viernes, 29 de febrero de 2008

Nueva novela, joven promesa

Ángelo Prado

En los últimos años hemos podido apreciar un incremento de obras literarias cuya temática esta estrechamente ligada con la violencia política que asolo a nuestro país durante la década de los ochenta y noventa, siendo los principales ejemplos “ La hora azul” de Alonso Cueto y “Guerra a la luz de las velas” de Daniel Alarcón . Esta novela y libro de cuentos, respectivamente fueron ganadores de importantes premios internacionales. Personalmente, el libro de Alarcón me parece mejor construido y tiene una mejor habilidad para llegar al lector, a diferencia de la novela de Cueto que no llega conectarse totalmente con el lector (quizás por ser una historia dentro de otra historia).
Siguiendo esta línea de literatura relacionada con el terrorismo llega “Generación Cochebomba” de Martín Roldan Ruiz (1970), novela que funciona como testimonio de quienes les tocó la “suerte” de ser jóvenes en la década de los ochenta en nuestro país. El libro desde la tapa es una invitación a una reflexión y a la rebeldía: Se muestra un collage de imágenes en blanco y negro que funciona como resumen de la década. Tenemos una foto de Alan García con su sonrisa de campaña electoral, de Abimael Guzmán retratado con un libro en la mano, secundado por imágenes de carros destruidos (cochebombas).
En la parte inferior un cantante punk (la movida subterránea) con su peinado característico, a su costado un grupo de jóvenes en lo que parece ser el denominado “pogo”. Al centro una foto de una mancha de amigos con la moda ochentena de pantalón y casacas jeans, pelo largo los rostros relajados, sonrientes y despreocupados del futuro. Todo esto rematado por el titulo en letras rojas (rojo terrorista).
La utilización del color negro y rojo es bastante significativa: rojo es sentimiento revolucionario comunista, mientras que el negro es el color de otra revolución: la revolución subterránea (la movida subte), propagada por lo conciertos de punks, rock hard y géneros afines. Los jóvenes de esta movida poseían un desinterés total por la vida política y social, simplemente quería vivir el momento. Tomaban sus vidas como un carrera de autos, viviendo al límite. Dentro de las páginas se desarrolla la historia de un grupo de jóvenes, cada uno es un pequeño universo de problemas, anhelos y decepciones, pero todas son iguales en algo: Cada una de estas vidas ha sido tocada por el terrorismo.
El libro presenta al terrorismo ya no solo como un problema social y político sino como un fenómeno que también es íntimo, familiar. Un fenómeno que puede meterse en nuestra vida personal, amical y amorosa como veremos más adelante.
Pero no caigamos en el facilismo de enmarcar a esta novela como una novela solo de violencia política porque no lo es. Generación Cochebomba es también una novela de búsqueda personal. El personaje principal Adrián R (nótese el juego de palabras Adrián con Adán) anda en la búsqueda de lo que todos queremos encontrar : una razón para ser, nuestro lugar en este mundo. Des esta forma este personaje sigue la linea del cadete Alberto Fernández de La ciudad y los perros , personaje que busca su lugar en un ambiente hostil y salvaje: El Perú.
Es interesante, además el dialogo intertextual que tiene esta obra con Conversación en la Catedral en las primeras paginas. La visión de Adrián R de la ciudad de Lima es parecida a la de “Zavalita”. Veamos:
“Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En que momento se había jodido el Perú? Los canillitas merodean entre lo vehículos detenidos en los semáforos de Wilson voceando los diarios de la tarde y el hecha a andar, despacio, hacia La Colmena. Las manos en los bolsillos cabizbajo, va escoltado por transeúntes que avanzan, también, hacia la plaza San Martín. Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿En cuál? Frente al hotel Crillón un perro viene a lamerle los pies: no vaya estar rabioso, fuera de aquí. El Perú jodido, piensa Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solucion”.

Aquí podemos apreciar la visión desesperanzada, resignada de Zavalita como si el Perú le asqueara. La observación de las calles denota que no hay ningún lugar que no este jodido que no este infectado (como una enfermedad de ahí lo significativo de la mención de la rabia).
Como menciona Yolanda Westphalen “… el Perú es la suma de individuos, pero de individuos jodidos como él”. Adrián R, por otra parte mira al Perú con odio. Es una mirada mas radical que denota el sentir de su época, la generación de los ochenta. De esta forma, en las primeras líneas podemos leer cosas como: “ Sí, por donde posaba los ojos estaba presente, como un ser vivo, como un peruano más. Calles de mierda, transito de mierda, gente de mierda, sociedad de mierda…¡País de mierda!”.
Quiero hacer hincapié en la parte de “…como un ser vivo, como un peruano más” y su conexión con el articulo de Yolanda Westphalen. En las novelas de Vargas Llosa y Roldan Ruiz, podemos encontrar la idea del Perú como un individuo que alude a la noción de estar jodido, que se radicalizara en el personaje de Adrián R con su país y sociedad de mierda.
Este termino si vamos al diccionario en unas de sus acepciones define a la palabra con el excremento, es decir, aquello que ya no puede ser utilizado para para crear algo. Es el desecho. Pero es necesario hacerse la pregunta, ¿este desecho, el Perú de mierda, para que no sirve? La respuesta cae por su propio peso: Para formar una Nación. La novela nos muestra la problemática de una conciencia nacional y para esto toma como marco una guerra interna que es producto de esta falta de cohesión nacional. Esta guerra, producida por el extremo centralismo y el abandono de las demás regiones de país, en especial, la sierra y la selva. Además no se puede olvidar la estructura feudal de la sociedad peruana marcada por un sesgo racial, donde unos son señores y otros sirvientes aun cuando todos somos considerados ciudadanos, por lo menos en el papel.

Adrian R y compania
Siempre se dice que los jóvenes son herederos de la sociedad. Son ellos lo que mejoraran la sociedad que sus padres les legaron, sin embargo ¿qué pasa cuando esos padres se vieron sumergidos como Zavalita en una decepción social y política?, ¿influenciarán en los herederos? Adrián R y su grupo de amigos funcionan como los herederos literarios de zavalita. En otras palabras, podemos decir que son causa y efecto. La ideología de zavalita causa la actitud de Adrián R y compañía.
Esta compañía de Adrián R esta conformado por tres amigos: Pocho Tebrinkla, Carlos Desperdicio y el Innombrable. La historia cada uno de estos jóvenes es relata en párrafos intercalados, una forma parecida a la de Mario Vargas Llosa, lo que induce al lector a jugar al rompecabezas. Solo al final cuando se tengan todos los pedacitos podremos tener el marco global de la novela. Veamos cada pedazo, cada historia de estos jóvenes.
Pocho Tebrinkla es resultado del abandono afectivo de sus padres. El problema clásico de los padres que no son capaces de comprender e interesarse por conocer a su hijo, agravado por el prejuicios que los mayores cultivan en los pequeños: “¿Cómo tu hincha de esos negros y cholos apestosos? Recuerda hijo tu eres blanco, tienes que ser de la U. Pero papá a mi gusta los colores de Alianza…”(69). El padre nunca se intereso por saber qué le gustaba al niño menos aun que sus creencias racistas podrían afectar al niño (denigra e insulta a todo lo que tiene que ver con Alianza Lima, o sea el niño, los gustos de este y hasta sus amigos). Como resultado Pocho entrara al mundo de las barras bravas, apadrinado por un amigo. Las drogas y el alcohol se convertirán en un estilo de vida.
Carlos Desperdicio, es producto de un matrimonio infeliz, su madre llama a su padre “monstruo”. Su padre ha engañado a su madre, quien termina volviendose una persona fea,(la conexión entre belleza y bienestar emocional es fundamental) en contraste como Carlos la recordada “blanca, alta, garbosa, llena de vida”. Por ultimo, Carlos Desperdicio mantendrá un relación homosexual.
El Innombrable es el intelectual del grupo. En realidad un intelectual de la contracultura , ateo, lector de Sartre, H.P. Lovecraft (autor de influencia gótica, ateo hasta su muerte). Conforme pasamos las páginas nos damos cuenta de su critica a la supuesta solidaridad y a nula preocupación que le da al prójimo. Lo curioso es su verdadero nombre, revelado solo al final de la novela: Un nombre que es todo lo contrario a lo que es Innombrable. La verdad negativa. Este personaje es un herejia en ese sentido.

Cada un de estos tendrá un historia personal, narrado en la segunda parte de libro denotado por el numero 4 (en alusión al numero de integrantes) en romano, con el terrorismo: el secuestro de sus padres, la experiencia de la toma del penal el Sexto, el testimonio de un amigo intimo enviado a la guerra, la atmósfera putrefacta que invadió Lima en la amanecida de los perros muertos, entre otros. Todos estos narrados con gran realismo y buen manejo del lenguaje debido en gran parte, a los estudios de periodismo que hizo el autor en la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Mesa, dándole al lector la sensación de estar viviéndolo también (sobre todo para los que vivieron esa época).

Los otros actores
En el universo de Generación Cochebomba encontramos a otros personajes que también serán infectados del virus terrorista, algunos con consecuencias fatales. Jóvenes como Adrián R y sus amigos, mujeres que se enfrentan a la realidad de forma cruel y salvaje. Jóvenes comunistas que buscan reclutar más adeptos para su causa. Se torna así en una ciudad, la problemática de varias vertientes de pensamiento, de varios grupos sociales, grupos contraculturales (los subtes, punks, los anarcos, etc). Esto se ve reflejado en el capitulo VI de la segunda parte de la novela donde se inicia un conversatorio de voces de diferentes tipos de pensamiento, diferentes identidades que declaran su pensamiento con plena libertad. Son las nuevas identidades que han surgido, constetarias todas opositoras a un democracia que no funciona y que ha ocasionado una guerra interna. Alberto Flores Galindo decía que en el Perú existía dos republicas: la de blancos y la de indios. Aquí vemos varias mini republicas o mejor dicho antirepublicas, grupos que quieren alejarse de un orden político y social, simple y llanamente porque este les da asco.
Por otra parte también se presenta la nostalgia de los hombres adultos de lo que, para ellos fue un pasado mejor y promisorio. El padre de Adrián R trabaja como taxista (quizás la profesión más emblemática de los peruanos), y es una consecuencia de la vuelta a la democracia (pag 51-57). En efecto, este señor pertenece a ese grupo de trabajadores que pudieron acariciar el sueño de todo trabjador: ser dueños de las empresas (las comunidades industriales, el proyecto que desarrolló el gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas con el general Velasco a la cabeza). En una breve referencia histórica Roldan Ruiz nos recuerda como a la vuelta de la democracia con Belaunde Terry, se hizo quebrar un empresa por el simple hecho que era un empresa militar y que tenia como singularidad que los trabajadores eran accionistas.
La prosperidad económica y familiar que también es recordada por Adrián R. La sospecha de la falsedad de la democracia peruana esta detrás de las palabras del papá de Adrián R ¿Cómo en una democracia, el gobierno hace quebrar una empresa solamente por motivos políticos? , ¿es acaso ese, el libre mercado que tanto pregonan los demócratas? La frase con que termina el discurso del padre Adrián R es un resumen del sentir de una gran mayoría de peruanos: “Meses después convocaron a elecciones para la Asamblea Constituyente y volvimos a la democracia…y con ella, mi desgracia”.

Los terrucos y la historia de amor

La vida de los terroristas también es retratada en esta novela de un forma critica, sin tomar partido (de la misma forma que se critica la democracia). La novela se centra en la historia de dos terroristas, a quienes el autor llama él y ella(narrada en capítulos con otra numeración, como una forma de englobar a todos los varones y mujeres que se dieron su vida por la causa terroristas, muchos de ellos porque no encontraron respuestas a sus problemas existencias en su familia o en sus amigos. Ella será una mujer que dudará y abandonará la causa por no encontrarse completamente convencida. Mantendrá una relación con Adrian R, pero pronto retomara conciencia raíz de una experiencia cercana con la pobreza. De esa forma abandonará a Adrián R, y tomará un rol más protagónico en la lucha contra el Estado. Sin embargo querrá hacer parte de su causa a Adrián y lo llevara junto con Él , quien resultara ser su tio, hermano de su padre asesinado. Aunque la novela, no lo dice el autor da la sospecha de que estos terroristas, tienen una relación más alla del compañerismo. Para el protagonista de la novela esta será un choque muy fuerte y ahondara su desilusión por su vida mezclándose con la rabia por la muerte de su padre, quien solo es un número mas una estadística, un precio que se debe pagar por la revolución. La ira tocara a Adrián, pero evitara hacer más conflicto y se retirará. Quizás porque sabe que cualquier acción que tome no servirá de nada.
Los amigos de Adrián terminaran sus vidas de una forma trágica, como fue el destino de muchos jóvenes de la época. Un final desolador para una época desoladora.

Esta novela da mucho que pensar, veinte años después del inicio de la violencia política del país, es necesario preguntarnos que hemos aprendido. Para muchos este fue un conflicto que involucró cuestiones raciales. Era la guerra entre unos cholos rebeldes contra un Estado criollo y centralista. En un principio la guerra ocurrió lejos, pero después vino a la capital. Fue allí recién cuando tomamos la importancia al asunto, cuando paso a la ciudad ( la capital del poder), cuando no solo era un pleito con unos cholos o mestizos rebeldes, como pensaban muchos. En otras palabras cuando se convirtió en una amenaza real. Slavoc zizeck denomina el multiculturalismo como un racismo a la distancia: mientras el objeto victima de racismo, este lejos todo estará bien se le tolerará. Cuando se acerque ahí empezará el conflicto, es decir, cuando sea una amenaza. Podemos utilizar estas afirmaciones para entender esta novela y a la generación que retrata. El olvido de las regiones del pais, y sus habitantes. La generación de los ochentas, la generación cochebomba fue una cúspide de este conflicto multicultural, cuando las distintas identidades culturales chocan. Leemos y podemos también escuchar (la novela presenta un curioso soundtrack) las voces de protesta, ocasionadas por la intolerancia y discriminación de un país no sabe ser nación. Una generación que buscó en distintas vertientes contraculturales, la identidad que no le daba su Nación.

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