El domingo pasado La Industria de Chimbote publicó en su página cultural la entrevista que el poeta y editor Ricardo Ayllón me hiciera la segunda semana de diciembre en un café de Miraflores. A continuación, una suscinta edición de la misma. Gracias por todo.
Premiado recientemente con el primer lugar en el Concurso Nacional de Periodismo CVR+5, organizado por el Consejo de la Prensa Peruana y el Movimiento Ciudadano “Para que no se repita”, el escritor y periodista chimbotano Augusto Rubio Acosta conversa en exclusiva con “La Industria de Chimbote” para darnos mayores alcances de este triunfo tan significativo y su opinión particular sobre la tarea periodística en el Perú.
¿Por qué la crónica, Augusto? Me parece que te estás involucrando casi exclusivamente en este género debido a que te produce un sentimiento especial, quizás en él te sientes más cómodo o auténtico.
Yo estudié periodismo en San Marcos y desde ese tiempo ya hacía crónicas; mi aproximación a la literatura creo que se produce como una consecuencia de ello. Sin embargo, durante los últimos años la literatura ha permitido desarrollar mucho mejor mi labor como cronista, llegando a hacer lo que se conoce como periodismo literario, es decir la crónica enriquecida por las herramientas de la literatura, como el usar la ruptura de los tiempos o los narradores simultáneos; elementos en los que un periodista que no tiene que ver nada con la literatura, no se fija.
¿Realmente crees que le vendría bien al lector de diarios el que se haga más periodismo literario?, ¿no te parece que se corre el riesgo de confundir al lector al ponerlo en el delgado hilo que separa la información real de la ficción?
No, al contrario. Me parece que es necesario el periodismo literario porque cada vez menos gente lee periódicos y, en esa medida, este género periodístico enriquece y hace más sabrosa la lectura. No me cabe la menor duda de que esto salvaría a los periódicos de quedarse sin lectores.
Siento que hay una característica específica en tus temas, el universo de lo marginal cuando se trata de Chimbote; y por otro lado, el de la violencia política que has plasmado en parte de tu narrativa y ahora en este premio. ¿Coincides con ello?
El hecho de que haya escrito cuentos, crónicas y hasta poemas sobre espacios marginales y sobre gente desposeída o que no tiene voz, es de algún modo solo una coincidencia, pues no es el único tema, manejo otros. Actualmente, por ejemplo, estoy concluyendo la segunda edición de mi libro de crónicas “Mundo cachina” y allí se verá cómo he diversificado mi temática. Además estoy preparando una selección de cuentos, crónicas y relatos sobre violencia política en Áncash, donde notarás que hay numerosos autores que han escrito sobre este tema en nuestra Región, y que la gente no conoce.
Hablemos de la crónica con la cual has ganado este premio. ¿Cómo conociste al personaje y qué te llevó a escribir sobre él?
Conocí a Hernán Mayhua cuando yo tenía dieciséis años. Era 1990, recién llegaba a Lima a estudiar, y me instalé cerca de una pensión de muchachos de provincias en el distrito de Pueblo Libre, en una calle llamada General Clement. Fue en ese lugar donde conocí a Hernán, un joven que recién llegaba de un caserío que se llama Aranhuay, en Ayacucho. Él trabajaba en esta pensión limpiando los servicios higiénicos y haciendo todo tipo de mandados. Se trataba de un tipo bastante callado y su característica era que usaba unos enormes mocasines regalados por la familia de la casa, por eso le pusimos el sobrenombre de “Zapatazo”.
En esos años Sendero Luminoso había comenzado a entrar con fuerza en Lima y los famosos apagones eran permanentes. Mi amistad con Hernán fue muy intensa porque conversábamos continuamente, y como su vida me pareció interesante, comencé a tomar nota sobre ella en una libreta. A él lo conocí en el 90, pero lo dejé de ver unos años, tiempo en el que trabajó en una bodega, luego él puso su propia bodega, en la calle Cueva de Pueblo Libre, donde lo volví a encontrar y a conversar nuevamente de las atrocidades que había vivido en su pueblo: cómo fue que su madre desapareció, cómo su hermana fue violada y cómo le cortaron una oreja. Sentía que todo aquello era material que en algún momento me iba a servir, y mantuve guardada esta libreta de apuntes durante todos estos años; cuando se presentó la oportunidad del concurso la recordé, me puse a buscarla entre mis papeles viejos y, cuando la hallé, decidí darle forma a esta crónica.
Fue como exhumar un tema enterrado de tu juventud...
Así es. Aunque en lo personal fue también una situación interesante en la medida en que así como Hernán fue un desplazado por la violencia, un desarraigado viviendo en Lima, yo me sentía en cierto modo igual porque venía de Chimbote, donde en ese tiempo no había universidad, y me asumía como un trasplantado en otro lugar.
Este premio junto con el anterior, y esta suerte de bagaje que comienzas a obtener como cronista, ¿hacia dónde crees que te está llevando?, ¿qué planes o qué perspectivas ves para tu carrera periodística?
Tengo muchas cosas por hacer. Libros, crónicas, cuentos y poemas que están en la cabeza y que deben salir a luz pronto. Quiero aprovechar esta conversación, Ricardo, para agradecer a mi familia que es pequeña pero que siempre ha creído en mí. Agradecer a mis escasos lectores, y decirles que voy a seguir escribiendo porque la vida que tengo me la he forjado así, escribiendo...
* Ilustra este post la fotografía que Pepe Reyes tomara hace algunos meses en el malecón de Chimbote en una de esas tardes de vagancia creativa. Hasta la victoria siempre...
hola augusto,. entiendo que esta entrevista està recortada. voy a buscar el periòdico. ojalà encuentre ejemplar atrasado.
ResponderBorrarcuidate
maria
Hola Gucho, lo que dices acerca del periodismo literario es una gran verdad,de hecho revistas como Gatopardo,Playboy y acá en Perú Etiqueta Negra hacen periodismo literario con excelentes resultados.Aparte que si te compras una Playboy te ganas alguito no?...Estimulante.
ResponderBorrarMailer escribía en un semanario independiente con este estilo llamado Village Voice, coincido contigo en que el periodismo y la literatura dan resultados,aparte que la noticia es tratada con más inteligencia y una revista de este tipo (o Diario) puedes armar una hemeroteca no?...Saludos
y reiteradas felicitaciones leí la entrevista el domingo y me gustó.
literaverba212
el periodismo literario, tal como sugiere el título de la entrevista en papel, es la mejor forme de acercarnos más a los lectores. sobre lo de ganarse alguito, pues, de hecho, mi estimado literaverba. jajaja. el problema es que los periódicos del país se den cuenta de que la literatura es un arma infalible que conviene incorporar en la agenda periodística diaria a la hora de redactar las notas y a la hora de pensar los temas. habrá que esperar sentados o en todo caso hacerlo por cuenta propia.
ResponderBorrarun gran abrazo literaverba. que hayas tenido una cáñoda navidad.
gucho l.
gucho, ¿dónde te has tomado esa foto? está pleno el sitio ese. pregunto para ir a tomarme unas von la familia.
ResponderBorrarsanta c.
no leo periódicos. igual te felicito.
ResponderBorrarmartha k.
g. interesante entrevista y mucho más porque hace referencia al periodismo literario, género en el que pocos por no decir ninguno de los medios de comunicación chimbotanos cree, pese a que periodistas como tu han logrado trabajarlo muy bien... ojalá que con tu merecido premio se abran nuevas ventanas para exponer esta exquisita forma de escribir la realidad... una vez más, felicitaciones g...
ResponderBorrarte escribe desde el exilio, dela.