El telescopio cumple 400 años gracias a su fabricación a manos de Galileo, quien dio el gran salto y pudo ver las cuatro lunas de Júpiter. Con ello daría luego una nueva confirmación a la hipótesis del heliocentrismo de Copérnico, por la cual fue severamente condenado por la Inquisición. Desde que habitan la Tierra, los hombres han dirigido la vista al cielo con admiración y ansias de saber; con veneración o temor, por puro placer, para hallar inspiración poética o calcular el éxito de futuros proyectos. La reflexiva nota de Ivana Costa llega gracias a Ñ.
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