Volvimos a ver a Edmundo Cruz, esta vez en las calles de Chimbote; y sin embargo, conversamos lo mínimo indispensable. Lo ajetreado de su breve visita al puerto, el ir y venir de comunicadores, estudiantes, de ciudadanos que deseaban acercarse para estrecharle la mano y saludar personalmente al actual periodista de investigación de “La República”, profesor universitario de la especialidad, y protagonista del documental “La Cantuta en la boca del diablo”, lo impidieron. Igual, él sabe, en algún momento se lo dijimos, le hicimos saber la profunda admiración y estima que sentimos por su persona, por su trabajo.
Edmundo Cruz es un periodista de estirpe, de raza, un hombre sin miedo y auténtico cazador de información que encabezó la investigación sobre la desaparición de los nueve estudiantes universitarios y un profesor de La Cantuta en los años noventa, uno de los crímenes capitales por los cuales fue condenado el ex dictador Alberto Fujimori. Al equipo de periodistas de la revista “Sí” -que investigó el caso- el país le debe el desentrañamiento de una de las violaciones de derechos humanos más atroces que convulsionaron a la opinión pública de su tiempo, el sacar a la luz las manifestaciones más cruentas del terror de la violencia subversiva en la mega urbe y en el resto del país.
“Sinceramente no creo que sea difícil hacer periodismo de investigación (…) y en nuestro tiempo, en nuestro país, las condiciones son excelentes porque existe la necesidad de investigar muchas cosas ocultas, porque tenemos una cultura de la corrupción institucionalizada, acentuada, y aquí el poco o nulo apoyo de los medios de comunicación para desarrollar este tipo de periodismo es evidente. Que el periodismo de investigación implica un riesgo, definitivamente implica un riesgo, pero no debemos olvidar nuestro compromiso con la verdad, con el pueblo, con los derechos humanos y el país (…) A los jóvenes periodistas siempre les digo que mirar hacia la investigación es importante, trascendente si queremos desarrollar la sociedad. Ahora, en este tiempo de blogs y redes sociales, hay más posibilidades de tener un medio independiente y sin presiones, en ese sentido creo que la independencia puede estar garantizada…”
Los cientos de chimbotanos que abarrotaron el auditorio de la Universidad San Pedro la noche del martes, durante la proyección del antes citado documental, le obsequiaron a Edmundo un prolongado y sincero aplauso. El maestro ya está viejo, tiene el andar cansino, el oído cada vez menos sensible, pero el ímpetu al tope para seguir impartiendo conocimientos y experiencias en las aulas y para viajar por el Perú comunicando su buena nueva: que el periodista no debe olvidar su compromiso con el pueblo, con la verdad. Muchas gracias Edmundo; nos alegra conocerte, maestro.
Edmundo Cruz es un periodista de estirpe, de raza, un hombre sin miedo y auténtico cazador de información que encabezó la investigación sobre la desaparición de los nueve estudiantes universitarios y un profesor de La Cantuta en los años noventa, uno de los crímenes capitales por los cuales fue condenado el ex dictador Alberto Fujimori. Al equipo de periodistas de la revista “Sí” -que investigó el caso- el país le debe el desentrañamiento de una de las violaciones de derechos humanos más atroces que convulsionaron a la opinión pública de su tiempo, el sacar a la luz las manifestaciones más cruentas del terror de la violencia subversiva en la mega urbe y en el resto del país.
“Sinceramente no creo que sea difícil hacer periodismo de investigación (…) y en nuestro tiempo, en nuestro país, las condiciones son excelentes porque existe la necesidad de investigar muchas cosas ocultas, porque tenemos una cultura de la corrupción institucionalizada, acentuada, y aquí el poco o nulo apoyo de los medios de comunicación para desarrollar este tipo de periodismo es evidente. Que el periodismo de investigación implica un riesgo, definitivamente implica un riesgo, pero no debemos olvidar nuestro compromiso con la verdad, con el pueblo, con los derechos humanos y el país (…) A los jóvenes periodistas siempre les digo que mirar hacia la investigación es importante, trascendente si queremos desarrollar la sociedad. Ahora, en este tiempo de blogs y redes sociales, hay más posibilidades de tener un medio independiente y sin presiones, en ese sentido creo que la independencia puede estar garantizada…”
Los cientos de chimbotanos que abarrotaron el auditorio de la Universidad San Pedro la noche del martes, durante la proyección del antes citado documental, le obsequiaron a Edmundo un prolongado y sincero aplauso. El maestro ya está viejo, tiene el andar cansino, el oído cada vez menos sensible, pero el ímpetu al tope para seguir impartiendo conocimientos y experiencias en las aulas y para viajar por el Perú comunicando su buena nueva: que el periodista no debe olvidar su compromiso con el pueblo, con la verdad. Muchas gracias Edmundo; nos alegra conocerte, maestro.
Gracias Edmundo, siempre serás nuestro maestro.
ResponderBorrarChalena. Miraflores. UNMSM
Gracias, don Edmundo. Que su vida siga siendo tan fructífera como hasta ahora y que lo rodee siempre el cariño que le tiene la buena gente de este maravilloso país.
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