Escritora de tiempo completo, la americana Joyce Carol Oates es famosa no sólo por la calidad de sus libros, sino porque ha escrito más de un centenar. Ficciones, ensayos, biografías, policiales, literatura para adolescentes, para niños, en fin, casi nada le es ajeno. Un proyecto balzaciano de cara al siglo XXI a través del cual va mostrando las contradicciones y los personajes de un sueño americano. Que se cuiden estrellas y políticos, amigos, descendientes y transeúntes: cualquiera corre el peligro de caer en sus garras.
Joyce Carol Oates sólo deja de escribir para limpiar sus grandes anteojos, acostumbrada a oír que cuando se habla de ella lo primero que se dice es que es prolífica en exceso y que una violencia irritante protagoniza sus textos, baja los párpados, descansa un momento y sin importarle otra cosa que encontrar una nueva palabra, vuelve a la página que está por terminar. La crítica ha revelado los números de su alacrana pasión: más de cien libros publicados, más de diez horas por día escribiendo. Finalmente, convertida en hormiguita laboriosa, de modo fatal y eligiendo rango, responde, ante cualquiera que la interrogue, que no escribe menos que sus contemporáneos King, Mailer, Updike ni que sus guardianes del pasado Dickens, D. H. Lawrence o Anthony Trollope. Pero, ¿qué sabe un escritor de otro? Todo, hubiera respondido Capote mientras liberaba onomatopeyas nauseabundas para referirse a la fecunda señora Oates... Más lectura vía Página12
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