Largo se ha debatido sobre el rol de los cantautores como poetas. Si llevan la lírica contemporánea al gran público. Si las letras rock pueden alcanzar la categoría de poesía. En el caso del australiano Nick Cave, no hay dudas. En sus más de tres décadas en el panorama musical con formaciones como The Birthday Party, The Bad Seeds o Grinderman ha sido autor de 14 álbumes, construyendo un universo poético de fugitivos, diluvios, pistolas, asesinos enamorados y dioses vengativos. A la vez ha publicado una recopilación de sus letras. Ha escrito narrativa y firmado guiones cinematográficos. Ahora, publica su segunda novela: La muerte de Bunny Munro (Global Rhythm).
Como avisa el título, la novela cuenta la historia de un tipo condenado desde el primer párrafo. Bunny Munro es un vendedor de cosméticos a domicilio, que tras la muerte de su mujer se lanza con su hijo a la carretera. Durante su delirante viaje intentará seducir y desplumar a sus clientas... Más lectura vía El País.
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