domingo, 26 de junio de 2011

No te salves

En "Poemas de otros" (libro que Benedetti publicara hace casi 40 años), entre los "hombres que miran" (esa serie de poemas donde se ve hacia al cielo, la tierra, entre la niebla, al techo, a las muchachas, a la luna, al tira que a uno lo sigue, etcétera, pero sobre todo se ve al hombre que mira a su país desde el exilio), se puede leer un bello poema que Pelo Madueño decidió grabar en disco hace poco y que constituye uno de los mejores homenajes a Mario, el poeta que todos los latinoamericanos quieren y estiman. Aquí compartimos ambas versiones.

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

El tema de Madueño lo escuchas aquí. De nada.

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