miércoles, 2 de marzo de 2011

Voz femenina y metàfora

Óyeme con los ojos no es sólo un libro que reúne a 21 escritoras mexicanas que han transgredido las formas de hacer literatura y los cánones establecidos por la sociedad. Es un llamado para escuchar la voz de las mujeres.
En palabras de Patricia Rosas Lopátegui, quien se encargó de la realización de este libro que reúne una selección de la obra de 21 escritoras mexicanas de distintas épocas, “Óyeme con tus ojos” es un verso escrito por Sor Juana Inés de la Cruz, seguido de otro verso “Ya que están tan distantes los oídos”.
De tal manera que estos dos volúmenes, explica la académica de la Universidad de Nuevo México, “son una metáfora que pide escuchar la voz de las mujeres. Sociedad patriarcal mexicana, oiganos con los ojos ya que no pueden escucharnos con los oídos. Aquí estamos con nuestras revoluciones, renovaciones y contribuciones a literatura y la vida política y social mexicana”.
Más lectura vía El Universal.

La cultura no es un lujo


Buenos lectores como minoría: una falsa élite

Mireia Manresa Potrony, de la Universidad Autónoma de Barcelona, se refiere en el abstract de su ponencia titulada como el presente post a las "falsas élites de lectores". Así empieza:
Es una realidad conocida que los lectores jóvenes que leen una cantidad de libros elevada son una minoría. Estos lectores, que podríamos calificar de “buenos lectores” atendiendo al hecho de que tienen un hábito lector relativamente constante, son una minoría desaventajada, contrariamente a lo que pudiera presuponerse. Son, por tanto, una falsa élite. A partir de un estudio longitudinal basado en las lecturas literarias de 80 jóvenes durante sus tres primeros años en la Secundaria obligatoria como referencia (Manresa, 2009a), nos referiremos a las debilidades de este tipo de lectores: inestabilidad, encasillamiento, inseguridad y aislamiento. Finalmente, haremos referencia al tipo de atención que necesitan según sus características.
(...) Aunque parezca una contradicción, el lector fuerte cuantitativamente hablando es, por muchas otras características, un lector débil que necesita de atención de la misma manera que los que leen poco. El lector que lee mucho es inestable, se encasilla en un mismo tipo de textos, es inseguro y está aislado del resto de compañeros con quien no puede compartir sus lecturas...
Lectura completa vía IBBY.