En la contra carátula de este libro, Mario Bordon se refiere al escritor Enrique Tamay (Chimbote, 1964) en los siguientes términos: "Tamay tiene la consistente virtud de manejar una prosa con rara soltura, tan natural y esencial que establece entre libro y lector una comunicatividad coloquial que le permite ganar en riqueza estética y eficacia enunciativa e implicar al mismo en lo narrado. No escribe para pasto de regodeo de los críticos estructuralistas y semiólogos y desdeña la exuberancia e inasequible retórica barroca: su prosa limpia, su sentido de lo argumental, la utilización de la alegoría como acercamiento a la realidad mítica, su tajante sentido de la ironía y lo grotesco, la elaborada reescritura de lo verídico, el poder evocador de la palabra que esgrime incisivamente, el marco referencial donde se desenvuelven sus demonios personales mutados en personajes cuentísticos vigorosamente plasmados, se corresponde con ello: “Forma clásica y sensibilidad moderna”.
Para acercarnos a la verdadera literatura no basta chequear la reseña de un libro sino hace falta leerlo íntegramente, escuchar a su autor, dialogar con él, asistir a sus momentos de lucidez. Mañana martes 23 de junio a las 7 de la noche nos vemos en el Centro Cultural Centenario en la presentación de libros que organiza el sello Ornitorrinco.
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