
La novela, contando las experiencias vividas por los pescadores del litoral peruano, nos hace reflexionar sobre la violencia política y la destrucción ecológica de aquellas costas del Pacifico en el siglo veinte. Don Morales, el personaje narrador, mientras vela el cuerpo de Alejandro, rememora la historia de aquellos pueblos y de su paulatino deterioro. En Alejandro y los pescadores de Tancay, Braulio Muñoz reproduce el lenguaje natural de los rudos hombres que se ganan la vida pescando desde elevadas rocas que miran el mar. En la narración, literatura y etnográfica se unen para evocar la sabiduría ancestral de los pescadores de Tancay, que en realidad es la zona denominada Campamento Atahualpa.
Acaba de llegar a mis manos. Bien por los patas salada.
ResponderBorraryo tengo la edición de san marcos. me parece una buena novela...
ResponderBorrarcarlos g.
es una nueba novela, sí, pero queda la sensación que debe continuar, que hay una saga. bueno, es mi visión personal de estas cosas.
ResponderBorrarhaydée