Desde muy jóvenes, cuando caímos en la cuenta de que la historia del periodismo cultural en el Perú había sido escrita siempre desde épocas inmemoriales por unos cuantos escogidos: los responsables de las páginas que la mayoría de medios escritos nacionales le dedican a la cultura, supimos que ésta ha sido siempre una historia de copy-paste de cables, de entrevistas, de promoción de escasos debates e ideas sobre hechos culturales en el país y el mundo, pero también de marginación y desconocimiento respecto a la escena cultural de las provincias.
Desde jóvenes oímos a los defensores del periodismo cultural tradicional aducir que el nivel educativo de la gente (sobre todo en el interior del país) es pobrísimo, que han descendido los lectores, que la mayoría de publicaciones especializadas continúa naufragando y que por eso los escritores y artistas carecen de espacios donde hacer visibles sus trabajos. Hay quienes –con los tiempos que corren y en su condición de geeks o de simples ciudadanos tech- señalan que las publicaciones de papel “están de salida” y que la crisis del formato obliga a mirar a la Internet como única tabla de salvación.
Se podrán decir muchas cosas, pero pocos o nadie manifiestan que la realidad del periodismo cultural peruano está en crisis y que sus propios actores son responsables de ello. El culto a los premios, el apego de las efemérides, el “amiguismo”, la tendencia a las modas culturales, el inevitable cambio en el modelo de negocio (aún por resolver) y esa especie de condicionamiento a publicar lo que viene de afuera, están matando el periodismo cultural, que por ahora –al estar sometido a intereses externos- se dedica mayormente a reproducir la agenda de las instituciones culturales públicas o privadas, olvidándose de las propias discusiones que deberían nacer de su seno. El otro gran responsable del problema es el Estado, ese monstruo burocrático y podrido que siempre le ha negado el apoyo a las publicaciones de carácter cultural.
Pero no llegamos aquí -ante esta página en blanco- para llenarla de lamentos y divagaciones, sino para dejar un suscinto testimonio de nuestra modesta experiencia en el periodismo cultural a través del social media.
“Marea cultural” nació como blog en julio de 2007, luego de seis años de haber sido un programa de radio, un colectivo ciudadano dedicado a organizar y promover eventos de cultura y hasta un programa de tv. Desde el principio supimos que el audio, los gráficos animados, las fotografías y poco después el vídeo y las redes sociales nos acercaría mucho más a los lectores que –acostumbrados al papel y modo de lectura tradicional- poco a poco migrarían a estas nuevas plataformas para poder producir y transmitir conocimientos, dejando olvidados a los diarios y revistas que pierden lectores por su arrogancia e insistencia en pensar que sólo ellos tienen información digna de ser publicada. Desde el inicio nos preocupamos por constituirnos como el espacio que permita expresar, describir, informar, debatir y proponer visiones respecto a nuestra cultura y a fomentar el espíritu crítico de los ciudadanos. En el camino fuimos estrechando alianzas, sintonizando con la audiencia, generando fidelidad, acercamiento y debate entre ellos.
Desde mayo de 2009, “Marea cultural” dejó de ser el proyecto individual del suscrito. La fusión con Viadescape.TV, del geek @mijarosoft -quien pese a no ser periodista y proceder de la ingeniería de sistemas aporta una visión distinta en cómo plantear las cosas al momento de estar en Internet, pues la perspectiva que propone es la del usuario, de lo que este está esperando al otro lado del monitor- permitió que nuestra iniciativa emprendedora nos conduzca a afinar el trabajo de equipo, a potenciar el soporte tecnológico y afinar la paciencia para verificar y editar los contenidos que nuestra audiencia (la más grande en la red peruana interesada en temas de cultura) consume ávidamente en diversos formatos. La nuestra es una fusión entre el periodista tradicional (por llamarlo de algún modo) y el periodista ciudadano. En el trabajo diario siempre están presentes la minuciosidad, la precisión, la imparcialidad, la transparencia y la independencia que todo periodista debe poseer; a pesar de las enormes dificultades que conlleva trabajar sin respaldo financiero alguno (no contamos con patrocinadores ni auspiciador que respalde nuestro proyecto), nos basta una flip para poder grabar, nos basta lo que tenemos en la cabeza producto de nuestras lecturas y de la experiencia, nos alcanza la tenacidad para no rendirse y el escaso dinero que egresa de nuestro propio bolsillo (kamikaze times) para las decenas de viajes recorriendo el Perú.
En todo este tiempo, “Marea cultural” le ha dado voz a quienes nunca la han tenido. Escritores, poetas, artistas plásticos, actores de teatro, gestores culturales, educadores, músicos y ciudadanos comunes y corrientes que tienen mucho que comunicar en cada una de sus disciplinas han sido entrevistados en vídeo, así como se han realizado coberturas de los más importantes eventos del rubro en el país. Consagrados o emergentes, todos han tenido espacio en la medida que poseen conocimientos que aportar o compartir. En suma, se ha hecho posible la participación activa de los actores culturales que intervienen en todo el procesamiento de la información de interés, formando opinión y promoviendo la participación ciudadana.
Darwin decía: “no sobrevivirán las especies más inteligentes ni las más fuertes, sino únicamente las que logren adaptarse al cambio”. Las claves para poder sobrevivir todos estos años residen en la capacidad de poder reinventarse de acuerdo a como se mueven los tiempos pero manteniendo una audiencia cautiva, apostando por el vídeo en plataformas al margen de Youtube, por la anticipación a la hora de publicar, por habitar la red durante más de 14 o 16 horas diarias, por el contradecir todo tipo de lógica, pero atendiendo siempre la experiencia del usuario. Hoy contamos con una vasta comunidad: diez mil seguidores en Facebook (sumando las audiencias del perfil privado y del perfil público), mil quinientos en Twitter (180 listas), miles que visitan el blog diariamente, pero sobre todo el poder que significa la calidad e influencia de los seguidores y el sintonizar con los followers y con mucha gente que se ha sumado en la red a nuestra iniciativa para seguir creciendo.
Antes, la cultura sólo estaba presente en las portadas de los periódicos cuando algún personaje mediático fallecía o cuando se concedían premios importantes o se inauguraba algo. Ahora el sector cultural es protagonista en la red porque se ha empoderado a los ciudadanos que desean (y necesitan) un país distinto. “Marea cultural” seguirá apostando por el cambio social a través del social media, a pesar que existan todas las condiciones para nuestro cierre inminente. Desde estas líneas les agradecemos a todos.
Felicitaciones y larga vida a Marea...
ResponderBorrarArmando Li Fong.
Barranco
Buenos días. Como maestro de literatura me es grato dirigirme a ustedes y felicitarlos por el gran trabajo en equipo que realizan. Quien les habla se sirve de gran forma de los contenidos que ustedes publican y no tienen idea del gran aporte que brinda a quiene snos preocupamos en desarrollar la imaginación y el conocicimiento en temas de cultura de los estudiantes. Permítanme darles un apretón de manos y un abrazo generoso en el día del maestro. Ustedes lo son y quien sabe no lo sepan. Todo este tiempo que los leo veo que a diarioimparten enseñanzas a mucha gente que los sigue. Por mi edad no estoy en otras redes como le llaman sociales, pero mis hijas me cuentan todo lo que hacen.
ResponderBorrarOjalá otras inciativas similares surgieran, qué distinto que sería el Perú.
¡Feliz día del maestro!
Alfonso Montes Curuchet
Surco, Perú
Grande, Marea cultural. Tantos años en la brega desde la provincia, un abrazo fraterno para ustedes.
ResponderBorrarCarlos Yaque Budinich
Los escritores de provincia y los artistas independientes y emprendedores tenemos una deuda impagable con ustedes. Gracias Marea cultural. Largos años de exietencia.
ResponderBorrarSandra Utcumiré
Loreto