martes, 1 de julio de 2008

Guimarães Rosa, cien años

El pasado 27 de junio, mientras en Chimbote el mar humano poblaba las céntricas calles del puerto alrededor de la iglesia de San Pedro, este cimarrón husmeaba entre el "hueso" y hallaba esta nota del diario La República sobre el casi nunca muy valorado en Brasil -a pesar de sus cien años y su categoría de grande de las letras latinoamericanas- João Guimarães Rosa. Aquí les dejo la entrega:

Hace cien años, nació un gigante de las letras latinoamericanas: el escritor brasileño João Guimarães Rosa. Su prosa vigorosa, imaginativa y hurgadora de las múltiples posibilidades del lenguaje trajo al mundo esa novela mayor, mágica, dramática, humana: Gran Sertón: Veredas. También es autor de otros libros como Sagarana, Campo general y otros relatos, Primeras historias, Noches del Sertón, Menudencia y Urubuquaquá (todos ellos traducidos al castellano).

La vida del escritor brasileño por donde se la mire fue vital, desde niño, no solo por la lucidez de su conciencia por ser un niño precoz, sino también por la experiencia vital al lado de sus padres.

El escritor nació nació en Cordisburgo, un pueblo remoto que está ubicado en el estado de Minas Gerais, el 27 de junio de 1908. Fue el primogénito de seis hijos de de Francisca (Chiquitinha) Guimarães Rosa y Florduardo Pinto Rosa.

Su padre era todo un personaje que seguro deslumbró al pequeño. Era comerciante de aves, juez de paz, un cazador de pumas, peluquero y buen narrador oral de historias y leyenda. Afirman que el padre solía llevar al niño a sus incursiones de cacería bosque adentro y que allí, junto a otros cazadores, el pequeño se nutría de relatos e fabulosos.

Estas historia empezaron a reverberar en sus relatos. Desde 1929 empezó a publicar cuentos –que después formarían el cuerpo de Sagarana (1946)–, pero sin mayor atención de la crítica. Guimarães también se inició como poeta y pese que con ella ganó un premio, desistió para dedicarse a escribir relatos. En una entrevista concedida a Gunter Lorenz afirmaba lo siguiente:

"Descubrí que la poesía profesional puede ser la muerte de la poesía verdadera. Por eso volví hacia la saga, la leyenda, el cuento sencillo, pues estos son asuntos que escriben la vida y no la ley de las reglas llamadas poéticas".

NOVELA MAYOR

Guimarães Rosa desde niño era un políglota, hablaba y entendía más de veinte idiomas, de allí quizá la riqueza lingüística de sus obras, entre ellas Gran sertón: Veredas, novela que publicó en 1956. La novela es un monólogo-diálogo de Riobaldo, un ex bandido que ha devenido en un hombre respetable y de trabajo y que, con no poca nostalgia, recuerda sus días y hechos de aventurero. La novela metaforiza la lucha entre el bien y el mal en donde la realidad, la historia social no pierden presencia. La novela transita de la realidad a la fantasía para entretejerse con los mitos. Cuando le preguntaron si esta novela en la que danza la oralidad era su autobiografía, el escritor respondió: "Es desde que no se considere lo autobiográfico como algo excesivamente lógico. Es una autobiografía irracional o mejor, mi autorreflexión sobre el Brasil. Riobaldo es mi hermano. Riobaldo y sus hermanos son un cosmos que es Brasil".

El 16 de noviembre de 1963 aceptó por fin ingresar a la Academia Brasileña de las Letras (temía no escribir bien), pero a los tres días murió.

PERFIL

Joäo GuimarÃes Rosa. Nació en Cordisburgo, en el estado brasileño de Minas Gerais, el 27 de junio de 1908. Escritor, diplomático, publicó, entre otros libros, Sagarana, Campo general y otros relatos, Primeras historias, Noches del Sertón, Menudencia y Urubuquaquá. Murió en 1963.

* Tomado de La República. La entradilla es nuestra.

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