Husmeando entre el 'hueso', en mi casero de Kilka encontré hace un par de semanas, 'Anuncio una casa donde ya no quiero vivir', del checo Bohumil Harabal, libro de relatos editado por El Aleph (su primera edición en español es de 1989), historias que fueron escritas cuando
Checoslovaquia (que aún era un solo país) vivía bajo el yugo comunista,
tres años antes de que Hrabal fuera censurado.
Leyendo a Hrabal es posible encontrar a un extraordinario ser humano, uno que busca el arte en la desgracia y en la decadencia, en la marginación y la
derrota, en la miseria urbana. En este libro se llega a vislumbrar un deseo velado de libertad, de
dejar a un lado la opresión y la censura constantes a la que todo se ve
continuamente sometido. Así, gente
común que se descubre extraña, artistas que buscan crear algo nuevo, oficiales con un 'relajado' sentido del deber y personajes que no son sino un reflejo de cómo el autor percibe el mundo captado en los bares más sórdidos y miserables de Praga, desfilan por sus páginas descendiendo a su vez en la escala social cada vez más, más abajo.
Excepcionalmente lúcido como pocos autores, Hrabal es capaz de absorber y narrar de determinada forma las vivencias y a través de ellas transmitirnos el espíritu del tiempo que le tocó vivir, una época donde nunca hubo espacio para quijotes de la cotidianidad como él, para escritores desclasados, para quienes finalmente no soportan más el mundo en el que deambulan y no les queda otro camino más digno y fervoroso que el suicidio.
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