Desde la mitología griega hasta hoy, de los amores de Helena de Troya con Paris a los de Lisbeth Salander con Mikael Blomkvist en la exitosa trilogía de Stieg Larsson, las relaciones de pareja han protagonizado miles y miles de páginas de la literatura universal. Incontables ficciones que, obra a obra, siglo a siglo, han sido también un reflejo de los tiempos en los que fueron escritas. Narraciones que nos cuentan historias personales, de éxitos y fracasos, de locuras de amor, de sentimientos correspondidos o rechazados; pero también, a través de estas historias, el retrato de un mundo cambiante en el que las mujeres han ido reclamando progresivamente su protagonismo.
Si la realidad supera tantas veces la ficción, la cotidianidad es un tesoro infinito para los narradores sedientos de historias que giran alrededor de la ordinaria locura amorosa. Empujados por una mística enternecedora, los escritores que se encuadraron dentro del romanticismo contaron las hazañas del amor desde el subjetivismo sentimental, y convirtieron a sus protagonistas en amantes de la anarquía, de la naturaleza, de lo exótico de los elementos sobrenaturales, llenando el mundo de jóvenes Werther, héroes de una inocencia cautivadora como reacción a los personajes de la literatura racionalista del XVIII... Lea la nota completa vía Ñ.
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