(...) Se juntaron, pues, en el restaurante del siglo XVIII en el que, desde 1909, se juntan los académicos suecos cada jueves por la noche, a comer y a beber, y a deliberar, cuando toca, en torno al escritor que debe obtener el Nobel de Literatura. (...) Juan Iborra, profesor español que ha estado ligado a la Academia Sueca desde hace 30 años, hasta el año pasado, y que ayuda al Nobel a vivir estos días de Estocolmo por encargo de la institución, se ocupó de explicar a Mario y a su familia en qué consiste el misterio del lugar.
El local pertenece a la Academia, aunque no está en su edificio; desde 1722 es restaurante, y desde el 5 de abril de 1789, lugar de reunión de los académicos suecos. Andreas Zorn, pintor de Estocolmo cuyo estilo recuerda al de su amigo Sorolla, puso esta finca a disposición de la institución para que fuera parte de su patrimonio, con la condición perenne de que fuera restaurante...
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