Leyendo Consejero del lobo, el blog del poeta Luis Eduardo García, encontré un post dedicado al anarquismo, lectura que me ha hecho recordar a Proudhon y Bakunin, quienes configuraron desde los albores del movimiento un ideario libertario que proponía la anarquía como modelo de sociedad, asentada en la libertad individual, la solidaridad social, la crítica a la propiedad privada, la defensa de la propiedad colectiva, y la oposición a todo tipo de organización jerárquica (incluyendo la religión, la política y el Estado).
García reflexiona sobre el rol del espíritu anarquista en la sociedad en que vivimos: "En estos tiempos de ceguera histórica y autoritarismo sutil, sobran ganas de ser anarquistas. Sin el espíritu anarquista el poder no tendría límites. Una leyenda negra lo ha asociado con el terror y el crimen, sin embargo se olvida que se trata de una condición anímica, de un estado del espíritu que aborrece todas las formas del poder autoritario...". En otra parte del post podemos leer: "El anarquismo es una fe, una actitud, un romanticismo sistemático y perdedor, así como una forma asombrosa de solidaridad. Es una fe que nunca ha triunfado porque el anarquismo contiene en sí mismo un imposible: la conquista del poder en la forma convencional que conocemos. Para el anarquista el fin es el libre transcurrir del orden natural y social. Y es un estado sorprendente de solidaridad porque nunca nadie ha levantado con tanta lealtad los valores supremos como la hermandad, la solidaridad y el sacrificio en nombre de las ideas propias y ajenas. La vida entera está llena, además, de actos anarquistas, de allí la simpatía intelectual que este movimiento despierta entre quienes se adentran en su conocimiento...".
El artículo completo está aquí. Lea también detalles respecto al movimiento anarquista en el Perú vía la ponencia de Joël Delhom presentada en el Congreso de la Society for Latin American Studies, University of Birmingham (2001), donde se dan alcances del origen del anarco sindicalismo peruano y el aporte conceptual de Manuel Gonzales Prada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
only write