
El dinero es también una forma de energía. Desde la época de Einstein, se acepta la idea de que la energía es la base de todo y que lo que percibimos en la vida cotidiana como materia, es en realidad una forma de energía. Sin embargo; la idea de "tener billete" fue siempre un valor enfático en el imaginario popular, alrededor del cual surgen siempre mitos, pensamientos, conductas, frases y palabras que cuando uno las colecciona y analiza como parte de esa especie de registro básico de identificación del usuario lingüístico estándar (en que consiste la jerga), se llega a la conclusión de que no es sencillo ingresar en ella, a pesar que en esa comunidad comunicante donde se invierten los significados y los significantes nos podamos sentir muy cómodos.

El miedo originado por el hambre y la miseria en que siempre hemos vivido los peruanos habrá sido quien sabe el caldo de cultivo para que surjan paranoias como: "El dinero se acaba, si no lo cuidas te quedarás sin nada", creando la necesidad del ahorro, de ser tacaño también, el miedo a dar y a gastar, hasta el hecho de vivir con el traumático pensamiento de que no es justo recibir todo el dinero que uno merece por su trabajo. Ahí, entre los menos favorecidos, es común hablar de "sencillo", de "luca", de "ripio", de "una china, pe", en tanto se torna inalcanzable referirse a "palos verdes", "mangos", "cocos", "lucas gringas".

Podríamos citar aquí una larga lista de adjetivos y términos relacionados con el dinero rescatados de la voz callejera y popular. Leíamos un ensayo sobre la teoría del consumo, nos detuvimos "un toque" para reflexionar sobre el valor del "money" y terminamos escribiendo (haciendo toda una apología) sobre nuestra habla pródiga, el espectáculo colectivo y anónimo que experimentamos en las calles, el "floro" nuestro de cada día. Para comentarios (sin "rocheteau", al punto), pasan "el yara" en el blog; cuándo llegará el día que en que baste clickear sobre esta superficie de papel para que se abra un nuevo enlace, un mundo inextinguible...
Augusto, te escribe Giancarlo Casusol, para saludarte y pedirte un favor. No sé si podrías darme autorización para publicar este artìculo en un blog orientado a jòvenes en el que estoy participando. Espero tu respuesta, un abrazo, èxitos.
ResponderBorrarestimado giancarlo,
ResponderBorrarpublícalo nomás amigo. pero no olvidfes citar el autor y la fuente (el blog marea cultural). un abrazo
Muchas gracias Augusto, no te preocupes, resalté lo de la fuente y autor. Muy buena tu publicación, felicitaciones. Un abrazo.
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