Muchos escritores, ensayistas y sobre todo editores han soñado y sueñan con un manual de literatura universal que resultara insoslayable, que conjugase un canon indiscutible y una aproximación a autores y obras que fuese valiosa por sí misma; un manual, en suma, que sirviera a la vez como obra de consulta, de lectura y de incentivo para recurrir directamente a los textos comentados. De hecho existen miles de estos ensayos (bajo la forma de diccionarios, de recorridos cronológicos, de comparatismos varios, de agrupaciones según lenguas, países, géneros, etcétera), pero muy pocos de ellos escapan de ser una simple exposición histórica de la literatura, y de repetir por enésima vez una nada reveladora lista de nombres y de noticias bibliográficas.
Christiane Zschirnt, ensayista alemana nacida en 1965, se propone en “Libros. Todo lo que hay que leer” una guía “sobre textos que han dejado su huella en la cultura occidental” y que “contienen el saber cultural de Occidente: se trate de novelas, dramas, epopeyas, tratados teóricos o ensayos”, especifica. Una guía, pues, de grandes ambiciones. Las distintas categorías en las que Zschirnt organiza esta biblioteca ideal están supeditadas a dos órdenes generales: la del saber de las civilizaciones (ciencias, sociedades, económicas, políticas), y la estrictamente relacionada con la creatividad literaria, que a su vez es dividida por Zschirnt en temas (amor, sexo, niños, etcétera). Esta última forma de agrupar autores y títulos es quizás la más discutible, si bien está avalada por una tendencia de gran auge en el mundillo académico, consistente en elegir un tema y ocupar toda una cátedra, remitiéndose a estudiar los autores que (bien o mal, de casualidad nomás, a veces) se ocuparon del motivo en cuestión, pudiendo así dejar al educando en el desconocimiento de quienes quizás sean los autores más importantes de una época o una lengua. Más lectura vía El Litoral.
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