Alguna vez el escritor estadounidense Norman Mailer pidió, nada humildemente, que su lápida dijera "Aquí yace la conciencia de nuestro tiempo". En cambio, la que fuera -y acaso siga siendo- la conciencia de nuestro tiempo en la Argentina está bien viva, sentadita en un banco de su barrio. Como lo que es, una nena. Desde ayer, Mafalda, el genial personaje creado por el brillante Quino, tiene una escultura que la homenajea, en San Telmo.
El acto, homenaje doble a Joaquín Salvador Lavado y su principal creación, se realizó en el marco del programa Puertas del Bicentenario, por el que dibujante recibió la primera de las 200 medallas del Bicentenario que entregará el gobierno porteño a ciudadanos destacados.Pero el principal motivo del acto era la inauguración de la estatua de Mafalda. De 80 centímetros de alto y realizada por el artista Pablo Irrgang en resina epoxi y fibra de vidrio reforzada, la pequeña Mafalda aparece sentada en un banquito para que la gente se pueda sentar a su lado y sacarse fotos... Lea la nota completa vía Ñ.
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