Los días que han seguido a la publicación de mis dos anteriores post (1) y (2) relacionados a la necesidad de implementar políticas culturales en Chimbote y Áncash, conversé con diversas personas relacionadas con el quehacer cultural y el quehacer público (en materia de administración para ser exactos). A todos ellos les quedó claro que las políticas culturales pueden contribuir decididamente al desarrollo y que un paso clave es la incorporación de gestores culturales en la administración pública, para que éstos puedan brindar información cultural, visión de conjunto, crear interrelaciones con los demás sectores y agentes, así como participar en el diseño de gestión y políticas a implementar y además en la formación de nuevos gestores.
Las políticas culturales deben proponer proyectos culturales que permitan una permanente reflexión y cuestionamiento del orden establecido, deben involucrar a los ciudadanos en la construcción de una nueva imagen de sí mismos y movilizarlos hacia mayores cambios sociales. En ese sentido, estamos hablando de un intento de pasar de la inercia desmoralizante en que estamos sumidos históricamente a un proyecto que proponga el futuro de nuestra ciudad desde el trabajo cotidiano en el presente; en suma: enfrentar los problemas sociales de Chimbote mediante prácticas culturales y ubicar a la cultura como un agente de cambio y desarrollo social.
En Áncash necesitamos implementar políticas culturales que deben ser diseñadas por los gobiernos locales manteniendo un diálogo constante con las desarrolladas por otros agentes del sector, con las de otros sectores (educación, salud, empleo, etc.) y con las políticas diseñadas por la administración pública central para el ámbito nacional. Este complejo tramado requiere de gente capaz que pueda responderse a sí misma de dónde parte una política cultural (de conocer la dinámica cultural poblacional y las necesidades o problemas de la población), hasta dónde llegan las políticas culturales (a la satisfacción de las necesidades y problemas de la población mediante procesos de consulta y participación ciudadana) y quiénes pueden aportar a su diseño e implementación (los gestores culturales conscientes de la necesidad urgente de cambio).
Los días que han pasado han servido para continuar reflexionando sobre lo que queremos para nuestra ciudad en materia cultural y para ir afinando detalles respecto al Foro Público "Chimbote: Políticas culturales ¡ahora!" que convocaremos para las semanas siguientes. Cosas concretas y planeamiento estratégico cultural enhebrado dentro de las políticas públicas es lo que deseamos, no mero asistencialismo o falacias que nos conducen a nada, al fondo del hoyo donde estamos atrapados desde tiempos inmemoriales sin mirar hacia arriba, sin pensar en el desarrollo.
* La fotografía que ilustra este post le pertenece a Nadia Rain.
Los políticos no entienden de estas cosas, son tan ignorantes. Cómo harás que entiendan, eso es lo que me pregunto.
ResponderBorrarClaudia. La Molina
Los políticos si entiendes, querida Claudia, lo que pasa es que dejan d elado el tema porque no les es RENTABLE, no les rinde dinero, COIMA, DIEZMO, CUTRA o sea ese plus que les encanta y LA ÚNICA RAZÓN POR LA QUE ENTRARON EN POLÌTICA.
ResponderBorrarOjalá se digan las cosas en el foro, ahí estaré apenas lo convoquen.
Sandro.