yo
¿adónde anida tu verbo
¿adónde, chiqui
Y @cuchasegura redactó el post que a continuación sigue y cuyo nombre original es "A propósito del periodismo destructor: Construyamos patria", texto que obviamente suscribimos. Rescatamos del tercer párrafo la decisión de protegerse de la basura mediática a que nos expone la televisión y otros medios tradicionales acostumbrados a distribuir basura al interior de los hogares. Más cultura e inclusión social para todos.
Adaptar el libro que consagró internacionalmente a Camus nunca fue tarea fácil. Cuando en 1967 el director Luchino Visconti la llevó al cine, pocos fueron los que la alabaron. El argentino Juan Carlos Kreimer, editor en español de la serie de libros ilustrados Para Principiantes, fue el responsable de llevar El extranjero a las viñetas. Y para ello se inspiró en la película de Visconti, pero para saber "lo que no había que hacer". "Como está narrada en primera persona y tiene una prosa embriagadora, era complicado ponerle diálogos e imágenes. Había que ser más convincente, tener buenos dibujos, no olvidarse que la anécdota está supeditada al planteamiento filosófico que hace el autor", dice Kreimer.
Timothy Leary (1920-1996), personaje crucial de la contracultura, la revuelta de los años sesenta y setenta que si bien no cambió demasiado el estatus del poder y la dominación, sí contribuyó al despertar de las conciencias, la caída de algunos prejuicios y tabúes y el inicio de debates sociales que todavía están en marcha en nuestros días, está otra vez en el ojo de la tormenta. Dos visiones contrarias pueden dar una idea concisa pero potente de la importancia del doctor en Sicología por Berkeley y profesor de Harvard que lo dejó todo para predicar las bondades del LSD.
En diciembre de 1938, pocos después de la muerte de su padre, subiendo unas escaleras, Jorge Luis Borges se pegó en la cabeza contra el marco de una ventana. La herida se infectó y estuvo a punto de morir. Durante la convalecencia pensó que había perdido sus facultades mentales y, para comprobarlo, se propuso escribir un cuento. Ese relato, “Pierre Menard, autor del Quijote”, fue el primero de los grandes cuentos fantásticos que convirtieron al tímido y libresco escritor, poeta de vanguardia en su juventud y original ensayista, en el más celebre e influyente autor de nuestra lengua.
La primera vez que vi y escuché a Emilio Adolfo Westphalen fue en julio de 1990 en "L´Imaginaire". Acababa de llegar a Lima y asistí a la retrospectiva de la obra plàstica de César Moro, espectacular exposición con más de cien obras del artista proporcionadas mayormente por el autor de "Las ínsulas extrañas". Unos días después volví a ver al poeta en su disertación sobre César Moro y los surrealistas. El coloquio Avatares del surrealismo en el Perú y América Latina hervía, pero para alguien como yo: escuálido lector y estudiante que acaba de ingresar a la universidad, Westphalen se limitaba a un par de poemas leídos en alguna enciclopedia escolar, en especial a ese que habla de "dejar descansar tristemente la cabeza en esa sombra que cae del ruido de los pasos..." . Años después habríamos de nutrirnos, de aquilatar su obra.
En la última entrevista a Juan Villoro, el destacado escritor y periodista se refirió a cómo desarrolla sus procesos creativos, a la relación entre el periodismo y la literatura y a las nuevas formas de narrar que surgen en el contexto actual. Aquí algunos extractos:
Cerca de 21.000 fragmentos de los libros del último premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, de la ganadora del premio Cervantes, Ana María Matute, de Ernesto Sábato, de Manuel Vicent o de Gloria Fuertes, entre otros, se exponen desde ayer en la red de transporte público madrileño (autobuses, metro, metro ligero, intercambiadores y trenes de cercanías).
El mejor manual de ética para la juventud. Lo avalan las treinta lenguas a que está traducido y los más de 40 países registrados que lo han adoptado como esencial para la educación. Un clásico indiscutible.

A una dècada del bicentenario de nuestra independencia, acaba de entrar en circulación el primer número de Perú Bicentenario, revista que trae entrevistas al antropólogo y sociólogo Julio Cotler y al pintor Fernando de Szyszlo, quienes desde sus respectivos puntos de vista plantean qué país queremos durante los diez años que faltan para el 2021. También destaca las propuestas de unificación expuestas por Mario Vargas Llosa.
Después de tantos años de espera, Pearl Jam tocará en Lima. Uno de los últimos hitos del rock norteamericano viene al Perú para celebrar sus primeros veinte años de carrera. Pearl Jam se presentará en la capital el próximo 18 de noviembre en el Estadio de San Marcos en el marco de una gira que los llevará a recorrer Sudamérica por segunda vez en su historia.
“Uno vive en esta isla porque para ir a la ciudad no hace falta más que ponerse los zapatos, porque se puede tapar con papel el timbre del teléfono... y porque en el fresco de la mañana se trabaja mejor y con más comodidad que en cualquier otro sitio. Pero esto es un secreto profesional, que prefiero no difundir demasiado”, decía Ernest Hemingway cuando le preguntaban por qué había elegido a Cuba para vivir durante tantos años.
Íntima y personal, así es la fotografía de Linda McCartney. Por estos días The Bonni Benrubi Gallery exhibe una muestra con lo mejor de su trabajo fotográfico: Linda McCartney: Life in Photographs, imágenes escogidas por Paul y sus hijos y que ejemplifican la habilidad, ternura y pasión para la música de Linda y la gente por la que ella se preocupó. Posteamos algunas twitpics de la muestra donde aparece Lennon, Paul, Allen Ginsberg, Brian Jones, Mick Jagger y un autorretrato familiar.
Pionera en la fotografía del rock, Linda fue testigo directo y groupie devenida en protagonista, su matrimonio con Paul McCartney la transformó en una de las chicas más famosas, envidiadas y odiadas del mundo.
Con Paul armó una banda, trajo al mundo cuatro hijos y fueron inseparables durante tres décadas. Defensora a ultranza de los derechos de los animales y el ecologismo, se hizo millonaria con su propia marca de comida vegetariana. Cuando murió de cáncer de mama en 1998, antes de cumplir los 60, dejó más de 200 mil fotos. Ahora, Paul y sus hijos armaron el libro, una increíble selección de fama e intimidad con la aristocracia del rock. 
Cuarenta y un años después de su ruptura, The Beatles se muestran más vitales que nunca y sus canciones suenan cada vez más fuerte. Su presencia se ha apoderado, por ejemplo, de espectáculos cinematográficos, teatrales, circenses (Cirque du Soleil), así como en los videojuegos y, por supuesto, en las multitudes que siguen convocando los sobrevivientes Paul McCartney y Ringo Starr. Sin embargo, el eco de los Fab 4 también se ha apoderado de las páginas literarias de grandes escritores que hablan de ellos en sus propias palabras y peculiares matices:Ernesto Sabato y Borges. “Sé que a usted, en general, no le interesa la música. Pero The Beatles son grandes músicos", le dijo el fallecido escritor argentino Ernesto Sabato a otro grande de las letras, Jorge Luis Borges, el 21 de diciembre de 1974, durante una de las conversaciones recopiladas en el volumen “Diálogos. Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato”. En esas mismas páginas, Borges responde a un sorprendido Sábato: "Creo que sí. Mi sobrino me dijo una vez: vas a oír un disco. Lo oí y quedé muy enternecido. Era The Beatles".
Woody Allen. Preocupado por la dimensión filosófica, el gran Woody Allen, en Nueva York, hacía de Lennon, McCartney, Harrison y Starr uno de los grandes hitos existenciales del hombre moderno. El genial cineasta y pensador se pregunta: ¿Qué era el "hombre moderno" sino "toda persona nacida después del edicto de Nietzsche? Dios ha muerto' y antes del éxito pop? ‘I Wanna Hold Your Hand'"?, escribió en “Perfiles” (1975).
Martin Amis. El escritor postmodernista de cuyo ingenio nació “El libro de Rachel” (1973) hizo de los Fab4 una de las coordenadas temporales para otro de los más grandes acontecimientos culturales de su generación: la revolución sexual que se inició en Inglaterra "entre la supresión de la censura a ‘El amante de Lady Chatterley’ y la aparición del primer LP de los Beatles", escribe, Amis, en “La Viuda Embarazada” (2010).
Thomas Pynchon. En su novela “Vicio Propio” (2009), Thomas transformó al beatle callado, George Harrison, en un tipo “exaltado que, afirmando ser el George Harrison de The Beatles, intentó secuestrar el Dirigible de Goodyear”, una fantasía ubicada en el lisérgico universo hippie de la California de los años 70.
Leopoldo Marechal. El poeta, dramaturgo, novelista y ensayista argentino transformó al beatle relegado, Ringo Starr, en un modelo para un enorme poeta electrónico, el que se abocan en construir los ingenieros futuristas de Megápolis, en su libro de relatos “El beatle final y otras páginas” (1968).
La lista es larga, prometemos ampliarla otro día. (Fuente: Terra y adncultura)
Leyendo Sientemag, nos enteramos de que el turismo literario sigue creciendo en el Perú. PromPerú ha desarrollado el proyecto “Rutas Literarias”, colección de guías pensadas para descubrir de la mano de algunos de sus autores reconocidos los escenarios que fueron testigo de sus vidas y motivaron su inspiración y ahora es el turno de José María Arguedas:"(...) Esta guía propone un recorrido por algunos de los lugares en los que vivió este escritor, considerado uno de los grandes representantes de la corriente indigenista en Perú. Sus relatos se ubican en escenarios prototipo cuyas atmósferas, paisajes y pueblos remiten al imaginario inspirador del autor. Centrada en el corredor Nazca-Cusco, la guía ofrece importantes alternativas de interés a los miles de visitantes que cada año viajan a la Ciudad Imperial, evidenciando la variedad de atractivos con los que cuentan los alrededores de Abancay.
Abancay es la capital del departamento de Apurímac, y reúne abundancia de referentes arguedianos. Posee gran potencial turístico: riquezas paisajísticas, arqueológicas e histórico- culturales (famosas son sus fiestas de carnaval). Uno de sus grandes atractivos es el Santuario Nacional de Ampay, cuenta con hermosos paisajes y con una gran diversidad biológica de flora y fauna silvestre. Este área protegida a la que se accede caminando; llevará al viajero al nevado del Ampay, con sus bellas lagunas y la representativa Intimpa ( “el árbol del sol”, perteneciente a la familia de las coníferas).
Durante la ruta literaria, el viajero conocerá Curahuasi, en la parte más baja del valle, famoso por sus aguas termales y medicinales; el río Apurímac, frecuentado por aficionados al canotaje; o el histórico puente inca de Maukächaca, que atraviesa el gran cañón del río Apurimac. Ya en las cercanías de Cusco, Saywite es un conjunto inca que contiene el célebre monolito, una piedra gigantesca tallada como si fuera una maqueta cosmogónica de la diversidad natural del territorio andino. Era usada como plataforma ceremonial relacionada con el culto al agua.
Andahuaylas, lugar de nacimiento de José María Arguedas, también guarda sus restos mortales. En esta ciudad es imprescindible visitar la catedral y el mercado, con su extraordinaria variedad de papas; en los alrededores, el santuario de la Virgen de Cocharcas, el sitio arqueológico chanka de Sondor y la bellísima laguna de Pacucha".
A coger la mochila y emprender el viaje. El texto completo lo encuentran aquí.
Empieza el weekend con la terrible noticia del asesinato del trovador Facundo Cabral, el hombre que le ha cantado una vida a la paz y a la esperanza de los latinoamericanos ha muerto en una emboscada acontecida en la capital guatemalteca. En el búnker de @mareacultural suena ahora "No soy de aquí ni soy de allà". Hace algunas semanas nomás leíamos una crónica en el Taller de Periodismo Narrativo alrededor de su vida y obra. ¡Descansa en paz facundo, trovador, amigo, hermano!
En el blog de Debae Pedagógico leímos hoy un artículo de Raúl Jurado Párraga, sobre el Arguedas escritor y docente, texto en el cual se destaca el rol del autor de "El zorro de arriba y el zorro de abajo" en la innovación de la práctica educativa y el interés que tiene en la recopilación de la vasta tradición oral peruana y el rescate de la etnoliteratura desde su postura de maestro. El valioso trabajo recoge además la experiencia docente de Arguedas monitoreando a sus discípulos hasta lograr con ellos un registro no sólo de creaciones individuales sino del rescate de la memoria cultural de los pueblos andinos, la organización, desarrollo y muestra de una didáctica centrada en la construcción de un conocimiento, de “la intimidad espiritual del pueblo”, el registro de todo lo reconocible como estatuto quechua- andino, la validación del idioma para expresar dentro del mismo la intimidad de nuestra cultura hoy mestiza e hirviente.
Cuando llegamos, las trece monedas que dan nombre al inmueble construido a mediados del Siglo XVIII, estaban ahí, en el escudo de armas del patio principal como dándonos la bienvenida al Museo Afroperuano, espacio de difusión y diálogo alrededor de la pluralidad de enfoques y el conocimiento sobre la diáspora africana y las relaciones interculturales en las Américas, historia y aportes de los afroperuanos en tiempos de la colonia y la república, tema del cual hoy nos ocupamos.
En los últimos tiempos al suscrito le ha asaltado la idea de que quién sabe lo que uno tanto se esmera es imaginar, investigar, escribir, pulir y después publicar, quizá no sea tan importante para los lectores comunes y corrientes (dejo a un lado a la crítica). Lo digo porque ha ocurrido que finalmente lo que más me he esforzado en escribir y que considero más logrado en materia literaria ha sido poco o nada acogido por esa enorme masa de lectores que son quienes deciden con qué se quedan y constituyen nuestra más aguda crítica y hasta verdugo existencial. Para el suscrito la obra que se forja en la soledad no es más que un manojo de ideas a compartir que sólo se completan cuando otra persona las lee. Y en contraposición a ello, a lo largo del siglo veinte materiales escriturales como cartas, diarios íntimos, sueños, notas de trabajo, etcétera –todo aquello que se guisa y sazona en la cocina del escritor–, han adquirido cada vez mayor prestigio literario en detrimento de los propios libros.Ejemplos de lo que señalo líneas arriba hay muchos. A Flaubert le ha pasado que su correspondencia ha sido considerada por sus lectores por encima de sus novelas, quienes consideran que el mejor Flaubert no está en Madame Bovary, sino en las cartas a su amante o a sus amigos. Numerosos poetas, desde Coleridge hasta Mallarmé, se quedarían pasmados de saber que a los académicos les interesan, en la posteridad, más los borradores de sus poemas que los poemas mismos. El propio Kafka no habría podido predecir el valor de su Diario o de las cartas intercambiadas con sus desdichadas novias. Podríamos seguir enumerando autores y casos similares: Hemingway, Celine (la lista es interminable)...
En tiempos en que la edición de libros se realiza también a través de "mecenazgos ciudadanos" (sistema que ya han empleado algunos autores de ficción: una suscripción permite el acceso a la novela en formato digital en modo de entregas por capítulos hasta que el libro salga en papel en los meses siguientes, momento en el que los suscriptores podrán recogerlo en la presentación oficial), el suscrito se pregunta hasta dónde va a pesar cada vez más el rol del usuario, del lector, del consumidor de libros y sobre todo del editor (preocupado más por materiales de la vida privada del escritor que de su producción literaria, todo ello en aras del negocio, de las ventas). En tiempos en que el hombre necesita más de la cultura es cuando más debemos reflexionar si somos una sociedad o si nos comportamos como depredadores de nosotros mismos. Está bien que leamos de todo pero tengamos en cuenta que la literatura responde a una tradición, y el buen lector termina inequívocamente por apreciarla.
Para el suscrito, la ambición literaria continúa siendo la misma. Nos obstinamos en establecer categorías en literatura, en el arte en general y eso cae en el simplismo. Podemos apreciar el texto de una balada de The Beatles o el de una obra de Shakespeare (con sus cartas, manuscritos, notas de trabajo y poemitas o canciones al paso). Los formatos son diferentes, pero lo importante es si estas obras son capaces de apelar -con el paso del tiempo- al corazón de los hombres. El escritor y sus lectores se presuponen, no pueden existir el uno sin el otro, se complementan. Son un inseparable binomio intelectual. Quien escribe lee su tiempo, quien lee escribe mentalmente su mundo.
Lo avanzado de la noche, el time line del día y la distracción originada por la gripe y las celebraciones en Cusco por el centenario de Machu Picchu, impidieron este post sobre José María Eguren, único representante del simbolismo en el Perú, creador que inaugura la poesía contemporánea peruana y autor a quien le tenemos enorme deuda.
Para demostrar que en Chimbote la literatura es asunto serio, que constituye la más desarrollada de las artes y que los premios literarios nacionales y extranjeros no son pocos, como tampoco se puede minimizar su importancia, parte substancial del fundamento cultural que toda sociedad necesita en su afán de erigir y sostener su identidad, el poeta Ricardo Ayllón escribió algunas líneas respecto a los premios literarios obtenidos por sus autores: