Se dice que escribe siempre, aunque hace cuatro décadas que no publica nada. Ahora, fiel a su costumbre,
cumplió noventa años, y lo hizo en el misterioso silencio que rodea cada uno de sus actos desde que a comienzos de los ´80 concedió una casi imperceptible entrevista. Greta Garbo de la literatura,
Jerome David Salinger es impenetrable hasta en los más mínimos detalles. Poco le importa que su obra ícono, “
El guardián en el centeno”, sea objeto de culto de varias generaciones (incluso que haya inspirado los actos del asesino de John Lennon, Mark Chapmann, o que sea el libro de cabecera de Bill Gates). En 1974, teléfono de por medio, charló con Lacey Fosburgh del “The New York Times”. Fue allí donde dijo aquello de “
vivo para escribir, pero escribo para mí mismo y mi propia satisfacción. No publicar me reporta una maravillosa sensación de paz. Publicar es una terrible invasión de mi privacidad”...
Otra lectura imprescindible del domingo vía Miradas cotidianas.
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