Trópico de Cáncer, de Henry Miller. De bolsillo. 275 gramos. 2’75 euros. El siglo de las luces,
de Alejo Carpentier. Tapa dura. 500 gramos. Cinco euros. Raquel Olózaga
pesa los libros en una báscula digital. Podría hacerlo en el viejo peso
para bebés que se encuentra al fondo de la tienda, pero no es tan
preciso.
La vida de Raquel ha transcurrido siempre entre los puestos de los
mercados de barrio. Se siente cómoda y tranquila. Razones familiares: su
abuelo era carnicero y regentaba una tienda donde se vendían vísceras y
despojos de res. Hoy, Raquel está más cerca que nunca de esa infancia
con su nuevo trabajo. Ella y cinco amigos han abierto una librería de
segunda mano a la que han bautizado precisamente como el negocio que
tenía su abuelo, La casquería,
en el renovado mercado San Fernando de Lavapiés. La novedad es que esta
es la única en la que todos los libros se pagan al peso. ¿El precio? 10
euros el kilo. Aquí no se paga el contenido sino el material. Esa es su
filosofía.
(...)
“El proyecto surgió del amor que sentimos por los libros de segunda
mano. Husmeábamos en las tiendas cuando teníamos tiempo y pensamos que,
aunque no era un buen momento para abrir una librería al uso, sí podía
serlo abrir algo alternativo. Investigamos y nos dimos cuenta de que en
España no existía este tipo de oferta. Fue entonces cuando decidimos
embarcarnos en esta aventura”, explica. La apertura de su negocio
coincide con el anuncio de las cifras de lectura en España ofrecidas por
la Federación del Gremio de Editores y que sitúan a Madrid como la
Comunidad que más lee en su tiempo libre (70’2%). Una suerte para ellos...
(Post completo vía El País)
buena idea para poner algo parecido aquí en Lima.
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