lunes, 22 de diciembre de 2008

Los riesgos del "instant book"

Ñ / revista de cultura, publica hoy un interesante artículo que analiza el fenómeno del éxito del libro rápido, ligado a la factura periodística. Si bien es cierto la crisis global golpea con fuerza a la industria editorial -que ha visto reducir sus tiradas y los ciclos de difusión librera- creemos es necesario poner bajo la lupa el contenido de las nuevas publicaciones.

Sin encender la alarma, los editores hablan de precaución, prudencia, evaluación y ajuste. Y por lo bajo, en charlas informales, se atreven a un poco más y admiten que el golpe más fuerte terminará por recibirlo la narrativa local y de calidad.

"Presumo que va a haber una sacudida muy grande, algunas editoriales chicas pueden llegar a caerse e incluso las más grandes, aunque tengan más cintura y más espalda, van a resultar golpeadas", evaluó Gabriela Adamo, que lleva adelante en Buenos Aires la Semana de Editores, en la cual contacta a editores extranjeros con la producción literaria local.

Además, arriesgó Adamo, "en los grandes sellos, los programas que van a caer serán los más literarios, los más arriesgados. Se va a seguir publicando el gran best seller del último conductor de la tele pero se va a pensar dos veces antes de reeditar un clásico o de contratar a narradores jóvenes".

Iraola habló de seguir apuntalando autores que que están funcionando muy bien, como Federico Andahazi, Felipe Pigna, Cielo Latini, Gabriel Rolón y Ari Paluch, pero también apostar a escritores nuevos. "Sabemos de la tradición y fortaleza que tiene Planeta en la no ficción y vamos a seguir trabajando en eso pero sin descuidar la ficción", explicó. Alfaguara, por su parte, apostará a nombres como Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Tomás Eloy Martínez.

Los editores que dependen de las casas españolas temen que, ante la crisis, la casa central haga caer con más fuerza su brazo sobre sus sellos locales. La industria editorial también se hamaca al ritmo de la crisis económica. Sus primeros sacudones hacen tambalear los ciclos de difusión que las grandes editoriales arman en las playas de veraneo, se acude al recurso de los llamados "instant books" -investigaciones periodística ligadas a la coyuntura-, se ajustan tiradas, se adelantan reducciones en los planes editoriales y se pone bajo la lupa a las nuevas contrataciones.

2 comentarios:

  1. a mi no me sorprende esto de los libros instantáneos porque hay tanto autor mediocre en librerías que se supone deben tener un filtro para lo que venden, pero como solo les interesa vender ponenh poro coelho, puro cuactemoc y tantos otros seudo escritores que le hacen daño a la literatura y a los desprevenidos que no saben lo que compran, menos lo que leen.
    tambi{en hay buenos periodistas que tienene xceñentes libros, pero son pocos. en cada país deben haber unos 5 máximo. otro asunto es las revista s de periodismo literario. mis respetos para algunas de ellas.
    yo creo augusto que la crisis que golpea a las industrias editoriales afectará pero soy optimista respecto a que los buenos escritores sobrevivirán o vivirán mejor. más nunca morirán.
    buena sierte
    daniel m.

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  2. el libro instantaneo es pura basura. sè que mantiene a ciertas editoras en èpocas de crisis, pero eso no justifica la porquerìa que publican solo por sobrevivir.
    que viva la verdadera literatura
    alfonso.

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