miércoles, 25 de febrero de 2009

Siempre

Un día como mañana -26 de febrero de 1921- César Vallejo salía de la cárcel de Trujillo, adonde fuera recluido acusado de propiciar un incendio en la hacienda azucarera donde trabajaba. Pero no solo salía libre él sino un libro de poemas que había sido –sin saberlo ni quererlo sus captores– también encarcelado, junto a su autor.

Ese libro es Trilce, escrito en su mayor parte antes de ser apresado y puesto en cautiverio César Vallejo, pues entró a la cárcel junto a él, para salir otro completamente transfigurado. El poemario salió de la cárcel adonde había ingresado siendo en parte deudor de una estética en vigencia, de una manera de ser y entender la poesía.

Entró Trilce, sí, arrastrando todavía algunas cadenas y grilletes –como los tenían todos los demás libros de poesía de su época– pero después de los 112 días de cárcel que padeció Vallejo, salió ¡puro, insospechado y libérrimo!

La fragua al rojo vivo a la que lo sometió su autor al mirar las cosas de tal modo como puede hacerlo quien vive, en ese trance -el momento más grave de su vida- forjaron el libro más vanguardista y contundente de la poesía de habla hispana y uno de los más importantes de las letras universales. Por eso hoy aquí en Marea Cultural lo recordamos...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

only write