Augusto Rubio Acosta
La pobreza de su lenguaje
jamás les alcanzó
para expresar su hermosura
de todas partes acudieron
para gozar de su visión
y rendirle homenaje
un trago más trago
así despertó la tarde
huraña y solitaria
así se consumió
la fascinante leyenda de su destino.
Emancipados de la lluvia
los nuevos lacayos
abrazaron su fragilidad
y su eterna presencia
en las veredas soleadas
de sus vidas
en el jirón Constitución
un emolientero inquirió:
Anda
di
¿a ti te purifica el sufrimiento
la desgracia o el gozo feliz de la verdad?...
Pero Psyché
( desolada y sin consuelo )
se negó a responder
sumergiéndose en un llanto infinito
nunca más regresaría
habría de olvidar a Eros
nunca más
sería inmortal.
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