"El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios, pero hay una cosa que no puede cambiar: no puede cambiar de pasión". La contundente verdad que encierra la frase pronunciada por Sandoval, personaje que encarna Guillermo Francella, va dirigida a Benjamín Espósito (Ricardo Darín) cuando en el transcurso del film analizan la forma de dar con el asesino, uno de los momentos cumbres de "El secreto de sus ojos", el genial y excepcionalmente logrado film de Juan José Campanella que al fin pudimos visualizar la semana que pasó.
Melodrama en dos tiempos y dos realidades (la vida y la ficción) en la que un jurista retirado se convierte en escritor de una novela que aborda un caso jamás resuelto por la justicia: el de una violación y asesinato ocurrido hace un cuarto de siglo. La escritura le ayuda al personaje-escritor a investigar más a fondo, a ver con otros ojos la historia y a rehuir a sus fantasmas, mientras constata nuevamente cómo ha dejado partir el tren del amor, el tren de su vida. Trama judicial y de corruptela, magníficos flashbacks, memorable escena en la tribuna popular del estadio de Huracán (cuyos detalles de filmación están aquí) e iluminadas escenas de amor y amistad en un film bastante narrativo que hace descansar en la mirada de Soledad Villamil las respuestas a tantas solicitudes no manifestadas. La vimos tarde, es cierto, pero valió la pena esperar. Ahora entendemos por qué la Academia de Hollywood le entregó el Óscar dejando atrás a "La teta asustada", sin que ello signifique menoscabo para el film peruano. Aquí está el trailer. Habrá que leer también el libro que dio pie al film y cuyo autor es Eduardo Sacheri. Una película inolvidable.
Melodrama en dos tiempos y dos realidades (la vida y la ficción) en la que un jurista retirado se convierte en escritor de una novela que aborda un caso jamás resuelto por la justicia: el de una violación y asesinato ocurrido hace un cuarto de siglo. La escritura le ayuda al personaje-escritor a investigar más a fondo, a ver con otros ojos la historia y a rehuir a sus fantasmas, mientras constata nuevamente cómo ha dejado partir el tren del amor, el tren de su vida. Trama judicial y de corruptela, magníficos flashbacks, memorable escena en la tribuna popular del estadio de Huracán (cuyos detalles de filmación están aquí) e iluminadas escenas de amor y amistad en un film bastante narrativo que hace descansar en la mirada de Soledad Villamil las respuestas a tantas solicitudes no manifestadas. La vimos tarde, es cierto, pero valió la pena esperar. Ahora entendemos por qué la Academia de Hollywood le entregó el Óscar dejando atrás a "La teta asustada", sin que ello signifique menoscabo para el film peruano. Aquí está el trailer. Habrá que leer también el libro que dio pie al film y cuyo autor es Eduardo Sacheri. Una película inolvidable.
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