Una flor de Cantuta florece en Barrios Altos

Finalmente la justicia se abre paso. Tras larga y tensa espera, Fujimori fue condenado esta mañana a 25 años de prisión por los casos de violaciones de los derechos humanos: Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros en los sótanos del SIE.

Probados la mayor parte de los elementos presentados por la Fiscalía y la parte civil a lo largo del proceso, el ex dictador es responsable de crímenes de Estado. Se ha comprendido dentro de los considerandos de la sentencia a otros casos que demuestran que Colina formó parte de un aparato organizado de poder. Se constató la existencia de una estructura de poder paralelo encabezada por Fujimori, que tenía mando y comando, por ser Presidente y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y que realizó operaciones de guerra sucia. Así de contundentes son los medios probatorios.

Es la primera vez que un jefe de Estado elegido por votación popular - y que luego se convirtió en dictador - es sentenciado por violaciones a los derechos humanos. La violación de la Constitución, el crimen alevoso y el escuadrón de la muerte como estategia fueron el sello de Alberto Fujimori y hoy por todo ello ha sido condenado judicialmente. Como todos imaginaban, la defensa del condenado apeló la sentencia. La Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema será la encargada de ver este caso dentro de un plazo de cuatro meses. Esperamos que la imparcialidad vuelva a reinar en el Poder Judicial y las cosas se mantengan donde deben mantenerse. Sin embargo, el asunto merece ser tomado con pinzas, habida cuenta del peligro que existe siempre del lado de la presión política al momento de ratificar el fallo; no olvidemos los pactos a los que está acostumbrado el partido de gobierno.

Hoy es un gran día para este país que tanto queremos. Aquí en "Marea Cultural" nos sentimos reconfortados con este fallo y hacemos votos para que el Perú empiece a cambiar y se convierta en un país distinto. Hoy estuvimos en el Plantón Cívico Justicia y Verdad desarrollado al mediodía en la Plaza de Armas de Chimbote. Ahí recibimos la noticia del fallo y los presentes nos abrazamos alborozados, algunos en medio de las lágrimas. Llegamos a casa y acabamos de colgar este post con una estremecedora ilustración de Álvaro Portales. Hoy nos sentimos más peruanos que nunca. Disculpen la franqueza, la falta de sobriedad en mis palabras...