
Desenredar esa madeja es lo que se propuso Miguel Caballero, por cierto vecino de Fuentevaqueros: tratar de distinguir entre lo que ocurrió y la ficción creada alrededor para detallar los últimos momentos de la vida de Federico. Fruto de ello es el libro 'Las trece últimas horas en la vida de García Lorca', publicado por La Esfera de los Libros. Caballero tomó la obra del falangista Eduardo Molina Fajardo, el que fuera director del diario 'Patria', y trató de verificar de forma documental los cerca de 50 testimonios que él aportaba; muchos de ellos de conocedores de primera mano de la ejecución del escritor. Los legajos (expedientes de la Policía, la Guardia Civil o el Ministerio del Ejército, y periódicos de la zona) dan fiabilidad al menos a 10 de ellos. «Personas como el capitán Nestares (al cargo de la primera bandera de Falange en Granada), Martínez Bueso (subordinado de éste y testigo del fusilamiento) o Pedro Cuesta (custodió a Lorca) le iban dando datos en confianza a un camarada», explica este historiador, dedicado casi enteramente al autor de 'Poeta en Nueva York' y 'La casa de Bernarda Alba'.
Más lectura al respecto vía elmundo.es
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