lunes, 28 de mayo de 2012

Libros al peso: más económico, imposible


Trópico de Cáncer, de Henry Miller. De bolsillo. 275 gramos. 2’75 euros. El siglo de las luces, de Alejo Carpentier. Tapa dura. 500 gramos. Cinco euros. Raquel Olózaga pesa los libros en una báscula digital. Podría hacerlo en el viejo peso para bebés que se encuentra al fondo de la tienda, pero no es tan preciso.
La vida de Raquel ha transcurrido siempre entre los puestos de los mercados de barrio. Se siente cómoda y tranquila. Razones familiares: su abuelo era carnicero y regentaba una tienda donde se vendían vísceras y despojos de res. Hoy, Raquel está más cerca que nunca de esa infancia con su nuevo trabajo. Ella y cinco amigos han abierto una librería de segunda mano a la que han bautizado precisamente como el negocio que tenía su abuelo, La casquería, en el renovado mercado San Fernando de Lavapiés. La novedad es que esta es la única en la que todos los libros se pagan al peso. ¿El precio? 10 euros el kilo. Aquí no se paga el contenido sino el material. Esa es su filosofía.

(...) 

“El proyecto surgió del amor que sentimos por los libros de segunda mano. Husmeábamos en las tiendas cuando teníamos tiempo y pensamos que, aunque no era un buen momento para abrir una librería al uso, sí podía serlo abrir algo alternativo. Investigamos y nos dimos cuenta de que en España no existía este tipo de oferta. Fue entonces cuando decidimos embarcarnos en esta aventura”, explica. La apertura de su negocio coincide con el anuncio de las cifras de lectura en España ofrecidas por la Federación del Gremio de Editores y que sitúan a Madrid como la Comunidad que más lee en su tiempo libre (70’2%). Una suerte para ellos...

(Post completo vía El País)

Anatomía de la decepción*

Sentirse decepcionado se asemeja a un final, a la conclusión que tiene aquello por lo que se apostó y se perdió. Una conclusión es la consecuencia de un proceso de reflexión que exige tiempo y espacio en cantidades variables. En términos facilistas, podría decirse que la reflexión está atada al pasado y la conclusión al presente. Se da por obvio que cuando se concluye algo se está mejor preparado para afrontar el futuro. Lo cierto es que toda conclusión llega tarde.

Se asume entonces que la decepción es una conclusión, la respuesta a una pregunta realizada sobre algo o alguien. El desenlace lógico, uno de los tantos finales posibles que tiene un proceso. La decepción, no obstante, alberga una serie de características que la alejan de cualquier reflexión.

La base de la decepción es la esperanza. La esperanza se nutre de suposiciones y deseos, no de razón y objetividad. Sentirse decepcionado no es más que la consecuencia natural que siente aquel que intentó sentar la base de su futuro sobre un piso de cristal. Cualquier noción respaldada por la esperanza es inútil, porque la esperanza es lo último que se encargará de decepcionarte.

Saber esto no sirve de nada. El ser humano ha creado mitos y religiones con base en el poder de la esperanza, por lo que es entendible que el mundo adquiera forma a partir de algo destinado a decepcionar. La decepción, más que una consecuencia, es un castigo, algo que la gente merece por creer -a pesar de los datos objetivos- que puede haber futuro donde solo hay vacío.

miércoles, 23 de mayo de 2012

“Ñaimlap”, el nuevo libro de Julio Fernández



Desarrollar planteamientos alrededor de la leyenda de Ñaimlap, acerca de su etimología, origen o referentes iconográficos; acerca de la ubicación actual de los espacios mencionados en la leyenda como sitios de poder político, administrativo y religioso; esbozar las consecuencias de los fenómenos naturales como El Niño en el desarrollo o destino de la antigua civilización de Lambayeque, así como la distribución de sus antiguos pobladores a lo largo de toda la región; proponer una mirada distinta respecto al tema, una alejada del enfoque eurocéntrico que no nos permite comprender el proceso cultural acontecido en nuestra sociedad; además de afirmar que la leyenda de Ñaimlap no es un simple relato o mito de origen, sino un documento con profunda validez histórica, es el objetivo del libro del arqueólogo Julio César Fernández Alvarado, publicación que acaba de entrar en circulación y que he tenido el gusto de leer hace unos días.

Diplomado en Desarrollo Local, Patrimonio y Turismo, en la Universidad de Alicante (España), y por la Universidad Pedro Ruiz Gallo, de Lambayeque; el autor es además máster en Historia de América Latina, con mención en Mundos Indígenas, por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España); Fernández es un profesor universitario e investigador que ha publicado anteriormente varios libros y artículos periodísticos relacionados con la historia y nuestra identidad.

“Ñaimlap” es un libro que demuestra el interés del autor por las manifestaciones orales desde el punto de vista arqueológico, histórico, etnohistórico, geográfico y lingüístico, palabras mayores si hablamos de investigación responsable y pasión por el trabajo cultural. Recomendable lectura.

 

lunes, 21 de mayo de 2012

La crónica, ese vicio inefable



A propósito de la crónica, ese género que en algún momento se convirtió en nuestra vida, compartimos esta breve entrevista con Julio Villanueva Chang, cargada de reflexiones al respecto.