
“Aunque no lo parezca, aunque no quiera parecerlo, ésta es una obra de ficción.” Con esa frase abre El material humano; una sentencia solitaria en la primera página después de la dedicatoria, y decisiva como cada oración que Rodrigo Rey Rosa escribe con su acostumbrado estilo ajustado y tendiente a lo mínimo. Porque si bien tiene mucho de verídico y casi nada de falso –apenas uno o dos nombres propios– El material humano es una novela que se declara impotente frente al peso de lo real: las historias de las personas que figuran en las fichas de archivo del Gabinete de Identificación de la Policía Nacional... Imperdible artículo que llega gracias a Página 12.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
only write