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Hoy, para redondear la paradoja, Trainspotting se lee en colegios y universidades británicas. "Es gracioso -dice Welsh-. Antes les prohibían leerlo y ahora les obligan".
Welsh no es el mismo. A principios de los noventa, era un joven más de un Edimburgo con las calles llenas de desempleados y de heroína. Criado en Leith, un duro barrio portuario, de un padre que trabajaba en el puerto y una madre camarera, dejó la escuela a los 16 años y entró de aprendiz en una tienda de reparación de televisores. Atraído por la escena punk, una noche de 1978, borracho, se metió en un ómnibus a Londres y estuvo allí viviendo en squats y tocando en bandas con nombres como El Piojo Público. A su regreso a Edimburgo acabó enganchado a la heroína durante dos años y medio.
trainspotting es un libro que nos marcò a todos los que teníamos 18-20 años durante los añlos 90s. no sabia que ahora es lectura obligada en los colegios britànicos. en su tiempo fue todo un escànbdalo al igual que la pelìcula.
ResponderBorrarrecièn puedo conocer algo de su autor. en ese tiempo no me preocupaba de esas cosas solo lei la novla pq la marketeaban a forro.
bueno, eso es todo lo que qeuria comentar
saludois
landeo
ese welsh siempre fue un malogrado. en qué andará. dicen que sigue escribiendo pero nada como TRAINSPOTTING
ResponderBorrarsandro