Una auténtica tragedia. La Biblioteca Nacional del Perú (BNP), nuestra querida casa libresca que hoy cumple 190 años de existencia y va camino celebrar su primer Bicentenario, es hoy en día objeto de denuncias públicas por robo de libros y manuscritos valiosos, escenario de trámites y gestiones de expedientes judiciales por sustracción de incunables y de solicitudes de índole policial originadas por diversas causas que son materia de investigación y motivo de mayúscula vergüenza.
El historiador Ramón Mujica, actual director de la BNP, ha sido explícito y contundente al respecto: “Hay una red criminal aquí dentro que está depredando los fondos antiguos... Cuando me llamaron para dirigir la biblioteca creí que era un cargo académico, pensé en leer libros maravillosos, dar conferencias, nutrirme de cultura. No imaginé lo que iba a encontrar...”, ha declarado el funcionario estatal, cuyo despacho acaba de recibir cinco millones de soles provenientes del Ministerio de Cultura para implementar tecnología y equipos de seguridad al interior de la Biblioteca y evitar se siga consumando el latrocinio.
El verano pasado, el desorden y los constantes robos protagonizados por mafias provocaron el cierre de la Biblioteca Nacional por cinco meses y los lectores lo lamentamos. El fondo bibliogràfico de la BNP posee miles de libros antiguos que urge poner a buen recaudo lo antes posible, ejemplares que en muchos casos figuran en el catálogo electrónico que consultan los usuarios pero que tienen la condición de no habidos físicamente. Tras el inventario, culminado a fines de julio último, se determinó que la Biblioteca Nacional de Perú tiene -hasta el momento y debidamente registrado- un patrimonio de 150.894 libros y alrededor de 320.000 documentos de valor histórico. Entoces surgen las preguntas: ¿Cómo es posible que el Estado no se preocupe por la defensa de nuestro patrimonio cultural?, ¿por qué no se invierte en culminar el inventario que incluye colecciones de mapas, partituras musicales, otros lotes de libros antiguos y los siete millones de tomos que forman su colección de textos considerados modernos? No es posible que la BNP no tenga un sistema informático de gestión bibliográfica, ¿así cómo se facilita el registro de nuestro patrimonio?
Párrafo aparte -quizá post complementario- merecen los problemas y enfrentamientos entre funcionarios y sindicatos al interior de la institución donde con la mayor desfachatez nadie se siente responsable de las sustracciones de libros y atentados a nuestra cultura. Según el Diario El Comercio, de las 315 personas que trabajan en la biblioteca, 13 tienen la custodia de sus joyas y son las mismas desde hace casi 20 años. Se trata del personal de la Dirección de Patrimonio Documental Bibliográfico, que hasta febrero tenía acceso a la bóveda; un depósito de dos cuadras de largo que conserva los 1.000 libros más antiguos del país y las colecciones particulares de Porras, Rivet, Cisneros y otros.
“Nos han quitado funciones y nos culpan de todo cuando la Dirección de Servicios también entra a los fondos antiguos. En mis 17 años en esta oficina nunca escuché ni vi robo de libros”, ha señalado Nelly Bobbio, presidenta de uno de los cuatro sindicatos de la BNP, que agrupa a los más antiguos.
Contra viento y marea, la BNP lanzará este jueves de manera oficial la campaña "Se buscan libros perdidos de la Biblioteca Nacional"; la página en Facebook ya está caminando, pero nos preguntamos si a la primera institución cultural del país camino al Bicentenario le va a bastar este tipo de medidas para impedir las sustracciones que se vienen desarrollando impunemente desde hace décadas. Desde esta trinchera cultural saludamos el esfuerzo para sensibilizar a la ciudadanía frente al patrimonio cultural y bibliográfico de nuestra Biblioteca, así como la recuperación de documentos pertenecientes al Fondo Antiguo y las bóvedas de la BNP (material distinguible por presentar un sello de la institución en la página 43, que hace referencia al voraz incendio que destruyó el antiguo local de la BNP en el año 1943). Desconocemos si al interior de la BNP haya algo que celebrar en estos 190 años, pero en todo caso Ramón Mujica debería evaluar dar un paso al costado si no es capaz de resolver ya mismo la emergencia que le toca y permitir que alguien con capacidad de gestión ponga fin a los graves atentados a la cultura que se vienen consumando para vergüenza de todos. Biblioteca Nacional del Perú: 190 años, ojalá los cumplieras feliz. A pesar de todo te queremos y sabemos que eres más grande que tus problemas.
El historiador Ramón Mujica, actual director de la BNP, ha sido explícito y contundente al respecto: “Hay una red criminal aquí dentro que está depredando los fondos antiguos... Cuando me llamaron para dirigir la biblioteca creí que era un cargo académico, pensé en leer libros maravillosos, dar conferencias, nutrirme de cultura. No imaginé lo que iba a encontrar...”, ha declarado el funcionario estatal, cuyo despacho acaba de recibir cinco millones de soles provenientes del Ministerio de Cultura para implementar tecnología y equipos de seguridad al interior de la Biblioteca y evitar se siga consumando el latrocinio.
El verano pasado, el desorden y los constantes robos protagonizados por mafias provocaron el cierre de la Biblioteca Nacional por cinco meses y los lectores lo lamentamos. El fondo bibliogràfico de la BNP posee miles de libros antiguos que urge poner a buen recaudo lo antes posible, ejemplares que en muchos casos figuran en el catálogo electrónico que consultan los usuarios pero que tienen la condición de no habidos físicamente. Tras el inventario, culminado a fines de julio último, se determinó que la Biblioteca Nacional de Perú tiene -hasta el momento y debidamente registrado- un patrimonio de 150.894 libros y alrededor de 320.000 documentos de valor histórico. Entoces surgen las preguntas: ¿Cómo es posible que el Estado no se preocupe por la defensa de nuestro patrimonio cultural?, ¿por qué no se invierte en culminar el inventario que incluye colecciones de mapas, partituras musicales, otros lotes de libros antiguos y los siete millones de tomos que forman su colección de textos considerados modernos? No es posible que la BNP no tenga un sistema informático de gestión bibliográfica, ¿así cómo se facilita el registro de nuestro patrimonio?
Párrafo aparte -quizá post complementario- merecen los problemas y enfrentamientos entre funcionarios y sindicatos al interior de la institución donde con la mayor desfachatez nadie se siente responsable de las sustracciones de libros y atentados a nuestra cultura. Según el Diario El Comercio, de las 315 personas que trabajan en la biblioteca, 13 tienen la custodia de sus joyas y son las mismas desde hace casi 20 años. Se trata del personal de la Dirección de Patrimonio Documental Bibliográfico, que hasta febrero tenía acceso a la bóveda; un depósito de dos cuadras de largo que conserva los 1.000 libros más antiguos del país y las colecciones particulares de Porras, Rivet, Cisneros y otros.
“Nos han quitado funciones y nos culpan de todo cuando la Dirección de Servicios también entra a los fondos antiguos. En mis 17 años en esta oficina nunca escuché ni vi robo de libros”, ha señalado Nelly Bobbio, presidenta de uno de los cuatro sindicatos de la BNP, que agrupa a los más antiguos.
Contra viento y marea, la BNP lanzará este jueves de manera oficial la campaña "Se buscan libros perdidos de la Biblioteca Nacional"; la página en Facebook ya está caminando, pero nos preguntamos si a la primera institución cultural del país camino al Bicentenario le va a bastar este tipo de medidas para impedir las sustracciones que se vienen desarrollando impunemente desde hace décadas. Desde esta trinchera cultural saludamos el esfuerzo para sensibilizar a la ciudadanía frente al patrimonio cultural y bibliográfico de nuestra Biblioteca, así como la recuperación de documentos pertenecientes al Fondo Antiguo y las bóvedas de la BNP (material distinguible por presentar un sello de la institución en la página 43, que hace referencia al voraz incendio que destruyó el antiguo local de la BNP en el año 1943). Desconocemos si al interior de la BNP haya algo que celebrar en estos 190 años, pero en todo caso Ramón Mujica debería evaluar dar un paso al costado si no es capaz de resolver ya mismo la emergencia que le toca y permitir que alguien con capacidad de gestión ponga fin a los graves atentados a la cultura que se vienen consumando para vergüenza de todos. Biblioteca Nacional del Perú: 190 años, ojalá los cumplieras feliz. A pesar de todo te queremos y sabemos que eres más grande que tus problemas.
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