martes, 31 de agosto de 2010

Blog Day en Chimbote

Es 31 de agosto y en Chimbote nadie celebra el Blog Day. Las escasas bitácoras que existen en el puerto no actualizan a diario o en su defecto carecen de la mínima interacción que pueda hacer posible la gestación de una verdadera comunidad o la formación de corrientes de opinión que permitan establecer el intercambio de ideas e inicativas, el diálogo y por consiguiente el cambio que nuestra sociedad necesita. Los blogs de Chimbote pierden por goleada el partido frente a las redes sociales, con honrosas excepciones que podemos contar con los dedos de una mano; progresivamente van perdiendo su centralidad en términos de penetración, pero increíblemente el fenómeno parece no importarle a sus administradores.
El suscrito empezó en la blogósfera en 2005, con un espacio que ya no existe. Al año siguiente empecé a administrar Mundo cachina, cuaderno subterráneo de literatura, bitácora en la cual posteé durante un año y que sirvió de tubo de ensayo para lo que en 2007 nacería bajo el nombre de Marea cultural, pero esa es otra historia. Si deseamos darle una mirada a la escena blog del puerto podríamos revisar Chimbote en blogs, post de Juan Arellano, quien a su vez publicó el artículo en inglés vía Global voices. Otro texto que recoge la realidad del activismo web en Chimbote fue publicado también por Global voices y pueden leerlo aquí. A quienes celebran el Blog Day le hacemos efectivo un abrazo, a quienes (como el suscrito) no son parte del sistema también los saludamos con el afecto de siempre. Este blog sobrevive a pesar del escaso tiempo con que cuenta su editor, habitante de Twitter y otras redes sociales a tiempo completo; me apenaría mucho tener que abandonar este espacio, pero soy consciente que me debo a los lectores que no utilizan el microblogging y aún visitan esta página. Un abrazo para todos.

Periodismo y violencia

El fin de semana asistimos a una clase de periodismo a cargo de Edmundo Cruz, el mayor exponente del periodismo de investigación en el Perú y a su vez profesor de la especialidad en la Universidad Católica; pero también participamos de la disertación de Iris Jave, directora del área de Asuntos Públicos y Comunicaciones del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP.
En el Taller "Conceptos básicos para la cobertura periodística de diversas situaciones de violencia", realizado en el Sonesta Hotel El Olivar de San Isidro, los participantes analizamos el rol de los medios de comunicación en el Perú durante el conflicto armado (1980-2000), la relación demanda-diálogo entre actores políticos y medios de comunicación, así como las estrategias de control de información utilizadas, la selección de fuentes e informantes y el uso adecuado del lenguaje.
El contexto en el que se ejerce el periodismo en el Perú es de alto riesgo. La inadecuada política de seguridad pública y los intereses de los grupos violentistas y el crimen organizado afectan la cobertura informativa y condicionan en muchos casos los contenidos difundidos por los medios de comunicación. En el país no existen mecanismos para prevenir ataques y proteger a periodistas y medios de comunicación en situación de riesgo, tampoco existen acciones que garanticen la justicia. ¿Cómo combatir la impunidad? ¿Cómo prevenir las agresiones a periodistas y medios? ¿Cómo garantizar que la ciudadanía tenga información diversa, objetiva, plural, oportuna y veraz sobre lo que sucede? ¿Cómo contribuir a que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas, derecho fundamental en toda sociedad que se hace llamar democrática?

lunes, 30 de agosto de 2010

Contracorriente

El sábado en la noche aproveché mi estancia en Lima para ver "Contracorriente", el arriesgado film de Javier Fuentes-León, laureado en Sundance y en otros festivales importantes. Tragedia amorosa la que vimos, propuesta fílmica sobre el sentimiento más que sobre la condición homosexual, una historia humana y profunda que está unida a las arraigadas tradiciones respecto a la muerte en los pequeños pueblos de pescadores del litoral peruano.
Contracorriente presenta la relación homosexual al mismo nivel que la heterosexual; en el film, el protagonista deberá lidiar con sus actos y aceptar quién es verdaderamente, aunque ello signifique perder a sus seres queridos, así como ser rechazado por un pueblo donde las convenciones sociales se mantienen incólumes. Verosímiles actuaciones de parte del boliviano Cristhian Mercado, el colombiano Manolo Cardona, y la peruana Tatiana Astengo.
Los días soleados, las noches de Cabo Blanco y sus playas de ensueño ensalzan una película con riqueza visual. Vale la pena ir a ver este drama con toques de realismo mágico, dejarnos llevar no sólo por su guión muy bien escrito, sino también por una banda sonora donde destaca el tema de Celso Piña y Café Tacuba: "Aunque no sea conmigo".

viernes, 27 de agosto de 2010

última canción

augusto rubio acosta

yo grité en el desierto y fui escuchado
hundí mi raíz como un relieve de luz
en tu luz
y poco a poco germinaron
y se hicieron interminables
nuestros campos azules

yo grité en el desierto
y me convertí en árbol
por las noches hablaba con las piedras
de la desproporción entre el eco del amor y su destino
yo bendije yo estuve
yo temblé
imaginé silbar al viento de tu risa y de tu llanto
mire al cielo y me mojé desnudo
en la noche vertiginosa del abismo
con tu lluvia tu tormenta
también tu corazón
yo grité en el desierto y escribí tu nombre
con un palito sobre la arena
aquí he estado siempre
lecto-escribiendo tu vida
sobreviviendo
esperando
tu abrazo.

jueves, 26 de agosto de 2010

Se ha ido Jorge Qwistgaard, adiós poeta

Conocí a Jorge Qwistgaard apenas regresé a Chimbote, hace diez años. Conocí a Jorge en su legendaria "Casa de madera" (donde en este mismo instante lo están velando) y me acerqué a su poesía y a una amistad que se mantuvo firme todo este tiempo. Los versos de Qwistgaard, su poema "La historia con sus patas de caballo", el mismo que dio origen y nombre al libro que publicara en 2006, están pegados en las paredes de la casa del jirón Ruiz donde vivió.
Se ha ido Qwistgaard, el poeta contestatario y atormentado por el tropel que la sociedad postmoderna nos impone; nos deja su libro, el haber sido uno de los fundadores del INC Chimbote, del Grupo de Teatro Éxodo, promotor de lo que hoy es la Universidad San Pedro.
Qwistgaard dedicó sus esfuerzos los últimos años a publicar "La casa de madera", poemario inédito sobre el espacio donde se gestaron innumerables reuniones que desembocaron en luchas en las calles exigiendo la creación de una universidad para Chimbote y otras demandas hasta ahora insatisfechas. "Yo tengo una deuda con ese lugar que es mi casa, donde he vivido plenamente y donde también he sufrido...", declaró el recordado Doctor Chakiri, en la última entrevista que le hice. Se ha ido Jorge, lo voy a recordar siempre ingresando a la fuerza, pateando la puerta del auditorio de la vieja biblioteca municipal e interrumpiendo la presentación de mi libro de poemas -con una bandera peruana como chalina- para declamar "Mi camisa de comando". Lo voy a recordar en su diario ajetreo ida y vuelta por el jirón Ruiz, tomando quinua caliente en el Mercado Modelo bien temprano, llamándome por mi apellido y en voz alta de extremo a extremo de la calle para hablar de poesía. En este preciso instante el cortejo fúnebre abandona su casa camino al camposanto. Descansa en paz, poeta, descansa en paz amigo.
* Ilustra este post una fotografía de Pisadiablo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

¡Habla, San Pedrito!

Los últimos tiempos (como en algún momento he mencionado aquí) los he dedicado a escribir. A leer, investigar, a ficcionar y sobre todo a producir literatura infantil. Y me ha interesado rescatar las tradiciones, lo que nos niños sienten y perciben desde su nacimiento, los hechos históricos que muchas veces (por ignorancia, por falta de criterio en las escuelas, por falta de compromiso de sus padres) les son vetados, les son negados. Chimbote es ancho y es ajeno, el puerto es la ciudad de todas las sangres y la literatura infantil debe servir como instrumento de trabajo (como puente) para insertar a los niños en el conocimiento pleno de su contexto cultural.
El que sigue es un adelanto de una serie de publicaciones que espero vean la luz pronto bajo el formato de libro ilustrado. Lo comparto con ustedes, espero les agrade...

¡Habla, San Pedrito!

Conversación con el Santo Patrón

Mamá no recordaba mucho, pero hizo el esfuerzo; se puso a buscar en el tiempo, en ese pasado brumoso alojado junto a los buenos recuerdos de cuando era niña y su madre le contaba historias mientras la familia toda saboreaba camotes y choclos asados junto al fogón de su vieja casa. “Tu abuela Isabel llegó a Chimbote en 1945. Llegó en el tren junto a mis hermanos mayores, trajo sus cosas a bordo de una serie de vagones enganchados a esa vieja locomotora Henschel que iba y venía de Huallanca atravesando túneles y puentes metálicos; todavía no empezaba la migración hacia el puerto, pero muchos campesinos -y familias enteras de la sierra- ya querían venir a mirar hacia el mar…
Las ofrendas florales flotaban a lo lejos sobre el mar ondulante. Era 29 de junio y estábamos en La Caleta, a la orilla del mar; hacía frío y los pescadores elevaban oraciones al cielo en memoria de sus compañeros trágicamente desaparecidos durante las faenas de pesca. La imagen de San Pedrito recorría la bahía a bordo de su lancha, lo seguían una serie de embarcaciones atestadas de fieles y de quienes -por el hecho de poseer fortuna y poder- marginaban al resto y querían estar “más cerca” de Dios. En la orilla, esperábamos pacientemente junto a la Hermandad de San Pedrito -la única que, según mamá, está reconocida en el mundo- a que llegase el Santo Patrón, a que descendiese de su bote a la playa mientras reventaban las bombardas en el cielo para alegría de todos.
- Pero, Mamá, ¿y San Pedro, qué me cuentas?...
- De San Pedrito te puedo contar lo poco que sé, pero no es mucho; quien sabe sólo lo que he vivido, hijo…
Su relativa juventud, hacía que mamá no constituya una buena fuente de información; no alcanzaba, tenía que sumergirme más atrás en el tiempo, escarbar en el pasado, conversar con las personas correctas y hurgar debajo de los escombros de la memoria si deseaba de veras conocer de primera mano la historia del Santo Patrón.
Desde esa mañana en La Caleta -lo recuerdo bien- me propuse convertirme en cazador de la historia de San Pedrito, me dediqué a hurgar en bibliotecas públicas y estantes de libros de casas ajenas en busca de mi más grande obsesión por aquéllos días. Al principio, lo único que obtuve fueron historias nada convincentes o mal hilvanadas, de boca de nada fiables interlocutores. Visité Huanchaquito, recorrí el lugar que décadas atrás fue “La ramada” e interrogué a investigadores históricos y a periodistas retirados que -igual- a nada bueno me condujeron. Me reuní con antiguos pobladores de Chimbote y tomé anotaciones, me empezaron a sonar familiares un puñado de añejos apellidos portuarios y grabé audios producto de mis largas conversaciones con ellos, los mismos que escuchaba repetidamente y analizaba por las noches en casa; hasta llegué al desaliñado ex local de la Hermandad, en el barrio más antiguo del puerto, para indagar sobre la historia del patrón de los pescadores. En ese camino, una tarde mientras mi abuela freía cachangas y yo le contaba mis noches de insomnio, ella prometió presentarme a sus viejos contertulios a quienes acompañé pacientemente durante los posteriores fines de semana en sus diálogos y devaneos sosos, en sus alucinaciones, hasta en las palabras subidas de tono en las cosas que me contaron. Exhausto, decepcionado si cabe el término, convencido de la enorme ignorancia de los chimbotanos respecto a nuestra historia, una noche -en la que para variar “cabeceaba” en el sofá, muerto de sueño frente al televisor encendido- la abuela Isabel me señaló el hilo de la madeja, me dijo que ya estaba bueno eso de jugar al historiador fracasado y que era hora de tomar al toro por las astas: “hijo, por las puras mi sangre no circula por tus venas”... A pesar que eran las once de la noche, no tardé mucho en salir a la calle y caminar hasta la primera cuadra de la avenida Pardo, no titubeé en tocar la puerta e ingresar al templo para insistirle al párroco que se haga de la vista gorda un buen rato y me permita pernoctar en el lugar, dialogar a solas con mi interlocutor. De ese tiempo data esta breve conversación, esta especie de crónica, de reportaje a San Pedrito…

Lea el texto completo aquí.

martes, 24 de agosto de 2010

Chimbote: la bendita identidad

Muro de Facebook, una fotografía de la antigua Plaza 28 de Julio y el espacio necesario para que se escuche (se lea) nuestra voz, la voz de los chimbotanos que cada cierto tiempo nos preguntamos si tenemos o no identidad. Y la pregunta nos la formulamos no precisamente porque pensemos que carecemos de ella, sino porque a los chimbotanos nos resulta inaguantable reconocer el estado patológico de nuestra personalidad social.
La inestabilidad del sujeto social (del chimbotano a secas) se evidencia con nuestra falta de reacción, con la abulia de la que hacemos gala al momento de emprender nuestros proyectos de desarrollo, como también cuando explosivamente emprendemos proyectos sin contar con la capacidad para su realización. Así somos. Basta mirar hacia atrás y revisar la historia de lo que hemos sido y somos como pueblo para abundar en ejemplos cada cual más preciso.
Chimbote ha tenido momentos brillantes, oportunidades históricas que no fueron aprovechadas en aras de la forja y consolidación de nuestra identidad. En el puerto se debió interrumpir el grave transtorno de nuestra psicología colectiva para sentir y levantar nuestra identidad con orgullo en el momento más adecuado. La falta de identidad como chimbotanos (y como peruanos) se refleja principalmente en la falta de identificación política y en la discriminación racial. Pero ¿de qué estamos hablando cuando mencionamos la palabra identidad? Subercaseaux se refiere a ella como el conjunto de rasgos relativamente fijos, que se relacionan a cierta territorialidad, a la sangre y al origen, como una esencia inalterable formada por un pasado remoto. Los psicólogos sociales señalan que la identidad es el reflejo del inconciente colectivo que se expresa en diversas ideas y acciones sociales, que y se transmite de forma genética de generación en generación obviándose el proceso de aprendizaje y socialización. Sin embargo, bastará responder a la pregunta ¿quién soy? para comprender la magnitud del problema que afrontamos.
En los días que siguen postearé en este mismo espacio algunas otras ideas y reflexiones surgidas alrededor de la necesidad de construir el sentimiento de comunidad que no tenemos en el puerto. Mientras tengamos una sociedad fragmentada, desigual e inautónoma, mientras la matoría de la población chimbotana sea víctima de todo tipo de discriminación y no hagamos nada como sociedad para defendernos de la globalización que extermina lentamente nuestras costumbres y tradiciones, seguiremos como estamos, preguntándonos cada mes de junio en los cada vez más inútiles foros públicos respecto al tema, en cada San Pedrito, si tenemos o no identidad, si nos es permitido apropiarnos de la dichosa palabra.

See you soon, Fogwill, adiós maestro

Hay quienes recuerdan a Fogwill como el imprecindible autor argentino de las últimas generaciones, quienes recuerdan su notable escritura y el estilo que pegaba directo en nuestra sensibilidad, hay quienes recuerdan sus magistrales conferencias, sus libros, el que haya sido el motor constante de la literatura bonaerense. Nosotros lo recordamos por "Muchacha punk", su libro recopilatorio de cuentos escritos entre 1978 y 1997, volumen donde se encara directa o subrepticiamente la última dictadura militar argentina.
Fogwill nos dejó el fin de semana que pasó y ha dejado tristes a sus lectores. Vuelvo a abrir "Muchacha punk" y muchas cosas me vienen de nuevo a la cabeza: el momento en que leí el libro por primera vez (allá en la Biblioteca de El Olivar de San Isidro), la magnífica impresión que me dejó su lenguaje y manejo narrativo, la honda sensibilidad y transformadora realidad que nos presenta. Abro el libro y la palabra de Fogwill fluye:
"En diciembre de 1978 hice el amor con una muchacha punk. Decir "hice el amor" es un decir, porque el amor ya estaba hecho antes de mi llegada a Londres y aquello que ella y yo hicimos, ese montón de cosas que "hicimos" ella y yo, no eran el amor y ni siquiera –me atrevería hoy a demostrarlo–, eran un amor: eran eso y sólo eso eran. Lo que interesa en esta historia es que la muchacha punk y yo nos "acostamos juntos..."
Adiós, maestro.

domingo, 22 de agosto de 2010

Los nuevos poemas de Juan de la Fuente

"Deja que la calle se abra como un paso / y el paso se abra como una ciudad / deja que la ciudad y la calle / se abracen a tu cuerpo y una rama sin tiempo cuelgue de tus palabras cerradas / sentirás que la luna vive aquí, entre tus papeles / y que el oro de la piedra se sumerge en el mar..."
Es domingo en Chimbote y me he regalado la mañana, la tarde, el día, para leer "La belleza no es un lugar" (Carpe diem Editora, 2010), tercer poemario de Juan de la Fuente, poeta y periodista de quien el año pasado había leído "Las barcas que se despiden del sol" (Travías Editores y The Latino Press, 2008), libro-objeto que reseñé en su momento en este mismo espacio. Leí el libro y me fue inevitable acordarme de Óscar Hann, quien justificaba la escritura de poesía "porque la luna porque rimbaud / porque el claro porque la sangre porque el papel / porque la carne porque la tinta porque la piel / porque la noche porque me odio porque la luz...".
Los poemas de Juan de la Fuente nos ayudan a encontrarnos a nosotros mismos, la palabra es el instrumento mediante el cual exploramos nuestro interior, nos acercamos a nuestros orígenes y descubrimos lo que somos. Lo efímero de la felicidad y la belleza, la vida hecha poesía y la poesía hecha muerte. "La marea trae sus palabras como la noche sus conjuros (...) ven conmigo, palabra / ya nada tenemos que hacer / aquí sólo hay lugar para la poesía".
Escribo en el navegador, visito Noticias del interior (el blog de Juan de la Fuente) y clickeo sobre las portadas de sus tres libros de poesía; me acompaño entonces con una entrevista al autor más la respectiva lectura de poemas. Uno tras otro, fluye la palabra, la voz de un lirismo sin tiempo, la matemática de un lenguaje que nos devuelve el sentido de nuestra existencia, que nos ilumina, que nos hace mejores hombres, más humanos...

Takashi, la novela de Ernesto Carlín

Con Ernesto Carlín nos une una amistad que va más allá de nuestras pasiones comunes: el fútbol (él es barrista del Sport Boys, yo hincha de Alianza Lima), la literatura y el periodismo cultural. Nos une el hecho de ser de puerto y de habitar la blogósfera, terapeútica que nos ayuda sobremanera a entender nuestra idiosincracia, nuestra propia existencia. De Carlín leí hace algún tiempo y tengo en mis estantes "Falso amanecer", novela breve influenciada fuertemente por el cine, la televisión, el rock y la cultura urbana y popular, un libro que quizá mereció mayor difusión y mejor destino. Ahora llega a mis manos "Takashi: Historias robadas", nueva novela donde -al igual que en su anterior publicación- el autor recoge descarnadamente las peculiaridades del sujeto peruano postmoderno.
Hacer literatura en el Perú es casi un suicidio y eso lo sabe bien el personaje central del libro, quien encuentra en el submundo hardcore de las barras bravas del equipo rosado y en la literatura la identidad que la sociedad le ha negado. Todos los hombres son mejores que el disfraz que los va cubriendo y los asfixia (Stevenson), son mejores a pesar que decidan morir al otro lado de las sombras (Zcuela Cerrada), a pesar de que sean piedras: sin alma (Chacalón) y de que la verdad sea aburrida: puta frustración (Eskorbuto). He leído "Takashi" de un tirón y "aquí sigo, viendo el monitor de mi computadora como si en él estuviera la respuesta a algún problema, como si la Virgen María o el mismísimo Niño David se fueran a materializar en los miles de píxeles que torturan mi vista...". He leído la nueva novela de Ernesto Carlín y trato de hallar una salida, un lugar donde detenerme a descansar en medio de la oscuridad, lejos del ruido, de las luces, en medio de la oscuridad de mi puerto, de mi ciudad. Y aún sigo huyendo, buscando...

sábado, 21 de agosto de 2010

IQT (remixes), de Paco Bardales

Acabo de leer IQT (remixes), libro de crónicas, artículos y reportajes de Paco Bardales que llegó tardíamente a mis manos, seguramente porque el tránsito de los artefactos culturales de una mano a otra a veces tardan más de la cuenta cuando -como en este caso- va a ser de veras placentera la lectura.
A manera de crónicas, la historias que narra Bardales están íntimamente ligadas a la memoria visual, al séptimo arte, a la literatura y a la invitación permanente a conocer Iquitos, urbe del oriente peruano donde nació el autor y donde como cantaba Aguilé: "Todas las calles están llenas de gente y por el aire suena una música...".
Y es que algunos hemos conocido bien y hace mucho la amazonía a través de su literatura; leyendo a Calvo, a Lequerica, a Cayo Vásquez, a Francisco Izquiero Ríos, Arturo Hernández, y a los juglares del grupo Bubinzana, es posible acercarse a Iquitos, a su gente, a su hervor y a su cultura. Lo mismo podríamos decir de la valiosa legión de artistas plásticos y de músicos de calidad que ha producido históricamente la zona oriental de nuestro país.
La lectura de Iqt (remixes) es un viaje a la historia, una mirada a las expresiones culturales inherentes a todo un pueblo, un documento desde la periferia donde es posible sentir el calor bullente y la atmósfera vital, excesiva y multicolor de una ciudad, de todo un pueblo. Iquitos: ya vamos.

martes, 17 de agosto de 2010

Encuentro en Chimbote: Relit y Marea cultural


Milton Rojas, Américo Mendoza-Mori, Reynaldo Cruz y Augusto Rubio Acosta. Breve diálogo en Chimbote sobre gestión cultural, literatura y redes sociales. Red Literaria Peruana. Marea cultural.

"Marea cultural" en Huancayo

Este sábado 21 de agosto estaremos en el Mantaro. En el marco de la II Feria del Libro de Huancayo, presentaremos el proyecto "Marea cultural: el otro lado del social media" en el Pecha Kucha Night a desarrollarse en esta ciudad.
Cuando las ideas escogen una noche para darse a conocer y se mezclan, empieza la conversa, la pecha kucha. Creativos de disciplinas tan variadas como sus proyectos contarán sus ideas y encenderán la noche en un evento de intercambio que ya enciende fresca inspiración en las grandes ciudades del mundo.
Pecha Kucha Night Huancayo es una radiografía creativa de la ciudad y el país. El evento se iniciará a las 8:00 pm del sábado 21 de agosto y la cita es en el Centro Comercial Real Plaza. El ingreso es libre. Todos están invitados.

Chimbote: Gestión cultural y desarrollo

El taller "Más mediadores y gestores: cultura y arte descentrados", dictado hace diez días por Américo Mendoza-Mori, de la Red Literaria Peruana, en la Biblioteca César Vallejo y Centenario de Chimbote, le dejó a los participantes (estudiantes universitarios, profesores y gestores) una visión más amplia respecto a lo que podemos hacer como agentes culturales desde la iniciativa ciudadana. Un interesante análisis y conversatorio alrededor del concepto de cultura, los sectores que la componen, las artes, la cultura y el desarrollo.
Chimbote debe constituirse en una ciudad donde los proyectos culturales se conviertan en el pilar del desarrollo local sostenible. Urge formar gestores culturales con actitud y entregarles las herramientas que les permitan emprender la intermediación entre las fuentes de financiamiento de proyectos culturales, los artistas y las comunidades. Ya es tiempo que cambiemos nuestra forma de pensar, es hora de avanzar por un nuevo camino.

viernes, 13 de agosto de 2010

Con el poeta Cristhian Briceño, en Conelit


Ganador de la tercera edición del premio de poesía "Ese puerto existe", que organiza el Centro de Estudiantes de Literatura de la Universidad de San Marcos, con ustedes Cristhian Briceño. Red Literaria Peruana. Marea cultural

La resistencia

Los días de silencio que han pasado, la ausencia en éste mi viejo blog que me siempre me acompaña, jamás se justificarán si no fuese porque durante la oscuridad siempre tuve algo que decir en la libertad vigilada de mis palabras. la escritura, ese crisol sin precedentes que pone en igualdad de condiciones al lenguaje y al pensamiento, ha aflorado siempre en las circunstancias más difíciles que le han tocado vivir a este raro, desclasado, ambiguo y parásito cimarrón enamorado de un lenguaje sin utilidad y contradictoriamente viviente.
En este blog sabemos de siempre que la libertad se adquiere paradójicamente con el mayor rigor y la mayor disciplina. Así es en la poesía y en los ejercicios impúdicos en los que debemos desnudarnos para escribir. Los días de silencio que han pasado los pasé reflexionando, escribiendo, enhebrando ideas alrededor de algunos temas que me tocan profundamente y hasta me cuestionan, dañan, aniquilan, destruyen. Los días que vienen terminaré de escribir una nueva historia; ya les contaré de qué se trata, ya compartiremos. Finalmente, a esta altura del post (y de la madrugada insomne) recuerdo las sabias palabras de Octavio Paz que alguna vez leí en una entrevista: "Un poema (o una historia) no se termina nunca sino que se abandona"... Y yo continúo porfiando, continúo escribiendo.

domingo, 1 de agosto de 2010

Juan de la Fuente y "La belleza no es un lugar"


Poeta y comunicador social, Juan de la Fuente administra también el blog Noticias del interior y en esta entrevista dialoga con nosotros sobre "La belleza no es un lugar", su último libro de poesía. Marea cultural.