miércoles, 1 de diciembre de 2010

Periodismo y construcción de identidad

El país en que vivimos, con gobernantes que se niegan a generar políticas de Estado que nos defiendan del colonialismo mental e invasión de ideas, símbolos e influencias de dominación cultural que ejercen los países poderosos del orbe y hacen mella en la verdadera identidad nacional distorsionando los principios de lo que significa ser peruano, tampoco cuenta -obviando honrosas excepciones- con periodistas o comunicadores sociales a la altura de las circunstancias que sean conscientes de que a través de los medios masivos de comunicación se puede (se debe) defender nuestra idiosincrasia, nuestra cultura y cambiar la realidad que nos golpea, nos asfixia y nos duele.
Los medios de comunicación de estos tiempos "avanzan", se diversifican y proliferan en diversos formatos, la revolución tecnológica ha trastocado la conducta y la vida de muchos de ellos, pero lo que no ha cambiado en absoluto es su histórica desidia respecto al tema de construcción de identidad, la galopante pobreza cultural de los comunicadores y su nula adhesión a nuestras raíces y manifestaciones populares, pilar imprescindible en la labor de todo comunicador identificado con la integración y el auténtico desarrollo de nuestros pueblos.
En mi ciudad (en Chimbote), los medios de comunicación creen que realizar -muy eventualmente y en espacios de tiempo reducido- la cobertura de un evento cultural significa estar del lado de la cultura. Olvidan que mientras día a día difundan apabullante y mayoritariamente contenidos donde se exalta la violencia, el sexo o las drogas, mientras se altere el lenguaje, se idealice a personajes de dudoso aporte y trascendencia política, y mientras se manipule la realidad predisponiendo, facilitando y allanando el camino de ciertos mensajes, no podremos hablar de identidad. Si partimos de que el periodismo hecho con rigor, con precisión idiomática, con libertad y con total independencia constituye en sí mismo una expresión cultural, es muy sencillo deducir la triste realidad que nos toca.
Los medios de comunicación de mi ciudad (y seguramente de la mayoría de urbes del país) están de espaldas al desarrollo humano y -por consiguiente- a la cultura, porque no se dedican a coadyuvar en su posicionamiento y construcción (mucho menos en difundirla como es debido), porque quienes tienen la capacidad de decidir qué se publica o no desvalorizan y desechan la memoria histórica y los archivos culturales considerándolos inservibles, porque los medios no le otorgan a la cultura el espacio protagónico que se merece. Lo "cultural" no es relevante para los medios masivos dedicados a la farándula política, a la frivolidad, al fútbol, a los escándalos mediáticos que nunca trascienden en el tiempo, y a exacerbar noticias destinadas a "vender" ejemplares que -seguramente- paliará la terrible crisis económica en que se desenvuelve el periodismo de la hora actual.
¿Dónde está el verdadero periodismo?, ¿dónde queda la ética, la equidad, la justicia social y el espíritu democrático?, ¿dónde queda la forja de la identidad? La cultura es actor principal si hablamos de desarrollo, actor de cambio y de progreso social, la cultura es fundamental como contenido dentro de los medios de comunicación, por eso es necesario hacer énfasis en torno a ella, rescatarla, fomentarla, darle el lugar que le corresponde.
El ser peruano y sus valores materiales y espirituales marcan un estilo de vida que supone la voluntad de conservar y acrecentar los bienes intangibles para el presente y el porvenir de la ciudad y del país. Pero sucede que en la concepción de las fisonomías actuales de pueblos-objeto, influenciables, pobres y mal gobernados como el nuestro, la adquisición de modelos de vida "nuevos" y hedonistas, constituye (con la "colaboración" del periodismo irresponsable) un resorte social que determina una ansiedad colectiva que desemboca -tarde o temprano- en la inestabilidad socio- económica y cultural en que vivimos. La globalización amenaza la supervivencia de nuestra identidad cultural, ¿qué estamos haciendo como comunicadores sociales para defenderla?

1 comentario:

  1. ps si, efectivamente la globalizacion trae consigo una estela de manifestaciones superficiales, que no nos enseña mucho....
    y sobre todo se distorciona mas cuando no hay personas o comunicadores que transmitan el verdadero valor de una globalizacion ejemplar.

    aprendemos desde pequeños a amar lo no nuestro, a copiar identidades ajenas, y por asi decirlo nos convertimos en alienados, en copias falsas de mundos en los cuales la libertad a sobrepasado los valores educativos.....

    lo mas prudente, adecuado, seria estimar lo nuestro , leer a nuestros autores peruanos, (chimbotanos), alimentarnos de palabras naturales y autenticas.
    asi aprenderiamos, o mejor dicho comprenderiamos que una identidad no se copia, no se miente, sino se mantiene a traves de los tiempos y la buena enseñanza.

    Gisella Caballero

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