Releyendo Arte poética (1965), decidí postear un fragmento donde Eielson nos muestra que la poesía es la única materia de la vida, aunque burlona y desengañada: un sucederse de palabras que sustituye a todo contenido, a todo cuanto existe.
Ser artista
Es convertir un objeto cualquiera en un objeto mágico. Es convertir la desventura, la imbecilidad y la basura en un manto luminoso. Es una enfermedad deslumbrante. Es saborear el futuro, oler la inmensidad, palpar la soledad. Es mirar, mirar, mirar, mirar. Es escuchar el canto de Giotto. La sonrisa de Leonardo. El sollozo de Van Gogh. El grito de Picasso. La perfección de Mondrian. El silencio de Duchamp. Es desafiar a la razón, a la sociedad, a la época, a la muerte. Es tener mujer e hijos como si fueran telas y pinceles. Es tener telas y pinceles como si fueran armas de combate. Es tener armas de combate como si fueran tubos de colores. Es tener tubos de colores como si fueran pájaros vivos. Es pintar el cielo estrellado como si fuera un basural. Es pintar un basural como si fuera el cielo estrellado. Es vivir como un príncipe, siendo solamente un hombre cualquiera. Es vivir como un hombre cualquiera, siendo solamente un príncipe. Es jugar, jugar, jugar, jugar. Es cubrirse la cabeza de azul ultramar. Es cubrirse las manos de amarillo de cadmio. Es cubrirse el corazón de rojo escarlata. Es jugarse la vida por una pincelada. Es despertar todos los días ante una tela vacía. Es no pintar nada.
Ser artista
Es convertir un objeto cualquiera en un objeto mágico. Es convertir la desventura, la imbecilidad y la basura en un manto luminoso. Es una enfermedad deslumbrante. Es saborear el futuro, oler la inmensidad, palpar la soledad. Es mirar, mirar, mirar, mirar. Es escuchar el canto de Giotto. La sonrisa de Leonardo. El sollozo de Van Gogh. El grito de Picasso. La perfección de Mondrian. El silencio de Duchamp. Es desafiar a la razón, a la sociedad, a la época, a la muerte. Es tener mujer e hijos como si fueran telas y pinceles. Es tener telas y pinceles como si fueran armas de combate. Es tener armas de combate como si fueran tubos de colores. Es tener tubos de colores como si fueran pájaros vivos. Es pintar el cielo estrellado como si fuera un basural. Es pintar un basural como si fuera el cielo estrellado. Es vivir como un príncipe, siendo solamente un hombre cualquiera. Es vivir como un hombre cualquiera, siendo solamente un príncipe. Es jugar, jugar, jugar, jugar. Es cubrirse la cabeza de azul ultramar. Es cubrirse las manos de amarillo de cadmio. Es cubrirse el corazón de rojo escarlata. Es jugarse la vida por una pincelada. Es despertar todos los días ante una tela vacía. Es no pintar nada.
Ser artista en el Perú es un asunto de vida o muerte. Por eso es necesario, urgente, darle el espacio y el valor que se merece la producción intelectual peruana y universal. Repito: ser artista en el Perú es un asunto de vida o muerte. Nada más.
ResponderBorrarLucero Calvanapón
Lima 21