y cómo se deja traslucir esto a través de Amauta y otras publicaciones?
La música no estaba entre sus prioridades, si de cultura hablamos; él reconoció sus limitaciones y permitió a intelectuales como Modesto Villavicencio, José Uriel García, María Huyese y Percy Gibson que se ocuparan de ello, priorizando todos ellos el carácter de clase social de los productores y consumidores de música.
¿Es justo el mote de eurocentrista que se le atañe a Mariàtegui cuando se valora su aporte y sus gustos en la difusión de la música peruana?
Es duro calificarlo de eurocentrista pero lo cierto es que sus gustos no eran los mismos que los de la clase obrera a la que defendía. Su condición de marxista y revolucionario no está en función a los ritmos escuchados pero sí en su capacidad para entender que la cultura en general es un factor importante en el desarrollo de los pueblos.
¿Cuando Mariàtegui aún no era marxista -o sea en su edad de piedra- escribía el Amauta sobre música?, ¿sobre qué música escribía?
Mariátegui, cuando escribía con el seudónimo de Juan Croniqueur, hacía crónicas sobre operas, operetas y zarzuelas, géneros de moda, aunque mayormente destacaba el ambiente de los teatros y la belleza física de las coupleteras de paso por Lima.
¿Cómo esperas que deba ser recibido e interpretado tu libro?
Como un aporte para conocer mejor a Mariátegui, un trabajo objetivo que busca destacar sus virtudes y limitaciones. Quiero desmitificar al Amauta, evitar sobredimensiones y verlo como un hombre de carne y hueso, sin seguirle el juego a quienes buscan desprestigiarlo.
¿Cuál es la imagen y la impresión que tienes de Chimbote y su cultura?
Chimbote es una plaza muy importante en la costa norte. Es la primera vez que estaciono en esta ciudad y sé de su cultura cosmopolita por mi amigo huarasino Omar Robles, además del escritor Ricardo Ayllón que es natural de ahí.
jueves, 6 de marzo de 2008
Brutal represión contra la poesía
Plantón y recital poético a favor de la detenida Melissa Patiño es reprimido por la policía frente a la Dircote
La tarde del martes pasado, un centenar de poetas, artistas e intelectuales se congregaron frente al edificio de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dircote) para realizar un plantón poético y mostrar su rechazo contra la injusta detención de la poeta Melissa Patiño, la joven poeta detenida hace una semana en el puesto fronterizo de Aguas Verdes cuando retornaba al país luego de participar en el Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana, en Quito (Ecuador). Como consecuencia de la brutalidad policial, resultaron apaleados Víctor Delfín, Domingo de Ramos, Rosina Valcárcel, Miguel Ildefonso, Alessandra Tenorio, Florentino Díaz, entre otros.
Según el escritor Javier Garvich, con quien dialogamos la noche del martes en el jirón Kilka, luego de la brutal represión policial en la Dircote, “no se veía una represión similar a poetas y artistas desde las célebres huelgas del SUTEP a fines de los años setenta. En esa ocasión el responsable de las golpizas era una dictadura militar. En este caso, un gobierno que ya se le parece bastante…”.
Consultado al respecto, el poeta Domingo de Ramos e intelectuales como Víctor Delfín, Giancarlo Huapaya, Cecilia Podesta y la totalidad de artistas reunidos en la avenida España, condenaron la brutal acción policial y demandaron la renuncia inmediata del ministro del Interior. “Se han violado nuestras libertades a la libre reunión, estamos en una franca dictadura”, señalaron. A continuación, un extracto de las breves líneas enviadas por dos reconocidos literatos al poeta y editor de www.zonadenoticias.blogspot.com , Paolo de Lima:
HABLA HERNÁNDEZ MONTECINOS
El concepto de "terrorista" finalmente ha sido aplicado a los poetas y artistas. Una poeta detenida en Ecuador y extraditada al Perú, un grupo de poetas que protesta pacíficamente por su libertad es reprimido violentamente... Mañana sucederá acá, o allá, o donde estén y solo por escribir, por disentir, por reunirnos, si seguimos así ya no serán posibles los festivales de poesía, los encuentros, el diálogo. ¿Es esto lo que queremos?
Si lo permitimos, si nos callamos somos cómplices. Amigos poetas todos, les escribo con mucha pena y con la necesidad imperiosa de que no permitamos esto porque sino estamos literalmente destruidos.
HABLA CALDERÓN FAJARDO
Escribo estas líneas porque ha sido detenida la señorita Melissa Patiño Hinostroza, joven poeta a quien conozco personalmente. Es una joven escritora, acusada, me parece injustamente, de pertenecer a un grupo terrorista. He conversado varias veces con ella y nada me ha hecho nunca pensar que pueda estar mezclada con este tipo de actividades delictuosas. No creo que esta acusación tenga algún fundamento. Sin embargo, si la policía cuenta con indicios realmente válidos, consistentes, para acusarla, espero que las diligencias respectivas se realicen con acuerdo a ley.
Que los indicios, o pruebas, sean lo suficientemente claros, porque estamos viviendo en un estado de derecho y no se puede ni se debe acusar a nadie, sin contar con evidencias serias. En un país democrático se deben respetar los derechos humanos, en especial de una joven con la sensibilidad de Melissa Patiño, poeta y animadora cultural. Espero que las autoridades actúen con el mayor espíritu de justicia y probidad.
La foto es de La Primera.
La tarde del martes pasado, un centenar de poetas, artistas e intelectuales se congregaron frente al edificio de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dircote) para realizar un plantón poético y mostrar su rechazo contra la injusta detención de la poeta Melissa Patiño, la joven poeta detenida hace una semana en el puesto fronterizo de Aguas Verdes cuando retornaba al país luego de participar en el Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana, en Quito (Ecuador). Como consecuencia de la brutalidad policial, resultaron apaleados Víctor Delfín, Domingo de Ramos, Rosina Valcárcel, Miguel Ildefonso, Alessandra Tenorio, Florentino Díaz, entre otros.
Según el escritor Javier Garvich, con quien dialogamos la noche del martes en el jirón Kilka, luego de la brutal represión policial en la Dircote, “no se veía una represión similar a poetas y artistas desde las célebres huelgas del SUTEP a fines de los años setenta. En esa ocasión el responsable de las golpizas era una dictadura militar. En este caso, un gobierno que ya se le parece bastante…”.
Consultado al respecto, el poeta Domingo de Ramos e intelectuales como Víctor Delfín, Giancarlo Huapaya, Cecilia Podesta y la totalidad de artistas reunidos en la avenida España, condenaron la brutal acción policial y demandaron la renuncia inmediata del ministro del Interior. “Se han violado nuestras libertades a la libre reunión, estamos en una franca dictadura”, señalaron. A continuación, un extracto de las breves líneas enviadas por dos reconocidos literatos al poeta y editor de www.zonadenoticias.blogspot.com , Paolo de Lima:
HABLA HERNÁNDEZ MONTECINOS
El concepto de "terrorista" finalmente ha sido aplicado a los poetas y artistas. Una poeta detenida en Ecuador y extraditada al Perú, un grupo de poetas que protesta pacíficamente por su libertad es reprimido violentamente... Mañana sucederá acá, o allá, o donde estén y solo por escribir, por disentir, por reunirnos, si seguimos así ya no serán posibles los festivales de poesía, los encuentros, el diálogo. ¿Es esto lo que queremos?
Si lo permitimos, si nos callamos somos cómplices. Amigos poetas todos, les escribo con mucha pena y con la necesidad imperiosa de que no permitamos esto porque sino estamos literalmente destruidos.
HABLA CALDERÓN FAJARDO
Escribo estas líneas porque ha sido detenida la señorita Melissa Patiño Hinostroza, joven poeta a quien conozco personalmente. Es una joven escritora, acusada, me parece injustamente, de pertenecer a un grupo terrorista. He conversado varias veces con ella y nada me ha hecho nunca pensar que pueda estar mezclada con este tipo de actividades delictuosas. No creo que esta acusación tenga algún fundamento. Sin embargo, si la policía cuenta con indicios realmente válidos, consistentes, para acusarla, espero que las diligencias respectivas se realicen con acuerdo a ley.
Que los indicios, o pruebas, sean lo suficientemente claros, porque estamos viviendo en un estado de derecho y no se puede ni se debe acusar a nadie, sin contar con evidencias serias. En un país democrático se deben respetar los derechos humanos, en especial de una joven con la sensibilidad de Melissa Patiño, poeta y animadora cultural. Espero que las autoridades actúen con el mayor espíritu de justicia y probidad.
La foto es de La Primera.
Vuelve a las andadas
Poeta Ricardo Ayllón regresa con “Un poco de aire en una boca impura”, su nuevo libro de poemas que se presenta en Chimbote este 13 de marzo en el Centro Cultural Centenario
“Un poco de aire en una boca impura” es el tercer libro de poesía de Ricardo Ayllón, el cual está dividido en cuatro secciones: 1. En la bahía; 2. Instrucciones par tu delirio; 3. Crónica del guardián del piélago y 4. Cuaderno de obcecaciones. La primera y tercera secciones guardan estrecha relación pues tienen que ver directamente con la convivencia hombre-mar.
En el primer caso, se trata de una mitología concebida por el autor en la cual recrea líricamente la historia de una trepidante y dolida amistad desarrollada en “la bahía”, espacio surgido del imaginario de Ayllón que (como refiere Julio Heredia en el prólogo del libro) puede tratarse del puerto de Chimbote, tierra natal del poeta.
En la tercera sección, el autor le confiere personalidad al mar para referirse a éste como un personaje digno de una crónica de vida; la técnica, aquí, combina poemas en verso y en prosa, logrando un sugestivo contrapunto escritural. Instrucciones para tu delirio, la segunda sección, constituye no otra cosa que un “manual para amar”, son poemas escritos en segunda persona dirigidos al ser amado, llegando a posibilidades temáticas extremas como el olvido. Y en la cuarta y última sección, Cuaderno de obcecaciones, quizá la más personal del autor, éste toma como pretexto tópicos disímiles como el insomnio, dios y la familia para abordar desvelos personales que pueden leerse como una secuencia existencial del resto del libro.
En palabras de la poeta Gloria Mendoza Borda, este nuevo libro de Ayllón “es una muestra que juega entre la poesía y la narrativa introduciéndonos en un mundo mágico con una incesante pasión por llevarnos a la mano turbada del mar y sus misterios”.
“En cada libro, el poeta está más seguro desde nuestra lengua castellana, marcando fuertemente la aparición de una nueva literatura para una nueva historia donde su talento expresa nuestro mestizaje con identidad y estudio. Inserto en este mundo globalizado, Ricardo Ayllón sabe lo que busca. Mete las manos en el mar, recoge estrellas y suele construir enigmáticas islas donde la palabra está hecha de agua y encanto. En esta búsqueda hay un equilibrio que se manifiesta en una delimitación intuitiva y con sonido en todos sus textos, creados con una coloración de quietud como en un cuadro de Kandinsky”.
Mendoza Borda asegura que los textos de Ricardo tienen perdurabilidad y trascendencia en cualquier espacio y tiempo. Su voz lúdica pareciera surgir de bosques poblados de luciérnagas porque el ser humano necesita de un poco de aire puro luego de una supervivencia en las grandes urbes donde el aire y la boca son impuros”.
“Un poco de aire en una boca impura” es el tercer libro de poesía de Ricardo Ayllón, el cual está dividido en cuatro secciones: 1. En la bahía; 2. Instrucciones par tu delirio; 3. Crónica del guardián del piélago y 4. Cuaderno de obcecaciones. La primera y tercera secciones guardan estrecha relación pues tienen que ver directamente con la convivencia hombre-mar.
En el primer caso, se trata de una mitología concebida por el autor en la cual recrea líricamente la historia de una trepidante y dolida amistad desarrollada en “la bahía”, espacio surgido del imaginario de Ayllón que (como refiere Julio Heredia en el prólogo del libro) puede tratarse del puerto de Chimbote, tierra natal del poeta.
En la tercera sección, el autor le confiere personalidad al mar para referirse a éste como un personaje digno de una crónica de vida; la técnica, aquí, combina poemas en verso y en prosa, logrando un sugestivo contrapunto escritural. Instrucciones para tu delirio, la segunda sección, constituye no otra cosa que un “manual para amar”, son poemas escritos en segunda persona dirigidos al ser amado, llegando a posibilidades temáticas extremas como el olvido. Y en la cuarta y última sección, Cuaderno de obcecaciones, quizá la más personal del autor, éste toma como pretexto tópicos disímiles como el insomnio, dios y la familia para abordar desvelos personales que pueden leerse como una secuencia existencial del resto del libro.
En palabras de la poeta Gloria Mendoza Borda, este nuevo libro de Ayllón “es una muestra que juega entre la poesía y la narrativa introduciéndonos en un mundo mágico con una incesante pasión por llevarnos a la mano turbada del mar y sus misterios”.
“En cada libro, el poeta está más seguro desde nuestra lengua castellana, marcando fuertemente la aparición de una nueva literatura para una nueva historia donde su talento expresa nuestro mestizaje con identidad y estudio. Inserto en este mundo globalizado, Ricardo Ayllón sabe lo que busca. Mete las manos en el mar, recoge estrellas y suele construir enigmáticas islas donde la palabra está hecha de agua y encanto. En esta búsqueda hay un equilibrio que se manifiesta en una delimitación intuitiva y con sonido en todos sus textos, creados con una coloración de quietud como en un cuadro de Kandinsky”.
Mendoza Borda asegura que los textos de Ricardo tienen perdurabilidad y trascendencia en cualquier espacio y tiempo. Su voz lúdica pareciera surgir de bosques poblados de luciérnagas porque el ser humano necesita de un poco de aire puro luego de una supervivencia en las grandes urbes donde el aire y la boca son impuros”.
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